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10 de abril de 2013

Conversamos con la compañera Mónica Acosta, presidenta de la Cooperativa Renacer, quien cuenta la pelea por la construcción de viviendas para los trabajadores y las perspectivas en la producción.

Avanza la producción en Renacer

LA RECUPERADA DE TIERRA DEL FUEGO CONSIGUIÓ TERRENOS PARA VIVIENDAS

—Contanos la pelea por
viviendas para los trabajadores de la cooperativa

—Contanos la pelea por
viviendas para los trabajadores de la cooperativa
—Hace como un año el municipio empezó con el reparto de tierra, y comenzamos con el trámite. Se trata de predios únicos para que cada asociación, gremio o sindicato, saque un crédito o busque financiamiento del Plan Federal o el IPV provincial, para la construcción, una vez que los predios tengan servicios. Le dieron a casi todos los sindicatos -Sutef, ATE, entre otros-, nosotros fuimos con una solicitud como cooperativa, hicimos un relevamiento de los pibes -sobre todo los que tenían necesidad de viviendas- y armamos un padrón de 53 personas. Mediante una ley del Ejecutivo Municipal, aprobada por unanimidad en el Concejo Deliberante, nos adjudican un predio.
Ahí empezó una ardua tarea con la documentación individual, ya que pedían muchos requisitos. Además, nuestro caso era especial porque hay jóvenes que no superan los 21 años y son padres de familia, a diferencia de los que recibieron de otros sindicatos.
La semana pasada firmamos un acuerdo con el intendente por el que la cooperativa queda como garante. Nos adjudicaron un predio al lado de la Ruta 3, cerca de la fábrica, y que tiene los servicios. Ahora estamos en la tarea de conseguir el financiamiento para la construcción de las viviendas, lo que estamos viendo con el IPV, porque no queremos ir a las entidades bancarias, aunque nos dieron cartas de intención favorables. Ya tenemos el modelo de vivienda con todo lo que queremos, en un terreno que no es muy grande, por lo que haremos departamentos tipo dúplex. Es relativamente chico pero dicen que alcanza para las 50 soluciones habitacionales. Es una pelea porque dicen que están tardando no menos de un año para arrancar con las obras. Nosotros hemos definido que vamos a tratar de buscar una solución a través de un financiamiento estatal.

—Decías que hay muchos jóvenes en Renacer… ¿Cuál es la situación hoy de la cooperativa?
—Sí, tenemos sesenta y pico. Otros, que han entrado ahora dicen “cómo podemos hacer para tener las viviendas”. Quizás no será en este predio, pero podremos hacer una presentación por otro segundo predio, la idea es no dejar en banda a ninguno.
La cooperativa parece que estuviera en otra Argentina: Sanyo nos aumentó el 40% de la producción, de mil microondas por día estamos fabricando 1.400 para New San solamente. Tenemos un acuerdo con un importador de Capital Federal, empezamos con un pedido chico de microondas, marca Oster, y ahora estamos con un volumen cercano a los 8 o 10 contenedores. Con el Banco Santander y Garbarino, reprogramamos la producción para este año y cerramos en un volumen de 20 mil microondas.
Estamos en etapa de compras, de permisos y autorizaciones para conseguir la declaración jurada que firma Moreno. Una vez que esté eso, ahí no más canalizamos la compra a través del banco, que es un préstamo muy significativo porque son 3.280.000 pesos. Siempre con la misma modalidad: la garantía es la orden de compra del cliente y se descuenta de forma automática, Garbarino nos paga al toque.
Como este año nos quedó una cantidad de  dinero, hicimos compras y presentamos un proyecto de producción de aspiradoras con nuestra marca, aspiradoras Renacer. Nos aprobaron y después del 2 de abril las empezamos a fabricar. Son 2.400 aspiradoras que tienen un sistema que no lleva bolsa, son bonitas y modernas. Vamos a comercializar 400 aspiradoras en Ushuaia, y las otras 2.000 las queremos vender en Buenos Aires.
Seguimos con la política que el Estado no aspira a hacer convenio con nosotros, al menos con lo que hoy tenemos para ofrecer. A lo mejor si tuviéramos heladeras, cocinas o cosas que le sirvan a las escuelas tal vez. Pero nosotros nos damos toda una campaña en solidaridad acá con las escuelas, con los centros maternos. Con todo lo que nos había quedado en plástico granulado, material virgen, hicimos vasos y platos, y los donamos. Lo mismo hemos hecho con los equipos que nos quedan de cada lote que por algún problema de control de calidad no podemos vender, los donamos a los jardines y escuelas.

—¿Cómo está la situación de la industria electrónica, después de la visita de Cristina Kirchner, y el encuentro que tuvieron ustedes?
—La proporción de empleados contratados sigue siendo del 80%. Son las variables de cada alta y cada baja de producción. Según la estación y el producto a fabricar, suben y bajan los contratos por doquier. La UOM de Ushuaia, cuyo secretario Reynaldo “Colo” Tapia es legislador del Frente Para la Victoria, sigue siendo quien dice “este se queda, este se va, a otro lo vuelven a convocar y a este no”, porque las mismas empresas ponen al sindicato al frente de gestar todas estas cosas. Es una forma también de garantizar que nada se les desmadre, no haya lucha, que no haya nada.
No sabemos lo que va a pasar en el momento que cambie la situación, porque muchos dependemos de las fábricas actualmente. Se menciona lo de los chinos, pero los chinos hablan, hablan y después no ves nada. Es como el Polo Petroquímico y todo lo que anunció con bombos y platillos la presidenta: y ves que hay una banderita, un cimiento y nada más. Midea, que es el gran proveedor de China de muchos electrodomésticos, se fusionaron con la firma Carrier y se instalaron en Río Grande. El resto de la industria está destruida.
El debate sigue siendo la sustitución de importaciones, pero no ha pasado nada. Hubo un par de despolvoreos, maquillaje, pero no se ha ido a fondo. Si bien es difícil porque no se puede sustituir de un día para el otro, después de tantos años de desindustrialización y de destrucción de la industria, por una cuestión de costos, de tecnología, las cosas que se han sustituido han sido insignificantes: tornillería, cajas de cartón, etiquetas, manuales, cables de 220, cosas muy simples. Nosotros lo que estamos tratando de empujar ahora es sustitución del plástico, porque esa industria está destruida, y nosotros tenemos 21 inyectores de plástico durmiendo desde hace varios años. Y hay cosas que son genéricas que nos podrían colocar como proveedores del resto de las electrónicas. No se llega a esa instancia porque todo el mundo sigue comprando en China, y aunque le saques un par de artículos a los kits o a los lotes, no te van a salir más baratos, te lo cobran igual, no bajaron ni diez centavos. Lo único que le ganás es en volumen.

—¿De qué se discute
en la fábrica?
—Hay grupos muy pequeños que discuten la situación política provincial porque les preocupa el futuro. Miran para arriba y no ven ningún político en que se van a referenciar, aparte de lo malo conocido. Hay fuerte decepción de la gestión de la gobernadora Ríos; al dedicarse más a su partido político nacional, es un despelote acá. Te da mucha pena la desidia en el hospital, la falta de esperanza… lo mismo veo, en menor medida, hacia el gobierno nacional.
Nosotros laburamos para que se vean y se discutan las dificultades en un marco donde tenemos laburo, seguimos renovando contrato pero la gente no es tonta, se da cuenta del verso, que tengamos que vivir con topes salariales de un 20% no cierra. Mientras más trabajás parece que menos te alcanza. Lo que vos producís no se puede remarcar pero después lo ves en góndola y sale tres o cuatro veces más. La gente por supuesto que lo siente y también es como que necesita y pide un cambio.
Aparece una diferencia entre los jóvenes y los viejos. Estos a veces plantean que los chicos “no se emocionan con nada”, “nosotros, cuántas cosas hicimos, ¿qué no hicimos para ver algo y a estos les llega todo de arriba?”. Y ahora esos jóvenes ven que donde vamos, abrimos la boca y a los cinco minutos tenemos respuesta de cualquier cosa que pidamos, el desafío es hacerlos protagonizar.
Nosotros tenemos asambleas cada quince días. Y cuando vemos que se nos está disparando, que no podemos barajar a todos en una asamblea general, hacemos asamblea por sector. Por ejemplo, había que presentar balance y de paso discutir una serie de temas. Dedicamos todos los días 20 o 25 minutos a cada sector, se explica el balance para no llegar después a fin de mes a la reunión de la asamblea general y andar aprobando sin saber qué se aprueba. Preguntan todo. Ese es el mano a mano que tenemos con la gente, si no nos devora la vorágine, porque es impresionante la cantidad de cosas que hay que tener en cuenta con el crecimiento también.
A nosotros nos cambió la situación porque estamos produciendo. Por eso tratamos en cada fecha importante, aunque sea se lea un petitorio, un recordatorio, para poner un freno también, porque te abstrae demasiado de la situación. Porque para dirigir la fábrica hay que tener en cuenta la administración, la gente, las cuestiones cotidianas, y atender a la pelea política que todavía se sigue dando de puertas para afuera.