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21 de agosto de 2013

Reproducimos entrevistas realizadas a integrantes de distintas comunidades, durante el 7ª Encuentro Nacional de Pueblos Originarios, realizado 
en San Javier, provincia de Santa Fe, el 13 y 14 de julio.
 

“Sin territorio no hay vida”

7º Encuentro Nacional de Pueblos Originarios

Tucumán: 
“somos parte de la tierra”
Rolando, de la comunidad diaguita Solco Yampa, expresaba: “Nuestra comunidad vive al sur de la provincia de Tucumán, hay poca gente que queda en el territorio. Ha bajado al llano porque trabajan en la caña, la papa, el limón; antes, la gente se dedicaba a hacer tejidos, frazadas, pellones, cerámica, también hacían trenzados, pero todo eso se ha ido perdiendo.

Tucumán: 
“somos parte de la tierra”
Rolando, de la comunidad diaguita Solco Yampa, expresaba: “Nuestra comunidad vive al sur de la provincia de Tucumán, hay poca gente que queda en el territorio. Ha bajado al llano porque trabajan en la caña, la papa, el limón; antes, la gente se dedicaba a hacer tejidos, frazadas, pellones, cerámica, también hacían trenzados, pero todo eso se ha ido perdiendo.
 “La nuestra es una comunidad que peleó toda la vida por la tierra. Nuestros padres y abuelos han tenido ese contacto y ese amor por la tierra, porque tenemos una tierra tan generosa. Nosotros no somos dueños sino que somos parte de la tierra. Esa es nuestra lucha y eso lo heredás. 
“Ahora hay como un despertar de los pueblos originarios en la Argentina, la gente se hace cargo de que somos una raza originaria, de que éste es nuestro territorio. Nosotros venimos de años de pobreza, a la escuela hemos ido descalzos, no hemos tenido cuadernos por la situación económica, no porque no hemos luchado. 
“Lo que enfrentamos permanentemente es la persecución, porque un juez o un fiscal hace una orden de desalojo y vienen a desmontar. A mí en el 2010 me hacen una orden de allanamiento y me meten preso por defender la tierra contra los terratenientes. Por eso digo que el poder que tiene un juez, un fiscal, lo usan para eso. El terrateniente no tiene ningún título pero el fiscal tiene el poder y le demuestra a tu gente que ellos son dueños, como siempre lo han hecho. Entonces tu gente como que entra a tener miedo.”
Más adelante, Rolando cuenta que en esa lucha en el 2010 estuvieron acompañados por integrantes de la Uatre y por compañeros de la CCC. “Hace poco, el 30 de julio, hemos hecho otra movilización, también me ha acompañado la CCC, porque el legislador José Comte estaba desmontando y cortando madera de nuestra comunidad. Nosotros filmamos, sacamos fotos y lo sacamos en el diario La Gaceta, después la Defensoría del Pueblo lo multó. Y como él es un legislador que tiene plata y nosotros no tenemos nada, salió a decir que yo estaba en el narcotráfico, inventó cosas… Le hemos hecho una denuncia por calumnias e injurias y ha caído la denuncia que nos hizo, por falta de pruebas.
“Hay que luchar con la prensa, y organizarse políticamente. Todos sabemos que peleamos por la tierra, por nuestra historia, por nuestra identidad, y porque las generaciones el día de mañana crezcan y se desarrollen en esta tierra. Creo que si nos hermanamos así y lo hacemos con el corazón… tiene que terminarse eso de las muertes. Yo sé que nuestros padres y abuelos nos van a ayudar, como siempre lo han hecho, pero aquí en la tierra Dios no se va a bajar, tenés que acomodarla vos, la tierra la tenés que trabajar vos.”, finalizó este representante diaguita.
 
San Juan: Peleamos contra 
la escasez de agua 
Ariel Camaro es miembro de la Comunidad Huarpe Salvador Talquenca; Víctor Barroso pertenece a la Comunidad Pinkanta, ambos huarpes de San Juan. Comienzan contando que viven en Encon, en el Departamento 25 de Mayo, en el límite de Mendoza, San Juan y San Luis. 
Ariel: “Estamos con la lucha y defensa de nuestro territorio, de la tierra. También con el tema del agua, que es una escasez hoy en día. Estamos tratando de organizarnos con otras familias en las comunidades y dar una lucha por la solución del tema del agua. 
“Hará dos años atrás que el río de San Juan y Mendoza se secó completamente y todas las familias productoras de la zona están con sequía y no tienen para darle a los animales que comenzaron a morir. El agua es algo esencial porque la gente vive de la producción de chivo. Es una zona muy desértica. Lo único que cuenta la familia es con el agua del río. Ahora tienen que hacer aguadas o pozos a pala para poder darle a los animales. Como el río ya se secó hace bastante tiempo, las napas de agua van bajando cada vez más, los animales se mueren o hay que venderlos obligadamente para no perderlos. 
Víctor: “A nivel nacional, las tierras comunitarias están relevadas, pero el gobierno provincial no nos reconoce, y el municipal tampoco. Lo que pasa es que las leyes en la provincia no se articulan, las provincias son autónomas, eso debería ver el gobierno cómo se debe hacer para negociar con la provincia, entregar comunitariamente las tierras con títulos.”
Ariel: “Son cuarenta familias más o menos por cada comunidad huarpe. Y hay cerca de diez comunidades en total. También hay otras comunidades que no son huarpes y que están algunas en procesos organizativos y otros que no se reconocen ante el Estado y tienen su forma de organización.”
Víctor: “Cada comunidad es autónoma, estamos viendo con el hermano Ariel para ver si podemos armar una organización en San Juan, porque todos tenemos las mismas necesidades: educación, salud, lo que no se da a las comunidades, para ver qué se puede conseguir. Nosotros pertenecemos a la comunidad Pinkanta, son ciento treinta familias, pero no alcanza, todos somos hermanos y tenemos que tener todos por igual.”
Con respecto a cómo se organizan, Ariel cuenta que en San Juan “en la ciudad, históricamente ha habido tres o cuatros comunidades que siempre han estado articulando con INAI haciendo los trámites”, en cambio “las comunidades que están en el campo han tenido otro proceso organizativo. Ahora, a partir de los conflictos por la tierra, entre las comunidades hay más articulación, más ayuda de trabajo, buscamos que las urbanas y las del campo sean reconocidas, intentando armar un frente para que tenga más fuerza también la organización, porque somos pocos en la parte sur sanjuanina y es un poco fortalecernos y poder luchar por las necesidades que hoy tenemos.” 
Chubut: Mapuche-tehuelches   contra la megaminería
Fabiana Lefimí es de la comunidad mauche tehuelche Che Lefimí de Chubut y cuenta: “La problemática que nosotros tenemos es la megaminería que se nos ha instalado en nuestro territorio. En mayo, a través de la Asamblea de vecinos autoconvocados “No a la mina de Esquel”, hemos logrado sacarle la habilitación a la empresa Gold, que estaba asentada en Esquel, se le ha sacado la habilitación comercial. 
“Mi localidad está a 255 kilómetros de Esquel. A 70 kilómetros de nuestra comunidad se instaló el proyecto Navidad -son la misma concesión pero se ponen distintas denominaciones-. Hay un montón de pozos, ya se trabajó en las perforaciones, han llevado mucho material a Mendoza. Ellos ya terminaron lo que es la parte de cateo, pero no pueden avanzar en el trabajo ahora con esta ley que está en la provincia de Chubut, que es la 5.001, donde prohíbe todo tipo de minería a cielo abierto con cianuro. 
“Hemos marchado a la Casa de Gobierno, a la Legislatura, reclamando por nuestro derecho que se nos ha violado sobre todo con las perforaciones de agua para los cateos, pincharon muchas napas de nuestro territorio. Hay mallines que se han secado, desde el año 2011 se están haciendo perforaciones que hasta el día de hoy están cerradas con candado.
Fabiana cuenta que su comunidad está integrada por ocho miembros: “mi mamá y sus siete hijos, cinco mujeres y dos varones.” Dice que el 17 de diciembre de 2009 “hicimos una recuperación de tierras que el mismo Estado nos sacó para dárselas a unos terratenientes españoles. Ellos compran una parte a mi tío y a mi padre, pero se adueñan de más tierras. Ya una vez nosotros crecidos buscamos qué era en realidad lo que se había vendido y cómo se había vendido. A partir de eso empezamos a juntar documentación hasta que recuperamos nuestro territorio y ahí estamos también con el ganado, con huerta, cuidado de la naturaleza, hacemos encuentros. Hicimos nuestro año nuevo mapuche. Estamos muy fortalecidos, rodeados por las dieciocho familias que integran la comunidad Tukatetren, y a la vez participamos de los encuentros que se hacen en la meseta dos veces al año, lo hemos hecho el 17 y 18 de mayo. 
“Nosotros siempre decimos que sin territorio no hay vida; partimos de decir que nosotros no somos dueños, somos parte de la tierra, nacemos desde ahí y el día que nos muramos, vamos a parar a la tierra nuevamente. Estamos con los relevamientos territoriales para que no se nos quite más territorio. No estamos de acuerdo que lo haga la provincia, porque de hecho si es la misma Dirección de Asuntos Indígenas del Chubut la que nos ha sacado territorio, ¿qué relevamiento nos va a hacer? ¿Para qué quieren saber qué territorio tenemos, para seguir sacándonos más?, porque de hecho, nunca a los indios les dieron título de propiedad, ni individual ni comunitaria. Entonces lo que nosotros queremos, ya que lo agarró la provincia, que de una vez por toda nos den los títulos comunitarios que estamos pidiendo”.