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02 de mayo de 2013

Una necesidad para las mujeres: Declaración de emergencia en violencia sexual y doméstica

En los últimos años en especial durante 2012 se ha gestado un gran movimiento encabezado por las mujeres contra la violencia doméstica, las violaciones y los femicidios.  Este movimiento se fue desarrollando con el conjunto de las luchas obreras y populares que hoy recorren la Argentina.

En los últimos años en especial durante 2012 se ha gestado un gran movimiento encabezado por las mujeres contra la violencia doméstica, las violaciones y los femicidios.  Este movimiento se fue desarrollando con el conjunto de las luchas obreras y populares que hoy recorren la Argentina.
La política de Cristina Kirchner ha agravado las condiciones de vida de nuestro pueblo, la profundización de la crisis que  descarga sobre los sectores populares ha incrementado la superexplotación con el trabajo en negro, los bajos salarios y la precarización laboral, las mujeres trabajadoras han salido a la lucha en todo este período, han participado activamente en el Argentinazo, en los cortes de ruta, en las marchas, en las columnas de desocupados que exigen trabajo genuino y en la rebelión agraria.  El paro nacional del 20 de noviembre del año pasado, levantó entre sus reivindicaciones generales el tema de la violencia contra las mujeres. Hoy golpeadas por la creciente violencia de género han salido a lucha para exigir medidas concretas para parar la mano de femicidas y violadores.
Cientos de mujeres han conformado diversos movimientos y agrupaciones que intentan organizar a otras miles que buscan caminos de lucha para parar las violaciones, los abusos, los femicidios en nuestro país. Se ha gestado un nuevo momento en el movimiento de mujeres de la Argentina, con cambios importantes. Se ha hecho de miles la idea que sólo organizándose para la lucha se podrá conseguir avanzar en las reivindicaciones de las mujeres. Marchas, jornadas, escraches, encuentros en distintas localidades y ciudades se sucedieron en 2012. En todas ellas las mujeres van encontrando respuestas a los sufrimientos, responsables de esas situaciones y van marcando a fuego al gobierno de Cristina Kirchner, y en cada provincia exigiendo respuestas inmediatas a las necesidades de las mujeres.
El Encuentro Nacional de Mujeres en Misiones reflejó las luchas contra los femicidios y permitió que se debatieran nuevas medidas a tomar en este año. La presencia de familiares y vecinas de las víctimas que participaron en el acto por la Emergencia en violencia sexual y doméstica que realizamos en el Encuentro dieron muestra de estas luchas.
Las cifras son alarmantes,  255 femicidios en 2012, cinco por semana y en los meses de enero y febrero de este año se ha incrementado a casi un femicidio por día, ya son al menos 55 los femicidios registrados en estos meses en Argentina. Un promedio de un caso cada 29 horas, según datos del Observatorio Zambrano de La Casa del Encuentro de Buenos Aires.
El 8 de marzo Día Internacional de la Mujer Trabajadora paradójicamente fueron asesinadas dos mujeres, una de ellas  en Córdoba y María Rita Valdez de Catamarca, que había denunciado a su ex pareja innumerables veces. Vale recordar la declaración de la Casa de las Mujeres Norma Nassif hace varios años ante el femicidio de Nancy Ruiz también asesinada un 8 de marzo.
“No podemos decir en este caso,  que la víctima no denunció, situaciones que son comunes en esta terrible trampa de la violencia doméstica, la víctima si denunció y lo hizo según informes periodísticos en múltiples oportunidades.
Entonces sería oportuno pensar ¿por qué no se les cree a las mujeres cuando declaran ser agredidas?; ¿por qué se considera que son hechos cotidianos y menores estos tipos de denuncias?; ¿por qué la justicia no actúa rápidamente  frente a las denuncias realizadas?
Quizás porque levantan la denuncia a posteriori de hacerla, quizás porque su palabra no tiene  fuerza de ley, quizás porque son subestimadas e ignoradas.  Las mujeres que sufren esta situación pierden sus instrumentos subjetivos y caen muchas veces en situaciones de suma dependencia de los agresores. Pero esto no ocurrió en este caso.
Lo cierto es que esta tragedia podría haberse evitado si el Estado contara con servicios adecuados que prevengan la violencia contra las mujeres, sostengan tratamientos prolongados a las víctimas de violencia y encuentren lugares apropiados de atención a golpeadores. Si la justicia hubiera actuado frente su pedido, si hubiera habido respuesta hacia el asesino para que frenara su furia y tratara su enfermedad.
Paradójicamente este 8 de marzo día internacional de la mujer trabajadora, donde miles de mujeres en todo el mundo levantaron su voz contra la opresión y la discriminación las páginas de los medios de comunicación dieron nuevamente testimonio del horror que sufren miles de mujeres dentro de sus casas, victimas del acoso y el terror”.
 Años después valen las mismas consideraciones.

2012 año de grandes luchas
de las mujeres

El año comenzó en nuestra ciudad con un femicidio tras otro.  En la primera parte del año se cometieron en Tucumán  6 asesinatos de mujeres en manos de sus parejas y fuimos convocadas en cuatro de ellos a participar del pedido de justicia. Los femicidios de Aida Correa, María Medina, Marcela Chiaro y María Bernucio fueron una señal de alarma, de dolor y bronca para el movimiento de mujeres de nuestra provincia. En cada uno de ellos acompañamos los movimientos barriales que se generaron pidiendo justicia. El pueblo de Las Mesadas a 30 km de la Capital cercano al dique el Cadillal, pueblo de Aida Correa; en Villa Amalia, barrio de la ciudad, donde vivía Marcela Chiaro; en Aguilares, en el interior de la provincia donde vivía María Bernucio se generaron movilizaciones y escraches a los femicidas. El caso de María Medina que fue asesinada en la zona céntrica de la ciudad no se conocía y al acercarse su mamá a La Casa logramos que se haga público el femicidio de esta joven que en solo 5 meses de noviazgo fue asesinada por su pareja. 
Frente a esto desde La Casa de las Mujeres Norma Nassif  convocamos a una reunión con los familiares de las cuatro víctimas y ahí conociéndonos,  convocamos con ellos a la primera marcha en el centro de la ciudad. La fecha fue el 5 de julio y convocamos a otras organizaciones de mujeres del NOA,  a  Las Casas de las Mujeres de Santiago del Estero y Jujuy y también a la Comisión pro encuentro de  Salta para que esta marcha fuera regional. Desde ahí se conformaron diversos frentes únicos con otras organizaciones en cada provincia.
La movilización contó con la presencia de Beatriz Regal, mamá de Wanda Taddei en la marcha de Tucumán y tuvo como eje central  la declaración de emergencia en violencia sexual y doméstica. Consigna que veníamos levantando desde 2007 cuando las jujeñas lo plantearon en San Pedro frente a los abusos sexuales que conmovían a esa comunidad.  En Tucumán juntamos 10.000 firmas en actividades conocidas como  los silbatazos. Marchas y actividades que nos hicieron conocer y organizar un vasto movimiento en nuestra provincia contra la violencia hacia las mujeres.  El silbato fue tomado como símbolo de la lucha contra el silenciamiento de la violencia, el abuso sexual y los femicidios.
El 24 de agosto la jornada fue nacional. Convocada por familiares de víctimas de violencia de muchas provincias y localidades. Esta fue la convocatoria que movilizó a miles en la Argentina:


JORNADA  NACIONAL 24 AGOSTO  ¡BASTA DE ASESINAR MUJERES! ¡PAREMOS LOS FEMICIDIOS! ¡EXIGIMOS LA INMEDIATA DECLARACIÓN DE LA EMERGENCIA EN VIOLENCIA SEXUAL Y DOMÉSTICA!

Las mujeres de diferentes provincias junto a organizaciones sociales, gremiales y políticas hemos salido a la calle a luchar por nuestros derechos y a denunciar la opresión que sufrimos. Padecemos violencia doméstica, femicidios, abusos, violaciones y esclavitud sexual, que están dentro de las formas que con mayor crueldad se expresa el sometimiento de las mujeres. Los  actos aberrantes, lejos de disminuir, se ven en franco aumento, diariamente sabemos de mujeres y niñas violadas, quemadas, asesinadas o secuestradas.
En lo que va del año 2012 se registran múltiples casos de femicidios (asesinatos cometidos por hombres hacia mujeres, por considerarlas de su propiedad) y la lista día a día se sigue multiplicando. Frente a esto desde los sectores de poder se naturaliza esta realidad, dejando a la mayoría de los casos impunes, a las familias en soledad y a las mujeres sin justicia. Así tenemos presente el caso de Wanda Taddei, asesinada en el 2010, por el que su asesino Vázquez recibió solo 18 años a pesar de ser un homicidio agravado por el vínculo, caso emblemático de violencia de género.
Contamos como marco jurídico legal con la Ley Nacional 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos que desarrollan sus relaciones interpersonales, pero ésta en su mayoría no se aplica. Aún más, las estadísticas aumentaron acompañadas del recrudecimiento de la violencia hacia la mujer, bajo la forma del FEMICIDIO. 
Responsabilizamos al gobierno nacional, y gobiernos provinciales y municipales, que a veces con un discurso progresista, en los hechos siguen siendo reaccionarios. No toman medidas concretas de prevención, atención ni contención de las víctimas. El Estado en su conjunto no arbitra las medidas necesarias para castigar a los culpables de vulnerar permanentemente nuestros derechos convirtiéndolos en cómplices, legitimando las diferentes formas en que la opresión de género se manifiesta. No resuelve la atención de las mujeres víctimas de violencia, ni los refugios necesarios que necesitan las mujeres hoy, en general única salida posible para que las mujeres humildes puedan poner corte a la violencia. Se ponen en juego estrategias de sometimiento de nuestras vidas y nuestros cuerpos, como las muertes por abortos sépticos y los fallos judiciales condescendientes con violadores, abusadores y femicidas. Cada vez que desde el poder judicial se habla de crimen pasional o emoción violenta, se ubica a la mujer como causante de la agresión, de esa manera el crimen queda impune, o con penas mínimas y se produce la perpetuación de una violencia sin castigo, que resulta así legitimada, exculpada y hasta casi alentada.
Hoy, ante el incremento de la violencia contra las mujeres y su consecuencia más dolorosa, la muerte de las víctimas, exigimos a los gobiernos nacional, provinciales y municipales las medidas correspondientes para impedir los femicidios, como así también que se incorpore dicha figura al Código Penal de la Nación.
Es por esto que llamamos a todas las organizaciones de mujeres, sociales, políticas, gremiales de la argentina a que el día VIERNES 24 DE AGOSTO realicemos una gran jornada nacional por la URGENTE DECLARACION DE EMERGENCIA EN VIOLENCIA SEXUAL Y DOMESTICA para decir BASTA DE ASESINAR MUJERES!! PAREMOS LOS FEMICIDIOS!!   
FAMILIARES, AMIGOS Y VECINOS DE: Wanda Taddei (Bs. As.) – Paulina Lebbos (Tucumán) – Marcela Chiaro (Tucumán) – María Medina (Tucumán) – Aida Correa (Tucumán) – María Bernucio (Tucumán) – Georgina Vera (Jujuy) – Pamela Ibáñez (Jujuy) Carolina Carretero (Jujuy) – Silvia Susana Olivera (Santiago del Estero) – Johana Córdoba y María Córdoba (Santiago del Estero) – Gladys Almeyda (Santiago del Estero) Eliana Ávila (Santiago del Estero) – Cintia Fernández (Salta)
A estos familiares se sumaron muchos más en cada lugar.
 Y fue convocada por más de 300 organizaciones de mujeres,  políticas y sociales.

Estas actividades en primer lugar han posibilitado el encuentro desde el dolor y la necesidad de denunciar la muerte que en muchos casos desde los medios de comunicación es silenciada, tapada y negada; y permitió desocultar que el femicidio nunca es el primer hecho de violencia sino el último, y que estuvo precedido por infinidad de hechos violentos que no fueron advertidos y que son ocultados por el silenciamiento que acompaña este proceso.
En estos casos donde a primera vista la muerte aparece como suceso abrupto, es junto con otros, que empieza a ligarse a otras situaciones y donde dejan de ser hechos aislados.
Muchas veces los familiares empiezan a encontrar datos sobre los asesinos, permiten significar lo que en otro momento aparece sólo como intuición, por ejemplo la madre de María Medina decía “yo me di cuenta el día que él le atendía el celular  y ella me decía que no me meta. La controlaba en todo lo que hacía todo el tiempo”. La mamá de María Medina,  joven asesinada por su novio, en solo 5 meses de noviazgo, denunció reiteradamente lo que le ocurría a su hija en Tucumán, sin embargo la respuesta oficial fue que esperara a que ella “recapacitara” y denunciara. Su asesino no recibió ninguna advertencia oficial ni detención en un caso emblemático de la violencia de género en esa provincia. A pesar que la ley garantiza la denuncia de familiares o vecinos en forma anónima la justicia no recibió sus denuncias y María fue quemada y torturada en abril de 2012.  Hace pocos meses, a las 6 de la tarde en la plaza del centro de Quilmes, el marido de Natalia López le pegó dos tiros en el abdomen. Natalia era una mujer de 32 años, docente de una escuela de Quilmes, que se murió con las denuncias en su cartera.
Ante el femicidio aparece la necesidad de explicación de la muerte, explicación que desde las instituciones del Estado al depositar las causas en lo privado, muestra esta  situación social como una tragedia inesperada, una anomalía cuya explicación solo puede ser entendida en la vida privada de la pareja.
Así se naturaliza, disociando el hecho, la muerte particular y las causas sociales que la generan, a la vez que los obstáculos desde las distintas instituciones del estado refuerzan esta disociación, dejando a los familiares sin otra posibilidad que la culpa y la soledad frente a la tragedia.
El encuentro de los familiares en la exigencia de justicia permitió convocar a todas las organizaciones de mujeres, políticas y sociales para participar en las marchas que se gestaron. Frente al discurso naturalizador de las instituciones del estado  se contrapone un discurso, sostenido con otros que cuestionan y plantean que es necesario cambiar las condiciones de la vida de las mujeres,  las condiciones de denuncia y de tratamiento de las que sufren violencia. Rápidamente los reclamos se ajustaron a exigirle a Alperovich que atienda estas situaciones.
En una provincia como Tucumán, donde reina la impunidad de muchos crímenes, el asesinato de Paulina Lebbos hace ya siete años,  ha mostrado la cara más deplorable del Gobierno de José Alperovich: la corrupción, la ineficiencia, la inoperancia, la lentitud, la impunidad, el encubrimiento policial. Se agrega a esta situación el juicio por la desaparición de Marita Verón que demostró la connivencia del poder político en  toda la investigación de la trata de personas en esta provincia y el juicio absolutorio de diciembre del año pasado puso de relieve estas cuestiones, aunque hoy intente lavarse la cara con el juicio político a los jueces.

Se agravan las condiciones de vida de las mujeres

Los medios sacan todos los días muertes de mujeres en manos de sus parejas o ex parejas, las estadísticas dan datos espeluznantes de mujeres quemadas, torturadas, acuchilladas sin otra razón que el odio o la venganza. Cabe preguntarnos qué ocurre ¿hay más casos o se denuncian más?
Son ambas cosas por un lado el movimiento de mujeres puso en la escena pública algo de lo que no se hablaba antes,  siglos y siglos las mujeres hemos sufrido estas situaciones sin que aparecieran a la escena pública sufrimientos de miles que se ocultan entre las cuatro paredes de una casa y cuando aparecen son sólo efecto de crímenes pasionales o producidos por emoción violenta.
Sin embargo el incremento encuentra causas en los orígenes de la opresión en un sistema social.
¿Qué es lo que hace que se haya incrementado? Se ha incrementado enormemente la crueldad en todo tipo de delitos, la profundización de la crisis del sistema capitalista  y su descomposición ha mantenido en su esencia la estructura social,  la explotación del hombre por el hombre, con sus consecuencias de sufrimientos para nuestro pueblo, pero la familia, fiel reproductora de normas y valores de la sociedad de clases se ha modificado, producto de la crisis, y manteniendo su esencia  patriarcal, ha cambiado por la participación de las mujeres en la vida social, lo que ha hecho que salgan de la casa, que se incorporen a las luchas sociales. Esto no ha sido sin costos y muchas de ellas sufren violencia dentro de sus casas sin ningún resguardo ni sostenes dentro de un Estado que no da respuestas a las necesidades de las mujeres. El patriarcado que sostiene el poder masculino dentro de la familia está jaqueado por las conquistas de las mujeres, por las modificaciones en la vida familiar y responde con violencia sin límites.

El femicidio

Las estadísticas aumentaron acompañadas del recrudecimiento de la violencia hacia la mujer bajo la forma del femicidio. El Femicidio es una de las formas más extremas de violencia hacia las mujeres, es el asesinato cometido por un hombre hacia una mujer a quien considera de su propiedad.
A los asesinatos en todos los rincones de nuestro país, se sumaron las formas de matar que parecieron ponerse de “moda”. El homicidio de Wanda Taddei, prendida fuego por Vázquez, su marido, (integrante del grupo Callejeros, con toda la carga de la tragedia de Cromañón) fue el precedente de otras muertes donde el modo de matar fue el fuego.
A esto se suman los femicidios vinculados, es decir, ataques de hombres que pretenden destruir a una mujer que consideran de su propiedad, asesinando a sus hijos, familiares o nuevas parejas.
Cuando frente a estos crímenes se habla de “crimen pasional” alegando arrebato de celos deja  impune la responsabilidad social y política que conlleva este suceso.

Ley N° 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres

Contamos como marco jurídico legal con la ley nacional N° 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos que desarrollan sus relaciones interpersonales. Un instrumento legal que es un avance, una conquista de las mujeres en su lucha. Apareció como una gran iniciativa en el 2009, conteniendo  medidas concretas de prevención, atención y contención de las víctimas, con una lista de políticas públicas que deben ser diseñadas y puestas en marcha por el gobierno nacional, que requiere de presupuesto y de cambios en el sistema de salud. Por ejemplo, esta Ley 26.485 establece la implementación de un número telefónico único y gratuito a nivel nacional para denuncias, orientación y derivación. Además, contempla la creación de más cantidad de refugios y hogares para atención a las víctimas, acceso a la Justicia con patrocinadores jurídicos gratuitos y especializados en la temática y la inclusión en todas las currículas educativas de los diferentes niveles de la temática de violencia sexista.
Pero ¿cómo se implementa?, ¿cuál es el plan?, ¿con qué presupuesto se cuenta? El gobierno de Cristina no ha puesto en marcha las principales  iniciativas aprobadas en la Ley conquistada por la lucha del movimiento de mujeres. No existen refugios suficientes en las provincias y los pocos que existen son en las grandes ciudades no dan abasto para las necesidades de las mujeres. Tampoco puede resolverse su atención con un sistema de salud colapsado con miles de problemáticas de salud no resueltas.
Está en nosotras pelear en cada barrio, en cada ciudad y nacionalmente para que no sea letra muerta y se haga realidad, peleando en lo inmediato por la emergencia. La emergencia tiene esa característica, que permite que un Estado al tomar esa decisión pueda tomar medidas urgentes,
Tres años después de la promulgación de esta  Ley 26.485, el Gobierno decidió poner en marcha uno de sus puntos, el que fija llevar un registro único nacional de violencia contra las mujeres. Lo sorprendente es que las realizaría el Consejo de la Mujer junto al INDEC. Es un tema demasiado delicado y serio para que se le confíe su monitoreo a un organismo por demás  cuestionado. No es un organismo específico en estas cuestiones y sobre todo porque conocemos sus índices mentirosos sobre la inflación, con sus $6 para comer diariamente, etc. etc. Ahora, este organismo deberá informar cuántas mujeres son violentadas o mueren en la Argentina por agresiones de sus parejas o ex parejas !!!

Si no hay justicia, hay escrache

Las experiencias del movimiento de mujeres  en relación a abusadores y femicidas demuestran que los escraches, las marchas pidiendo justicia son las formas en que las organizaciones de mujeres van encontrando para luchar tomando  en sus manos la condena social, ese camino de Justicia Popular que aprendimos de los HIJOS en la lucha contra la impunidad a los genocidas. Miles de experiencias en barrios en muchas ciudades de nuestro pais reafirman el camino de la denuncia social como forma de parar la mano a violadores, golpeadores y asesinos y obligar a la Justicia a actuar, ante  una realidad en la que no se les cree a las víctimas ya que se les exige que acrediten lo que en la mayoría de los casos no ocurre: la resistencia física al ataque. 


¿Qué decimos con emergencia en violencia sexual y doméstica?

La mamá de Wanda Taddei, explicó en una carta dirigida a las tucumanas, y que luego leyó en el acto en Capital Federal realizado el 24 de agosto, qué significa declarar la emergencia.
“Queridos y queridas hermanas tucumanas, pioneras en la lucha contra la violencia de género y la Emergencia Nacional en Violencia Sexual y Doméstica.
Hoy es una jornada especial porque hablamos de emergencia, ¿qué significa? Medidas inmediatas ante cualquier manifestación de violencia, como apartar al violento de su hogar dentro de las 24 hs. Emergencia significa: atención a la víctima y familiares en forma y tiempo. Emergencia significa: proveer instrumentos legales y auxilio psicológico. Emergencia significa: presupuesto ya. Emergencia significa: refugios adecuados para la mujer y sus hijos.
Hoy el dolor y la muerte nos acechan a las mujeres argentinas y del mundo, nos aterran las estadísticas. Como víctima colateral, que pudo llegar a un juicio por el asesinato de Wanda, los jueces en lugar de aplicar una pena ejemplificadora, invocaron una figura legal que es una invitación a la repetición, ellos demostraron con su omnipotencia que con una ley existente, puede hacerse malabarismo y transformar un homicidio agravado por el vínculo y alevosía, en “emoción violenta” con 18 años de prisión. ¿Qué tipo de alquimia utilizaron?
Emergencia significa que los jueces cumplan e interpreten las leyes vigentes. Que el Estado nacional, los gobiernos provinciales y los municipios, tomen medidas urgentes.
Agrego: el que ama, lucha, el que lucha, pelea, y el que lucha y pelea gana.
Un abrazo para el pueblo tucumano. Ni una muerta más. Pronto nos veremos en otra jornada de lucha.” (Beatriz Regal, mamá de Wanda Taddei)
Necesitamos respuestas concretas, integrales y efectivas frente a la violencia contra las mujeres. Prevención y contención a las víctimas de violencia. El drama es que no hay refugios en Argentina, casi ninguna provincia tiene refugios; solo existen algunos servicios para salir de apuros, pero esto requiere una medida urgente, y un presupuesto concreto.  Mecanismos específicos para garantizar un seguimiento adecuado de las medidas de protección a la víctima: destinar recursos a casas-refugios, albergues o alojamientos para las mujeres víctimas de la violencia y sus familias.
Tribunales especializados en materia de violencia contra las mujeres.
Asistencia profesional gratuita y especializada en violencia de género.
Declarar la emergencia tiene que vincular de manera extraordinaria recursos para trabajar en políticas relacionadas con las mujeres y que hoy no están disponibles en el presupuesto nacional.

¿Por qué exigimos la declaración de emergencia en violencia sexual y doméstica?

La gravedad de los femicidios, de los abusos, de la violencia en el seno de la familia, hace necesario luchar para exigir al Gobierno Nacional, los provinciales y municipales que tomen en sus manos, como política de estado, esta situación de real emergencia, que se arbitren las medidas necesarias para parar la violencia, que resuelva de manera urgente lo que se intenta mostrar como un “problema cultural que existe desde siempre” naturalizando las situaciones de violencia en la familia.  La violencia no es natural y se puede avanzar en resolverse, si se toman las medidas necesarias para empezar a cambiar los modelos que imponen a las mujeres un lugar de subordinación en la familia. 
Cuando una mujer víctima de violencia denuncia, se la debe proteger a ella y a todo su entorno. Es fundamental trabajar en la prevención y asistencia, así como en el propio sistema judicial. Albergues con el objeto de acoger y contener a las mujeres víctimas de violencia, que por su desamparo, falta de recursos económicos, y violencia familiar se encuentran en situación de vulnerabilidad psicosocial. En la mayoría de los casos una mujer no puede seguir un trámite judicial contra el golpeador mientras convive bajo el mismo techo. Menos estar presente cuando a él le llega una notificación para presentarse ante el Juzgado por una denuncia de violencia familiar.
La Declaración de la Emergencia en violencia sexual y domestica hasta ahora  ha sido aprobada y promulgada en San Pedro de Jujuy y en el Concejo Deliberante de El Carmen de Jujuy. En septiembre, el Concejo Comunal de la ciudad de Rosario sancionó un proyecto de ordenanza impulsado por la Multisectorial de Mujeres que declara la "emergencia pública en material social por violencia de género", para aumentar los recursos para atender la problemática que afecta a un número creciente de mujeres. En octubre se declaró la Emergencia en violencia de género en la provincia de Bs. As. Y en diciembre se aprobó en la ciudad de Bariloche. Estos avances ponen al movimiento de mujeres en pie de lucha para que realmente se resuelvan las necesidades de las mujeres y seguiremos luchando por una Ley Nacional de Emergencia que resuelva la urgencia frente a los femicidios.
Los Estados nacional y provinciales son totalmente responsables por su desidia, por sus políticas ineficientes e ineficaces, por los ridículos presupuestos que designan para afrontar esta problemática, porque no contamos ni hay intención de crear casas refugios donde poder acudir. Está en nuestras manos, como históricamente lo hemos hecho,  pelear por la aplicación efectiva de la ley 26.485 y la Declaración de la Emergencia en Violencia Sexual y Doméstica contra las Mujeres.
Es necesario seguir avanzando en la lucha para parar los femicidios, las violaciones y la violencia doméstica. Buscando los caminos que van hilvanando las luchas de las mujeres con las luchas de nuestro pueblo.
A las víctimas no solo las mataron sus asesinos, sino también los responsables políticos que no hicieron lo que se necesita para protegerlas. La ineficiencia e indiferencia de las instituciones del Estado son responsables de estas muertes. Porque hay responsables materiales y políticos detrás de cada caso de femicidio. El gobierno de Cristina Kirchner con su doble discurso dice tomar medidas pero en los hechos sólo deja a miles de mujeres en la más absoluta indefensión.
Los comunistas revolucionarios sabemos que estas relaciones de opresión tienen su origen en la sociedad de clases y se resolverán de fondo cuando desaparezcan las relaciones de propiedad que le dieron origen. La transformación de las relaciones de producción creará las condiciones necesarias para avanzar en la lucha por relaciones familiares basadas en vínculos democráticos e igualitarios, por eso las luchas de las mujeres están íntimamente ligadas a las luchas de la clase obrera y el pueblo por el camino que deberán recorrer hacia su definitiva liberación. Porque en la medida que se encaminen en esa dirección avanzarán en la conquista de los derechos de las mujeres.