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09 de octubre de 2013

El intercambio muestra la dependencia

La balanza comercial de Argentina

En el comercio exterior de Argentina, como países individuales, el primer lugar lo ocupa Brasil y el segundo, China.

En el comercio exterior de Argentina, como países individuales, el primer lugar lo ocupa Brasil y el segundo, China.
Brasil compra el 21,9% de nuestras exportaciones, y nos vende el 25,2% del total que importa nuestro país. El principal intercambio se da en las manufacturas de origen industrial, de las que compra el 48,8% de las exportaciones argentinas –con la particularidad de que el 68,1% de estas compras pertenecen al rubro de material de transporte terrestre–, en tanto que las importaciones de Brasil en productos industriales representan el 91,1% de lo que Argentina compra en ese país (el principal déficit es el del sector automotor, regido por los monopolios imperialistas de Europa y Estados Unidos). Esto da un desbalance industrial de 2.130 millones de dólares en el semestre, que en gran parte se compensa por las compras de Brasil de bienes primarios y combustibles y lubricantes, por lo que el saldo comercial resulta negativo en sólo 447 millones de dólares en el semestre.
En cuanto a China, compra sólo un 7,2% del total de nuestras exportaciones, mientras que de allí compramos el 14,6% de nuestras importaciones. Con la particularidad de que el 59,1% de lo que nos compra son productos primarios (el 16,2% del total de productos primarios que exportamos), y en manufacturas de origen agropecuario solo compra un 5,6% del total que vendemos, en contraste con otras áreas, como la Unión Europea, el Sudeste Asiático e incluso Medio Oriente, donde la compra de manufacturas de origen agropecuario son mucho más significativas. En cuanto a lo que Argentina importa de China, son muy significativas las compras de bienes de consumo (un 24,4% de los bienes de consumo que importa el país) y de bienes de capital y de piezas y accesorios de bienes de capital, fundamentalmente productos electrónicos y sus partes para su ensamblaje en el país (que van desde celulares a computadoras, con un régimen impositivo promocional)1. De lo que  resulta que individualmente China es el país con el que mayor déficit comercial tiene la Argentina, incluso en relación a las otras dos grandes áreas con las que tiene déficit, la Unión Europea y el Nafta (la Asociación Norteamericana de Libre Comercio, que incluye Estados Unidos, Canadá y México).
En el cuadro adjunto, con los datos del primer semestre de 2013 –los últimos publicados por el Indec–, incluimos estas dos últimas regiones a los efectos comparativos, con las cuales también la industria argentina tiene fuerte dependencia. De estas dos regiones es el 32,4% de las importaciones argentinas, y si sumamos Brasil y China, cubrimos el 72,2% del total de importaciones. Este desfasaje comercial se cubre principalmente con exportaciones primarias y de manufacturas de origen agropecuario con las regiones de la Asociación de Naciones del Este de Asia (Asean), Magreb y Egipto, y Medio Oriente (de la que solo son significativas las compras de combustibles y lubricantes). n
 
1  Un ejemplo de lo que para el gobierno kirchnerista significa su “política industrialista” en su objetivo de “la relación estratégica” con el imperialismo de China, lo dio el ministro Randazzo cuando en su reciente visita ese país, a cambio de la “prueba de amor” de la compra de 700 coches, indicó que “dentro del sistema ferroviario argentino es clave que CSR Sifang se comprometa a instalar una planta en el país, en primer término para poder darle mantenimiento a estas nuevas formaciones y a mediano plazo para poder fabricar los coches en el país”. (El Argentino, 24/9/2013).