El 3 de julio se realizaron las elecciones en el Sindicato de los Trabajadores de la Educación de Mendoza (SUTE). La agrupación oficialista Celeste volvió a retener la conducción. La lista Lila (con una compleja composición de distintas líneas del PJ y de la UCR) quedó segundos y tercero el Frente de Unidad por la Recuperación del SUTE, FURS, compuesto por las agrupaciones Marrón, Verde 4 de abril, Indigo, Rosa, Naranja y Fute.
El 3 de julio se realizaron las elecciones en el Sindicato de los Trabajadores de la Educación de Mendoza (SUTE). La agrupación oficialista Celeste volvió a retener la conducción. La lista Lila (con una compleja composición de distintas líneas del PJ y de la UCR) quedó segundos y tercero el Frente de Unidad por la Recuperación del SUTE, FURS, compuesto por las agrupaciones Marrón, Verde 4 de abril, Indigo, Rosa, Naranja y Fute.
La Celeste no pudo ganar en todos los departamentos de la provincia. Godoy Cruz fue recuperado por el FURS; es también importante la elección que hizo en otras seccionales pues quedó en varios departamentos en segundo lugar. Se demuestra que el trabajo de unidad de las agrupaciones valió la pena. Muchos compañeros nuevos se han sumado a este proceso de recuperación que se inicia con este pequeño triunfo, pero que genera condiciones para ir por todos los departamentos.
El balance que se haga de esto nos permitirá afianzarnos en esta etapa; por eso es importante analizar que de 60.000 trabajadores de la educación sólo están afiliados 20.060 y de estos solo votaron 12.000. Los números hablan por sí solos: el daño que ha ido haciendo la Celeste en estos 15 años de conducción ha hecho que la desafiliación sea masiva (40.000 docentes no afiliados). Ha trabajado para que el que no está de acuerdo se vaya, y en esto, nuestro papel es muy importante porque las campañas de afiliación que hemos realizado marcan un camino. También somos los garantistas para que se elijan los delegados en las escuelas. De nosotros dependió que en cada plenario departamental la Celeste no hiciera lo que quisiera y así fuimos en unidad con varias agrupaciones de la oposición logrando ganar compañeros para enfrentar a la Celeste y al gobierno.
Las elecciones del gremio fueron asunto de Estado ya que es el mayor sindicato de la provincia y funciona como parámetro en las negociaciones paritarias para el conjunto de los gremios estatales. Es por eso que el kirchnerismo no podía permitir perder este baluarte y realizó una campaña minuciosa buscando garantizar un porcentaje del padrón, afilió durante un proceso a un número importante de trabajadores, dio prebendas, otorgó pases a su corriente, misiones especiales e inscripción en planes de viviendas y planteó que eran lo posible y que si perdían también se perdía todo lo conseguido.
Desde nuestra corriente subestimamos el juego de la Celeste y del gobierno y confundimos la bronca general que existe entre los trabajadores de la educación con la conducción del gremio con la situación en particular de los afiliados al sindicato.
Si bien los resultados le dan aire a la Celeste, no implica que exista conformidad entre los trabajadores, por el contrario la mayoría de los mismos continúan disgustados con la conducción por los escasos salarios y difíciles condiciones laborales. La nueva situación plantea la necesidad de analizar el difícil problema de contar con una masa afiliada pequeña que no refleja la voluntad de la mayoría y con importantes sectores que no quieren mantenerse afiliados al sindicato.
La Agrupación Verde 4 de Abril ha salido fortalecida de las elecciones con nuevos compañeros y nuevas relaciones y nos preparamos para continuar enfrentando las políticas de ajuste del gobierno y las maniobras de la conducción del gremio que funciona como instrumento del gobierno y nos sumamos activamente a la batalla por recuperar la Ctera de manos del gobierno.