Los trabajadores de ALLOCCO estamos en constante lucha por nuestro derecho a trabajar, salarios atrasados, y en defensa de nuestra fuente de trabajo.
ALLOCCO era la principal proveedora a nivel nacional, y la tercera a nivel mundial, de maquinaria y repuestos para la industria aceitera. Hace 2 años fue comprada por DesmetBallestra, empresa belga que ocupa el cuarto lugar en el mundo en el mismo rubro. Luego de un tiempo, Desmet vende el paquete accionario a un tal Markous, quien se ha ocupado de endeudarla. Actualmente ALLOCCO es propiedad del Sr. Markous (lo suponemos testaferro de Desmet) quien nos impide la compra de materiales e insumos productivos para responder a los constantes pedidos que nos llegan. Esto nos hace suponer que estamos frente a una maniobra de vaciamiento a costa de los trabajadores.
Es así que una empresa nacional, que atiende un rubro clave en la economía argentina, para agregarle valor a la producción agraria (y no ser simples exportadores de materias primas) es víctima de una maniobra fraudulenta de una empresa extranjera. Por lo que no sólo están en juego los intereses de las 140 familias afectadas, sino también el interés nacional. Los gobiernos no pueden ser indiferentes a esto. Más teniendo en cuenta que el Gobierno nacional tiene una deuda varias veces millonaria con la empresa en concepto de retorno de impuestos, que de saldarse permitiría cobrar los salarios atrasados y recuperar el ciclo de producción.
Hoy la fábrica se encuentra bajo custodia de los trabajadores, para salvaguardar el equipamiento y el potencialproductivo.
Hace ya cinco meses que no recibimos pago alguno por nuestro trabajo de parte de la patronal. Además nos encontramos sin cobertura médica, sin servicios de urgencia médica (ambulancia), y sin seguro de ART, con lo cual ante una eventual accidente no hay ningún tipo de cobertura.
Ni Marcelo Markous, ni su esposa, Amparo Corral (Presidenta del Directorio) han dado respuesta alguna a los constantes reclamos, dejando clara la intención de vaciamiento y quiebra de una empresa con todo el potencial para el abastecimiento del mercado nacional e internacional.
Esta situación sistemática e intencional provoca un estado de abandono, precarización y vulnerabilidad en 140 familias de trabajadores santafesinos altamente calificados.
A partir de ganar la calle exigiendo respuestas a los gobiernos, hemos recibido de estos pequeños paliativos y vagas promesas que no cambian nuestra situación de fondo.
Empobrecidos, endeudados,y con algunos compañeros en situación de desalojo, no nos queda más remedio que continuar ampliando el reclamo.
Logramos que la Justicia Provincial incluya la figura de un veedor, a fin de controlar e informar los movimientos de las cuentas de la firma. Pero esto no priva al Sr. Markous del manejo de la empresa, permitiéndole continuidad a su plan de vaciamiento y abandono.
Los trabajadores de ALLOCCO tenemos como objetivo lograr el compromiso y acción de las autoridades del Estado (municipal, provincial y nacional) a fin de garantizar nuestros medios de subsistencia y salvar nuestra fuente de trabajo. Necesitamos que las autoridades políticas locales y provinciales acompañen nuestro reclamo, y generen una reunión en Capital Federal con los máximos representantes de los Ministerios de Trabajo, de la Producción y la AFIP, de la cual salgan las respuestas de fondo.
En ese sentido, venimos siendo apoyados por una Multisectorial amplia, conformada por representantes de la CGT, la CTA, la Iglesia Católica, Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, organizaciones sindicales y sociales, colegios profesionales y partidos políticos, que acompañan nuestras movilizaciones y acercan solidaridad.
De nuestro sindicato, la UOM, reclamamos un acompañamiento permanente e incondicional. Proponemos que sus cuerpos orgánicos convoquen en toda la seccional Rosario a un paro de 1 hora, durante el cual se realicen asambleas informativas.
Porque los obreros de ALLOCCO hoy somos la avanzada en la lucha por impedir que la crisis económica en curso la paguemos los trabajadores. Es justo y necesario que nuestra causa sea defendida por todos los metalúrgicos, ya que lo que hoy nos pasa, mañana le puede tocar a cualquier fábrica.