Petrominera es la empresa que debe cuidar los intereses del Estado provincial (es decir, el de todo el pueblo chubutense) ante las empresas privadas que participan de la explotación de hidrocarburos. Entonces, lo deseable era que su directorio estuviera integrado por personas expertas en el área y que no tengan intereses personales ligados a grupos privados. Pero no fue así.
Petrominera es la empresa que debe cuidar los intereses del Estado provincial (es decir, el de todo el pueblo chubutense) ante las empresas privadas que participan de la explotación de hidrocarburos. Entonces, lo deseable era que su directorio estuviera integrado por personas expertas en el área y que no tengan intereses personales ligados a grupos privados. Pero no fue así.
Las personas designadas para ocupar esos importantes roles o no tienen la formación profesional necesaria o son, lisa y llanamente, representantes de empresas privadas. Están puestos ahí para garantizar la continuidad del negociado petrolero impulsado tanto por el gobierno nacional como por el gobierno provincial, desde el menemismo hasta la actualidad kirchnerista.
El presidente designado es Oscar Crettini, a la vez director de YPF, claramente alineado con el kirchnerismo nacional y provincial y ex-empleado de las petroleras. Entre los integrantes del directorio, está Alberto Enrique Gil, con 35 años al frente de Pan American Energy, quien se ha desempeñado últimamente como vicepresidente de operaciones de esa empresa en Cerro Dragón y, como si fuera poco, también presidente Termap. Pero no es el único que se actuará, a la vez, como juez y parte.
También van a participar Carlos Lambre, persona de confianza del intendente Di Pierro, también vinculado a Pan American Energy y Termap. No podía faltar un representante del gremio petrolero. El elegido fue Ángel Capurro, un hombre que jura a obedecer al secretario general que tenga arriba, sea quien sea.
Otra perlita. Unos de los síndicos titulares el José H. Pais, hijo del diputado Mario Pais, recientemente nombrado también conjuez, en la escandalosa lista presentada por el senador Marcelo Guinle para la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia. Como si fuera poco, entre otras ocupaciones, es abogado del Sindicato de Petroleros Privados.
Además de justicialistas, el directorio también está integrado por un representante del radicalismo. Así como en otros tiempos, uno de los interventores fuera Rafael Cambareri, ahora también hay una figura que sella el acuerdo del bipartidismo. El elegido es César A. Herrera, quien también hará las veces de síndico. Vale mencionar que Herrera es dueño de la empresa Lubricar, que transporta el personal de Pan American Energy a Cerro Dragón.
En fin, no queremos extendernos con la lista de atropellos reunidos en este “directorio”. El asunto está claro: el justicialismo y el radicalismo hicieron un acuerdo para seguir beneficiando a las empresas privadas y eso implica un perjuicio para todo el pueblo chubutense. El gobierno abrió la puerta y metió a los zorros en el gallinero.