La concurrencia para votar en esta provincia fue del 80%, triunfó el alperovichismo cristinista pero con menos votos que en 2011. Ellos calculaban obtener más de 50% pero llegaron al 45.7%, que son 359.697 votos. Nuevamente el despliegue de la maquinaria oficial con el dinero de todos los tucumanos, fue abrumador: más de 3.000 autos a los que pagaron un promedio de $350 a cada uno, centenares de punteros y “movilizadores” repartieron más de 300.000 bolsones y dinero “generosamente” a quienes llevaban a votar.
Acuerdo Cívico y Social, un frente que aglutina a radicales, socialistas, Libres del Sur, Democracia Cristiana, cosechó 183.380 votos (27%). Fuerza Republicana, el partido del asesino Bussi obtuvo 70.327 votos (8.5%), esto muestra que hay una franja de la población que secundariza la impunidad de los asesinos de la dictadura genocida todavía vigente.
Desplegamos desde nuestro frente una batalla política intensa, a pesar del aparato estatal, a pesar del temor a la represalia de delegados comunales e intendentes a esa enorme cantidad de trabajadores en negro o contratados por un período, a quienes se atrevían a hacer campaña a favor nuestro o se anotaban como fiscales. Se plantearon las necesidades populares, provinciales y nacionales, con propuestas concretas para impedir que la crisis la descarguen sobre las espaldas de los trabajadores y el pueblo.