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13 de marzo de 2013

Obreros franceses enfrentan en la calle despidos y recortes. Crece la oleada de luchas en toda Europa.

París en la calle

Los pueblos de Europa no quieren pagar la crisis

 Este mes de marzo comenzó en París con un sol radiante que contrasta con este fin del invierno especialmente gris, pero si bien el clima ha cambiado, no así el clima político. Todo el invierno ha sido de luchas obreras contra cierres de fábricas y cesantías de trabajadores, y los llamados “planes sociales”, que consisten en despedir trabajadores por cientos y por miles, para garantizar un mantenimiento de beneficios de las clases poseedoras, ante una crisis económica en toda Europa, crisis que dichas clases poseedoras les van haciendo pagar al pueblo en general, y particularmente a su clase obrera.
El llamado acuerdo de “Flexisecurite”, que garantiza a las direcciones de las empresas poder cesantear a los trabajadores con mayor facilidad de lo que autorizaba hasta ahora el código del trabajo, así como la no garantía del mantenimiento de los niveles de salario, es el blanco de ataque de todos los asalariados en Francia. No obstante que con el voto favorable de tres sindicatos pro gubernamentales, y que no representan ni siquiera el 2% de los trabajadores, el gobierno se apresta a votar una ley en ese sentido, bajo la bandera “democrática” de que fuera aceptado por una “paritaria” de contenido político patronal. Así lo que costó años de lucha a la clase obrera, el gobierno de los “socialistas” se apresta a borrarlo de un plumazo.
La tasa de desocupación en Francia ya es mayor del 10% (aunque las cifras reales son seguramente el doble). El gobierno de Hollande, autodenominado socialista, continúa con sus bombardeos en Malí Norte, y trata de convencer al mundo de ir a la guerra en Siria.
 Ya desde julio pasado se anuncian 11.500 “supresiones de puestos de trabajo” en PSA (Peugeot-Citroën), con cierre de importantes sitios como el de Aulnay sus Bois, a los que se suman los de Renault, y Ford en Genk (Bélgica) suprimiendo así 6.200 empleos en Europa. La empresa de Doux-Pleucadeuc (alimenticios, aves y derivados), con su “plan social”, deja en la calle más de mil trabajadores (que deben contarse más de mil familias), en un cierre de carácter financiero, pues la empresa ganó este año mil millones de euros. Arcelor-Mittal en Florange (siderurgia), con su cierre en dicha localidad, permite así que la producción se intensifique en otros países con salarios más bajos.
Sanofi (industria farmacéutica), ya en 2009 cesanteó 900 trabajadores, en 2012, 1.300, y ahora amenaza con cerrar el centro de Toulouse, con otros 600 trabajadores.
Tecnicolor (tecnologías de video, digitales, cine) en Angers, al mismo tiempo que anuncia un aumento de su cifra de negocios de 10,3%, provoca el cierre de su planta y con ello despide 350 obreros. Fralib Gémenos (grupo Unilever), también por cierre (falta de competitividad, según sus propietarios) deja casi 200 trabajadores en la calle.
Los trabajadores de Goodyear ya llevan seis años de lucha contra el cierre de plantas y cesantías de personal. Ahora la empresa norteamericana anunció el cierre de su planta en Amiens, y la cesantía de 1.173 trabajadores. El 7 de marzo, los obreros realizaron una combativa marcha en París, donde se enfrentaron a la represión policial.

En Europa
Mientras tanto, en otros países de Europa crece la oleada de luchas. En Portugal, más de 1. 500.000 personas manifestaron en Lisboa y otras ciudades del interior del país, contra los recortes del gobierno la semana pasada.
En Bulgaria: decenas de miles salieron a la calle (en Sofía y otras ciudades) contra la corrupción y la pobreza, al grito de “Los mafiosos en prisión y el Poder al Pueblo”.
En España, como casi todas las semanas, decenas de miles manifestaron en las calles de Madrid y Barcelona (Marea Ciudadana) contra la política de austeridad, la desocupación, y los desahucios (desalojos).
Las luchas continúan en toda Europa, cada día con nuevos enfrentamientos con la represión policial, eso sí, con anuncios gubernamentales de que “todo irá mejor en 2014 o 2015”, y mientras tanto, a causa de la crisis “hay que hacer esfuerzos”. Un disco rayado que las clases dominantes nos vienen pasando desde décadas.