El presidente Mujica, hace pocos días en su discurso ante la Asamblea General de la ONU, además de exponer, en su estilo habitual, su filosofía oportunista, manifiesta que “es del sur y viene del sur”. Pero luego, aprovechando su estadía en EEUU se entrevista con Rockefeller y Soros, y expresa públicamente coincidencias con ellos en torno a la política de legalización de la marihuana.
El presidente Mujica, hace pocos días en su discurso ante la Asamblea General de la ONU, además de exponer, en su estilo habitual, su filosofía oportunista, manifiesta que “es del sur y viene del sur”. Pero luego, aprovechando su estadía en EEUU se entrevista con Rockefeller y Soros, y expresa públicamente coincidencias con ellos en torno a la política de legalización de la marihuana.
Luego de esto, el 2 de octubre hace conocer la aprobación unilateral del gobierno uruguayo, del aumento de la producción de celulosa, de UPM (ex -Botnia) en 100.000 toneladas que se suman a las 1.100.000 actuales. Ese mismo día a la noche y ya en plena crisis diplomática con Argentina, convoca a una de esas ya habituales reuniones en el “Quincho de Varela” donde concurren desde dirigentes sindicales oportunistas y empresarios amigos del gobierno, hasta la propia embajadora de los EEUU. Esta vez se trataba de “juntar fondos” para el Plan Juntos.
Ante esta situación expresamos nuestro rechazo a esta medida y reafirmamos nuestra solidaridad con la justa lucha del pueblo argentino y en especial con la lucha de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú, contra la infame instalación de esta pastera en el Río Uruguay.
Reafirmamos nuestra posición de que esta pastera, de capitales finlandeses, es contaminante y afecta el medioambiente y la producción de los dos países limítrofes, más allá de los estándares que fijan los mismos organismos internacionales que vienen prohibiendo estas industrias en el primer mundo.
La instalación de Botnia, hoy UPM, en un río compartido, ha lesionado gravemente las relaciones entre dos países y pueblos hermanos, y fue precedida por un infame Tratado de Inversiones con Finlandia que entrega gravemente la soberanía nacional a los monopolios imperialistas, reconociendo la jurisdicción del CIADI, organismo que funciona en el marco del Banco Mundial, en caso de controversias.
Nos oponemos y venimos luchando contra la instalación y permanencia de las pasteras de celulosa. Porque además de lo antedicho, basan su producción en el monocultivo de eucaliptos y una gigantesca concentración y extranjerización de la tierra, que en estos años, ya ha expulsado a miles de pequeños y medianos campesinos y productores, además de afectar nuestros recursos hídricos y erosionar gravemente la propia tierra.
El Estado uruguayo ha concedido a esta empresa todo tipo de exenciones impositivas, garantiza sus superganancias de cientos de millones de dólares al año, zonas francas y puertos, además de hacerse cargo de la construcción y mantenimiento de carreteras y demás servicios logísticos que necesita.
Esta nueva medida en favor de un monopolio imperialista no es un hecho aislado. Los dos gobiernos del Frente Amplio han profundizado la política de entrega de nuestros recursos naturales y soberanía, promoviendo la instalación de industrias y cultivos contaminantes y depredadores, como: los monocultivos sojeros y forestales, la megamina a cielo abierto de Aratirí, la regasificadora de Puntas de Sayago, o el puerto de aguas profundas en Rocha. Esta situación que desenmascara aún más al gobierno, muestra también que éste cuenta, en este tema, con el pleno apoyo de los partidos de la derecha tradicional, cuya política de explotación y entrega continúa y profundiza. Llamamos la atención sobre el intento del gobierno, apoyado por dichos partidos y la prensa oligárquica, de exaltar un peligroso clima chovinista. Nada más lejos de un verdadero sentimiento patriótico, que la defensa de un monopolio imperialista que, contamina y depreda.
¡Con la Asamblea Popular-UP por un gobierno popular y antiimperialista!