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02 de octubre de 2010

Un plan a la medida de los monopolios

Hoy 1208 / Neuquén: la crisis energética reavivó el negocio de las petroleras

Luego de la reunión de Cristina K, Lula y Evo Morales, que terminó en un rotundo fracaso para el gobierno en su intento para obtener un volumen mayor de gas, se reavivó todo el negocio petrolero y energético. Cristina corrió a Venezuela para pedir a Chávez fuel oil y gas oil, para abastecer la centrales termoeléctricas y tener gas para el consumo industrial y domiciliario, ya que esperan un invierno complicado. La crisis energética volvió a aflorar pese a que el gobierno la sigue negando.
Con este trasfondo, en la Rosada acaban de lanzar la continuidad del Plan Energía Total y gas plus. Allí el ministro De Vido explicó los alcances del mismo.
El gobierno volvió a aumentar las retenciones a las exportaciones de gas, liberaron el precio del gas en boca de pozo para los nuevos yacimientos, aunque éstas sean viejas concesiones. Un precio mayor permitiría también sacar el “tight gas” o gas de arenas compactas, que se encuentra entre los 2.300 y 3.400 metros de profundidad. Dicen que con estas medidas alentarían a las petroleras a invertir en tecnología para estos yacimientos, que son muy grandes aunque tienen una producción diez veces inferior a un yacimiento tradicional.
En este paquete están discutiendo las prórrogas de todas las concesiones, como lo acaba de anunciar el gobierno de Sapag en Neuquen, a la que ellos prefieren llamar renegociación de los contratos. El gobierno provincial quiere prorrogarlas llevando las regalías al 18%, un 6% más del actual, y una suma por única vez del 25% de la facturación del 2007.
En este juego grande, donde se va a repartir el negocio energético, fueron de la partida también Guillermo Pereyra del gremio petrolero de Neuquén y Río Negro, y Oscar Lezcano de Luz y Fuerza.
Este es un plan a la medida de los monopolios petroleros, por eso los voceros de Repsol han dicho que las acciones del gobierno “son una respuesta racional y positiva destinada a aportar energía adicional necesaria para sostener el crecimiento de la actividad económica del país”.
En Neuquén esta película ya la vimos cuando Sobisch prorrogó “Loma de la Lata” –el yacimiento más grande de la Argentina– 17 años antes de que venciera la concesión. Lo hizo por un canon por única vez de 300 millones de dólares, y supuestas inversiones millonarias, miles de puestos de trabajo, bienestar para la provincia y su pueblo.
Lo anunciado en la Casa Rosada no es más que un plan que profundiza la continuidad de la entrega y el saqueo de nuestros recursos energéticos. Por eso tenemos que redoblar la lucha por impedir esta nueva vuelta de tuerca de la dependencia que son las prórrogas de las concesiones, en el camino de nacionalizar y estatizar los recursos energéticos que son patrimonio del pueblo argentino.