Durante los últimos días circuló la noticia de que la mayor exportadora agrícola del país, Cargill (en 2012 exportó 19% de las harinas, 15% de los granos y 21% de los aceites del país), cerrará temporalmente una de sus plantas ubicada en Puerto General San Martín por no encontrar suficiente materia prima para moler. Según voceros de la empresa no se despedirá a ninguno de los 170 trabajadores ni se hará una rebaja en el sueldo. A causa de la capacidad ociosa, Vicentín haría lo mismo.
Según fuentes de la industria, el problema no es sólo de Cargill, “pues la capacidad ociosa promedio ha crecido de niveles históricos de entre un 10 y 15% a un 25%. Las fábricas aceiteras podrían moler unas 56 millones de toneladas anuales de soja y otras oleaginosas, pero no tienen suficiente materia prima”.
Mucha fue la inversión que llevaron adelante las empresas del complejo aceitero para agregarle valor a la producción y poder exportar aceites y harinas, pero el problema parece ser más de fondo que el cierre temporario de una de las plantas de la multinacional.
El telón de fondo
“China se ha convertido en los últimos tiempos en una aspiradora. Si el país asiático lograra aumentar la compra de nuestra materia prima, nos encontraríamos ante una situación desventajosa. Esto implicaría un aumento progresivo de la capacidad ociosa de nuestras plantas procesadoras, de las más modernas y eficientes del mundo, con la consiguiente eliminación de fuentes de empleo y baja en la entrada de divisas”, afirmó a Matías Longoni el director de Foro de Productores Agroindustriales de Soja (PAIS).
Cargill es una de las multinacionales agroexportadoras más importantes del mundo. Emplea más de 4.000 personas y tiene como principales actividades el procesamiento y exportación de cereales, oleaginosas, aceites, malta, harina de trigo, harinas proteicas y carne vacuna. Más del 90% de la producción está destinada a la exportación a China, España, Perú, Egipto, Brasil, Holanda, India, Corea, Malasia y Chile. Según datos del Ministerio de Agricultura de la Nación, durante el 2010 la empresa exportó 1.896.131 toneladas en poroto de soja, 1.067.254 en aceites y 4.434.659 en pellets de soja.
Según los economistas, dos son las razones fundamentales por las cuales Cargill para por un cuatrimestre una de sus plantas de molienda: la disminución en los rendimientos de la campaña sojera y en la exportación de subproductos. Los números hablan por sí solos.
La campaña de soja 2012/2013 (de abril de 2012 a enero de 2013) alcanzó sólo 39,9 millones de toneladas, un 19% menos respecto del ciclo anterior (9,3 millones de toneladas). No obstante, la superficie sembrada se incrementó en 350 mil hectáreas en relación al ciclo previo. Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, todas estas cifras reflejan en gran medida la sucesión de factores climáticos adversos.
“La campaña de soja 2012/2013 alcanzó sólo 39,9 millones de toneladas, un 19% menos respecto del ciclo anterior”. Asimismo, un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario muestra que la producción total de soja ha venido disminuyendo en las últimas campañas. Durante la campaña 2009/2010 la producción total de soja ha sido de 52,68 millones de toneladas, en 2010/2011 de 48,88 millones y en 2011/2012 de aproximadamente 40,10 millones. En relación al área sembrada ha variado muy poco el número, manteniéndose en 18 millones de hectáreas.
En relación a la exportación durante el 2011/2012, el país ha exportado en total 10.334.267 toneladas en porotos de soja. De ese total, 8.397.479 toneladas han sido vendidas a China. Y durante el 2012 y lo que va de este 2013 se han exportado 6.035.758 toneladas, y a China ya han ido 5.205.465. Más del 85% de la producción argentina es destinada al país asiático.
“En relación a la exportación durante el 2011/2012, el país ha exportado en total 10.334.267 toneladas en porotos de soja. De ese total, 8.397.479 toneladas han sido vendidas a China. Y durante el 2012 y lo que va de este 2013 se han exportado 6.035.758 toneladas, y a China ya han ido 5.205.465. Más del 85% de la producción argentina es destinada al país asiático”.
En cuanto al aceite de soja, durante la campaña 2011/2012 se han exportado 3.986.461 toneladas. El mayor comprador fue India con 807.203 y le siguió China con 455.997. Hasta la fecha, con lo que respecta a la campaña 2012/2013, se ha exportado casi la misma cantidad de toneladas de aceite de soja que la anterior: 3.336.917 toneladas. De ese total, a China se han exportado 702.698 y le sigue India con 677.124. El principal destino del aceite de soja son los países asiáticos.
“En cuanto al aceite de soja, durante la campaña 2011/2012 se han exportado 3.986.461 toneladas. El mayor comprador fue India con 807.203 y le siguió China con 455.997”
Y en lo que respecta a la harina de soja, durante la campaña 2011/2012 se han exportado en total 25.019.221 toneladas. A China no viajó ningún barco y el principal comprador fue Países Bajos con 2.393.258. Durante la correspondiente al 2012/2013 se han exportado 19.926.976 toneladas, China ocupando los últimos lugares (por arriba de Uruguay y Congo) con 6 mil toneladas. Este producto es exportado principalmente a los países europeos.
¿Qué hay detrás del parate de Cargill y Vicentín?
Tirados los números arriba de la mesa, se puede observar que efectivamente la cosecha de soja es menor a lo que se estipulaba – teniendo en cuenta que la frontera sojera ha avanzado de manera exorbitante-, pero en la realidad ha ido creciendo desde la campaña anterior hasta la actualidad la exportación de los dos subproductos provenientes del poroto de soja. Frente a esto, puede que haya menos granos para moler pero parece ser que la preocupación de las multinacionales va por otro andarivel.
Según el canal Telam, “las ventas locales de productos primarios a China bajaron un 6% con respecto a 2011, por el impacto de la sequía en la anterior campaña agrícola argentina. Los 20 productos más importantes en valor representaron, en conjunto, el 98,8% del total agrícola colocado por la Argentina en el país oriental, mientras los productos del complejo sojero (porotos y aceite) concentraron el 89% del total”.
“China permaneció en 2012 como segundo socio comercial de la Argentina, tanto en origen de las importaciones como destino de las exportaciones (78% de las cuales fueron agrícolas), en ambos casos detrás de Brasil y por delante de Estados Unidos. El país es, asimismo, el tercer proveedor de China en porotos de soja, cebada cervecera, maní, carne aviar y frutillas congeladas, el cuarto de tabaco, y el quinto de suero lácteo”, continúa el diario.
“China permaneció en 2012 como segundo socio comercial de la Argentina, tanto en origen de las importaciones como destino de las exportaciones”.
Y es que todo en Argentina está relacionado con China. Mientras desde el gobierno nacional se busca profundizar la dependencia tanto económica como política con el país asiático, es preocupante que sea China quien tome la sartén por el mango.
Según Reuters, la agencia de noticias con sede en Reino Unido, “el Centro de Información Nacional de Granos y Aceites de China dijo que los compradores chinos han cancelado hasta 150 mil toneladas de cargamentos de aceite de soja de Sudamérica debido a que sus abundantes suministros han presionado a los precios del aceite comestible por debajo del costo de las importaciones”.
“China canceló hasta 150 mil toneladas de cargamentos de aceite de soja de Sudamérica debido a que sus abundantes suministros han presionado a los precios del aceite comestible por debajo del costo de las importaciones”.
“China importa aceite de soja principalmente desde Argentina, el mayor exportador del mundo. Las importaciones de China entre enero y abril cayeron un 44% respecto al año previo a 220.024 toneladas”, según datos oficiales de aduanas.
Este parece ser el motivo principal por el cual Cargill ha definido que una de sus plantas no funcione por cuatro meses. Con la misma vara parece medir Vicentín. El negocio definitivamente tiene sus aliados. En el mientras tanto, en el Complejo Agroindustrial de Timbúes, Noble (de capitales chinos) sigue funcionando viento en popa con el procesamiento de más de tres millones de toneladas de soja al año para transformarla en harina de alto valor proteico, entre otros.
En tanto, los chinos profundizan el armado de su propio polo aceitero y van marcando la cancha. Mientras paran la importación de subproductos, siguen aglutinando porotos de soja. Parece que habrá que esperar para saber para qué lado da vuelta la llave de las plantas de Cargill y Vicentín dentro de cuatro meses.