“Nosotros hicimos una reunión el martes pasado con los compañeros que son candidatos del PTP de la tercera sección electoral. Allí discutimos la consigna hacia las elecciones de octubre de nuestro Partido. Acordamos en que el 27 de octubre hay que votar candidatos del pueblo para seguir castigando la política de Cristina Kirchner-Scioli. Obsérvese que no decimos “Cristina y Scioli”, sino Cristina-Scioli. Porque está claro que hay una unificación de sus políticas, evidente a partir de la campaña electoral; Scioli banca la política nacional, y Cristina banca la política en la provincia, como se vio en el nombramiento de Alejandro Granados como jefe de Seguridad en la provincia de Buenos Aires. Esto trae contradicciones dentro del kirchnerismo.
Las PASO, por un lado demostraron su carácter proscriptivo, y que cómo votó la gente ha sido un castigo muy serio a la política nacional. No es que los votantes sean todos massistas, o denarvaístas, etc., sino que la gente buscó de qué manera castigar; es un voto del pueblo en contra de una política. El propio Massa ha dicho que la votación no fue un cheque en blanco. Es consciente que ha aglutinado detrás de sí a sectores que lo utilizaron para castigar al gobierno nacional.
Nos planteamos mantener lo que se logró y pelear por ampliarlo. Sabemos que es difícil. Nosotros pasamos en tres secciones electorales: la segunda, la octava, y la tercera, pero no en todos los municipios que las integran, salvo en la octava. No tenemos lista de diputados nacionales. En la tercera hemos pasado en 8 municipios sobre 19. El carácter proscriptivo se ve en que en algunos municipios quedamos al borde, como por ejemplo en La Matanza donde faltaron 200 votos, y en Presidente Perón, por 8 votos. Con más tiempo hubiéramos pasado. Ese fue uno de los inconvenientes que tuvimos, prácticamente con sólo 20 días de campaña, con una casi nula cobertura de los medios. Lo que se ha podido instalar del frente Podemos ha sido a pulmón, casa por casa.
También jugó en contra que si bien participamos en frentes con las mismas fuerzas en diversas provincias, todos tienen distintos nombres. La Unidad Popular ha planeado esto mismo como problema, incluso en la Capital Federal. Porque muchas cosas de la Capital Federal repercuten en la provincia, e incluso se le da más bolilla en los medios, aunque la provincia sea lo principal desde el punto de vista del caudal electoral. Está abierta la posibilidad de discutir, después de las elecciones de octubre, cómo seguir nacionalmente en relación a las elecciones del 2015, con un frente que tenga presencia, no 20 días antes, sino desde que pase octubre.
Ha habido interesantes discusiones, entre nosotros, y con los integrantes del Frente. Algunos plantean que ahora tenemos que trabajar para ganar a los sectores de izquierda. Nosotros planteamos que desde el punto de vista de la estrategia que tenemos, ese no es el problema. Nosotros tenemos que trabajar sobre una amplia franja popular. Por supuesto disputaremos también la izquierda, pero el problema son las masas peronistas. Porque nosotros no trabajamos para un frente de izquierda, sino para un frente popular. En eso coincidimos fundamentalmente con la UP. Algunos dicen que en la Tercera se pasó por la imagen de algunos candidatos, pero en realidad se sacó más votos en los municipios que en la sección.
Nosotros impulsamos, donde no tenemos lista en la provincia, un voto programático. Eso está en la resolución del Frente. Hacer campaña donde se pasó, y voto programático donde no. Por discusiones en las fuerzas, no se definió, como sí lo hicimos nosotros, el voto programático para diputados nacionales en toda la provincia.”
Una provincia en problemas
“A partir de la discusión de la consigna, queda claro cuáles son los problemas principales de la provincia de Buenos Aires, que son los problemas nacionales: la inflación en primer lugar. Un diario publicó hace pocos días que el 50% de los trabajadores gana entre 3 y 4 mil pesos por mes. Esto no tiene en cuenta a los jubilados, de los cuales el 75% gana 2.400 pesos por mes.
El otro día conversaba con una compañera. Ella tiene 6 chicos. “Yo necesito comprar 2 kilos de pan y 2 litros de leche. No puedo comprar el pan de 10 pesos porque no me rinde, tengo que comprar el que está a 16/18 pesos el kilo, porque son más piezas”. Esa compañera gasta $1.500 por mes sólo en pan y leche. Es decir, que un trabajador que gana $3.000, la mitad se le va en pan y leche. No hablemos que tienen que comer.
La inflación hace que la mitad de la población esté en la pobreza, y una gran parte en la indigencia. Ha aumentado la gente que necesita alimentos, han crecido los comedores populares. En esta situación, el gobierno de la provincia de Buenos Aires no entrega más alimentos a los sectores necesitados. Aumentó la desocupación. En la provincia se siente la situación de las automotrices, de las aceiteras, los ceramistas (como los del Parque Burzaco que están en conflicto porque trabajan 7 x 1). Son todas cuestiones que hacen a una política nacional, pero al ser la provincia el 40% de la población total del país, se manifiesta con toda fuerza.
Scioli practica esta política. Hay muchos cascarones de hospitales en la provincia, pero los hospitales existentes no tienen personal, ni insumos, etc. Se rompe un tomógrafo como en el Hospital Evita y no hay cien mil pesos para arreglarlo. El Hospital Santamarina está en conflicto hace casi un año, porque se tapan las cloacas y desbordan en la cocina, hay ratas en los quirófanos, echan profesionales, echan trabajadores.
En la educación lo mismo. Los salarios de los docentes, y de los trabajadores estatales son miserables. Los docentes tienen que hacer dos o tres turnos para obtener un salario que sería el que corresponde a un solo turno. Los municipales ganan $3.000 en promedio. Con las escuelas pasa lo mismo que con los hospitales. Se hacen algunas, que no llegan a cubrir las necesidades de la población, sobre todo en lo que hace a jardines de infantes, y las que están se caen a pedazos. Cada vez se da menos plata por chico para los comedores escolares, y se ha reducido la cantidad de chicos a los que se llega. Esto en momentos que crece el hambre en el conurbano bonaerense.
Hay otras cuestiones, que hacen a la política nacional, que agravan la situación de los bonaerenses, como es la política de transportes. No hablemos de los ferrocarriles en la zona oeste, que sabemos que está muy mal. En el sur el Roca estuvo parado varias veces. No hay renovación de vías, de material rodante, etc., y se han puesto millones y millones de pesos en ferrocarriles.”
La inseguridad es un problema social
“El otro tema es el de la inseguridad. De esto se habla mucho. Ahora se ha nombrado un ministro de Seguridad, hombre de revólver al cinto, como si esto fuera el “far west”. El problema de la inseguridad es un problema del Estado, que apaña. En estos 10 años del kirchnerismo, si bien el proceso venía de antes, se han instalado todos los carteles de la droga. Tienen vinculaciones con el poder y con quien dirige en la Argentina. Cualquier vecino sabe en un barrio donde se vende droga, y la policía nunca los encuentra. Desde ya no es la policía en sí, sino toda una estructura del Estado.
Para resolver la inseguridad en primer lugar hay un problema social. Para los jóvenes no hay educación, no hay trabajo, no se los integra a las actividades. Eso sí, se quiere bajar la edad de imputabilidad para meterlos en la cárcel. No hay atisbo de resolución de ningún problema. La inseguridad no se puede resolver si no se cambian cosas de fondo en la Argentina. Tienen que organizarse los vecinos de los barrios para resolver la inseguridad, porque no se va a resolver ni con la policía ni con la gendarmería. Podrán reprimir más a algunos, encarcelarán a más jóvenes, pero no van a resolver nada, porque el tema está arriba, y todo el aparato político que gobierna este país sabe bien cómo es. Cuando salta algún jefe policial, es por la disputa entre distintos sectores, entre distintas mafias.”
Unir lucha y votos
“El tema, tanto en la inseguridad, como en todo, es cómo se unen las luchas y las elecciones. Por eso creo que el gran acierto ha sido constituir un frente con los que hemos venido luchando en las calles. Para no irnos muy atrás, nos unimos los que estuvimos en el paro del 20 de noviembre del 2012, y que iremos al paro del 10 de octubre ahora. Nos hemos unido en la calle. Faltan que se incorporen muchos a este reagrupamiento, pero se ha dado un paso importante. Por eso no nos han facilitado los instrumentos para instalar el Podemos en la provincia de Buenos Aires. Porque este frente no le gusta ni a los que están en el gobierno, ni a los que pueden llegar a estar. Esto es un tema de fondo. Un hombre como De Gennaro, diputado nacional, casi no aparece en la TV, y hay otros que están permanentemente. Por supuesto algunos pagan para estar, pero además hay una decisión política de instalar a algunos como el FIT, que es la izquierda tolerada por este sistema.
Hay acuerdo en pelear por mantener el frente Podemos, más allá del nombre, y de unificar nacionalmente. Hacia las elecciones de octubre vamos a pelear para que la gente castigue la política del gobierno, pero no de cualquier manera, sino con candidatos del pueblo que han enfrentado esta política, no sólo con el kirchnerismo, sino que pelearon contra la dictadura, el alfonsinismo, el menemismo, y la Alianza. Por eso el 27 peleamos un voto que profundice el castigo de la política de Cristina-Scioli en la provincia de Buenos Aires.
