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28 de agosto de 2013

¿Cómo hacer frente a la inseguridad de hoy?

ORGANIZAR LAS ASOCIACIONES DE AUTODEFENSA CIUDADANAS EN LOS BARRIOS POPULARES

El avance de la droga, la trata y el crimen organizado se convirtió en un brutal castigo para las grandes masas populares. No hay barrio, y lugar de trabajo o estudio, donde no se escuchen, a diario, relatos angustiados de robos, violencia y muerte, violación y desaparición de pibas, zonas controladas por los narcos, etc. Todas esas situaciones van unidas a la confirmación de la complicidad de las policías, y los aparatos político y judicial, es decir, del Estado.

La política del gobierno K margina a grandes masas juveniles. Más de un millón no estudian ni buscan trabajo. Han creado un gigantesco cardumen en el que reclutan y “mandan al frente” las bandas de narcos, trata y el crimen organizado. A esto se une convertir a las fronteras en “zonas liberadas” convirtiendo a la Gendarmería y la Prefectura en fuerzas de choque contra la protesta popular.

La receta de la aplicación de tecnologías modernas de control, es para los barrios de la burguesía y sus countries; no para el pueblo.

La lucha por condiciones de vida, estudio, trabajo, salud, deporte, vivienda y recreación de la juventud es la primera condición para disputar a las masas arrojadas al infierno por el sistema.

Al mismo tiempo, enfrentando hechos brutales, se suman barrios en los que los vecinos se organizan y toman en sus manos la lucha contra la inseguridad. Algo de esto probaron masas de los conurbanos en las noches de los saqueos del 2001, y también frente a tormentas o inundaciones, en las que, luego de lo que destruye la naturaleza, vienen los saqueos de lo poco que tienen.

Esas organizaciones de autodefensa de las masas se ven obligadas a disputar cuadra por cuadra, manzana por manzana, a las bandas que les disputan no solo el control de la zona, sino que corrompen a sus hijos, los esclavizarlos con la trata o los destruyen con el paco y demás drogas.

Es una lucha dura, difícil y desigual. Pero las masas buscan un camino para avanzar hoy, en lo que más tarde exigirá barrer con este Estado podrido y construir otro nuevo, en el que el pueblo tenga en sus manos el poder político, el poder de policía, y el poder de aplicar justicia a los que esclavizan o destruyen a sus hijos.