Las centrales sindicales del País Vasco y Navarra llevaron adelante una huelga general de 24 horas la semana pasada, para protestar contra los recortes impuestos por el gobierno de España a los derechos laborales y sociales, y para exigir a las autoridades de Euskadi que rechacen las reformas económicas.
Las centrales sindicales del País Vasco y Navarra llevaron adelante una huelga general de 24 horas la semana pasada, para protestar contra los recortes impuestos por el gobierno de España a los derechos laborales y sociales, y para exigir a las autoridades de Euskadi que rechacen las reformas económicas.
Durante la jornada de huelga hubo manifestaciones en las principales ciudades como Bilbao, Pamplona y San Sebastián. Los sindicatos ELA y LAB estimaron en un 70% la adhesión en los distintos sectores, y que afectó a 211 empresas industriales de manera total, el 40%, y al 60% de las 516 empresas industriales de más de 50 trabajadores.
En las manifestaciones, algunas muy grandes, participaron cerca de 85 mil personas, y hubo algunos incidentes con la policía, que detuvo a una persona imputada por “deslucimiento de bienes” por colocar pegatinas en un cajero, y a otras dos por “falta de respeto a los agentes”, lo que muestra el crecimiento de la represión.
Los voceros de la huelga, la sexta de los últimos años, plantearon la necesidad de un nuevo modelo económico y social “decidido en Euskal Herria y libre del sometimiento de los Estados y de los ataques del capital”.