Llegamos con lo justo al 100% de la plata planificada nacionalmente y en fecha. Sobre la cantidad de aportes falta recoger datos, todo indica que también llegamos. En plata es un 15% más que el año pasado y en aportes las mismas cifras, pero su realización fue más concentrada y en menos tiempo. La JCR continúa su colecta un par de semanas más con buenas perspectivas. Haber alcanzado las cifras planificadas en tiempo abordando al mismo tiempo la campaña electoral por las PASO, reflejan un grado de actuación unificada y centralizada alrededor de las necesidades del partido muy saludables. En este sentido, son un triunfo político revolucionario y estimulan toda la actividad partidaria.
Lo anterior no niega las contradicciones que debimos enfrentar en su trascurso: tanto las jugadas del gobierno K y sus servicios para ningunear los frentes que integramos, para dificultar su unidad y embarrar la cancha en su integración, como las dificultades internas que quedaron reflejados en la disparidad de resultados de la colecta en las distintas zonas, quedando incluso alguna sin hacer colecta como reflejó el termómetro.
Hubo que encontrar el modo de integrar el esfuerzo por sostener la actividad de los frentes electorales en que estamos, motorizar la afiliación al PTP y la participación en luchas como las que obligaron a retroceder en el impuesto a las ganancias sobre los aguinaldos, las huelgas petroleras, la de los pueblos originarios y campesinos pobres por tierra y juntar los fondos para nuestra colecta partidaria. A las elecciones llegamos con frentes que expresan en forma avanzada la articulación de las luchas, como el paro del 20 de noviembre con propuestas en el plano electoral, frentes que enfrentando la política K le cierran el paso a las otras derechas y en este sentido facilitaban la articulación, pero que cerraron su constitución sobre la fecha lo que requirió un esfuerzo temporal grande.
En una de las villas más emblemáticas del país, en la que nuestros camaradas abordaron a los vecinos ofreciendo la afiliación al PTP, planteando el voto a nuestro frente –para que supere el 1,5% de los votos y que nuestras luchas contra los K no las aprovechen las otras derechas–, se colocaron 98 bonos de colecta en dos jornadas. Esos 98 bonos cosechan en plata la influencia de los camaradas y son siembra con su gráfica y sus símbolos para nuevas batallas.
Un camarada que es candidato en su zona y realizó personalmente 33 aportes, nos señalaba por ejemplo que le había dado un aporte significativo un amigo que tiene expectativas y participa en proyectos con el kirchnerismo: que no deja de tener diferencias con muchos actos de gobierno, que al mismo tiempo tiene mucho respeto por nuestra actividad, que valora que argumentamos con profundidad en la crítica desde posiciones realmente de carácter nacional, populares y liberadoras, y le termina diciendo “Yo no sé porque te doy $1.000…”, y el compañero le contesta: “porque tenés un corazón de izquierda”.
En entrevistas de recursos hemos tenido aportes elevados de amigos que nos han dicho “mira te doy la plata pero voto al que le pueda ganar a esta mujer”. Hubo que discutir porque hay que derrotar a la política K y también porque no le sirve al pueblo que avance la otra derecha.
Recaudar estos fondos en medio de la campaña electoral y en el tiempo planificado, muestran la buena disposición del Partido y las buenas condiciones de masas para fortalecer nuestras finanzas; y están vinculadas a la percepción que la disputa entre los de arriba se ha tensado y es más necesario que nunca fortalecer y organizar nuestra influencia como base de un reagrupamiento de fuerzas para que la crisis no se siga descargando sobre el pueblo.
Estos fondos nos resolverán el buen funcionamiento inmediato, pero no resuelven plenamente el aporte anual que necesitan los presupuestos anuales. Nos da una serie de experiencias y caminos que si los balanceamos colectivamente, designamos los tesoreros en los organismos que no los tienen y organizamos las redes y grupos de recursos podremos concretar las finanzas necesarias para la disputa por dirigir los centros de concentración obreras y populares y preparar al partido para una nueva expansión.