El Frente Progresista agradece la confianza depositada por más de 60.000 comprovincianos en esta fuerza y manifiesta su preocupación ante la prepotencia del gobierno que pretende modificar el perfil productivo rionegrino y llama al pueblo de Río Negro a defender su cultura, su trabajo y su medio ambiente.
El Frente Progresista agradece la confianza depositada por más de 60.000 comprovincianos en esta fuerza y manifiesta su preocupación ante la prepotencia del gobierno que pretende modificar el perfil productivo rionegrino y llama al pueblo de Río Negro a defender su cultura, su trabajo y su medio ambiente.
Tanto el gobierno nacional como el provincial se han propuesto destruir la producción sustentable y el medio ambiente de la provincia de Río Negro. El Frente Progresista no se opone al desarrollo energético y minero de la provincia. Pero el mismo debe venir de la mano del desarrollo de energías renovables, con métodos alternativos que duren en el tiempo y den vida en lugar de generar muerte y despoblamiento. Que no destruyan el resto de las actividades humanas de cada una de nuestras regiones. Respecto a la minería potenciar la de los materiales nobles de nuestras canteras y no del oro que se extrae contaminando.
Ya hay torres petroleras en medio de las chacras en Allen, a metros del Río Negro. La derogación de la prohibición de uso de cianuro, primera arremetida del Frente para la Victoria en consonancia con la arremetida extractivista del gobierno nacional ya permite avanzar con los proyectos megamineros en la región sur. Paralelamente se desatienden los reclamos de los productores frutícolas, ganaderos y del sector de la pesca y se pone en riesgo la actividad turística.
Al cambiar la matriz agraria del Alto Valle pretenden transformar el hermoso valle que puede sustentar vida y trabajo para futuras generaciones en un mar muerto que hoy podrá generar algunos pocos empleos bien pagos y renta a los dueños de la tierra pero que terminará por despoblar uno de los más bellos y productivos valles del mundo. Esta política la vemos en la práctica y en las recientes declaraciones del propio gobernador y de su secretario de energía, Guillermo Gesualdo que manifestó que “ojalá haya varios chevrones en Río Negro”.
La castigada región sur puede resurgir con las explotaciones tradicionales y el turismo, nunca con la contaminación de la minería que solo beneficia a las grandes corporaciones.
Nuestra costa hace tiempo que no tiene una política para recuperar la pesca de las pequeñas y medianas embarcaciones, la industria frigorífica y las exportaciones por nuestro puerto, que deberá ser recuperado para fomentar la producción rionegrina para la cual fue ideado.
Lejos de modificar el rumbo destructivo de la política de los 90, los mismos personajes de aquel entonces siguen profundizando la obra macabra.
En las elecciones de octubre la ciudanía rionegrina puede hacer oídos sordos a este grave problema o ponerle un freno votando contra los responsables de esta situación y a favor de quienes defienden la vida, la producción, el trabajo y la cultura de nuestro pueblo.
La ciudadanía ya insinúa su molestia y rechazo a este plan destructivo del gobierno. Los resultados del pasado domingo 11 de agosto muestran una reducción en casi 30 puntos del caudal electoral del Frente para la Victoria y una diáspora irreversible del voto del otrora poderoso partido radical. También muestran el creciente peso del Frente Progresista que será la mejor opción electoral que tendrán los rionegrinos para frenar estos nefastos planes y comenzar a construir una propuesta de gobierno para el 2015 seria, responsable, transparente que unifique las necesidades de la sociedad con las acciones de gobierno.
El 27 de octubre el pueblo rionegrino dará una lección de dignidad a favor de la vida, de su cultura y su tradición de pueblo de trabajo y producción cambiando con su voto el actual rumbo político. n
Lamarque, Río Negro, 24 de agosto de 2013.