Noticias

09 de octubre de 2013

El bloqueo del presupuesto por el Congreso está generando problemas, pero la mayor preocupación se centra en el inminente debate sobre el aumento del nivel de endeudamiento del país.

Problemas para la economía yanqui

Cierre parcial de la administración y límite de la deuda pública

Aislado en su intento de liderar una agresión militar directa a Siria, el presidente estadounidense Barak Obama enfrenta en lo interno la oposición parlamentaria del Partido Republicano, que le niega la aprobación del nuevo presupuesto que debía comenzar a regir desde el 1º de octubre. Con lo que se ha producido una paralización parcial del gobierno estadounidense, que no se veía desde hace 17 años, bajo el gobierno de Clinton, y en esa ocasión duró 21 días. Hasta ahora, el Congreso ha sido incapaz de aprobar los fondos necesarios para que el gobierno siga funcionando, fundamentalmente por el empeño del ala más conservadora de los republicanos en vincular esa financiación al desmantelamiento de la reforma sanitaria, uno de los mayores logros del presidente Barack Obama.
El cierre parcial del gobierno que comenzó en la madrugada del martes 1º de octubre, interrumpió servicios del Estado en todo el país, implicando que unos 800 mil funcionarios deban quedarse en sus casas y otro millón tenga que ir a trabajar pero sin cobrar su salario mientras dure el cierre. Obama asegura que no cederá ante la presiones. Se espera que los efectos nocivos sobre la economía aumenten conforme se prolonga la paralización.
El Gobierno federal es el principal empleador del país, con más de dos millones de civiles asalariados y 1,4 millón de militares en activo. Los militares sí seguirán cobrando pese al cierre, gracias a una medida especial aprobada por ambas cámaras del Congreso y firmada a continuación por Obama.
La capital del país, Washington, y su área metropolitana, donde se concentra la mayoría de las actividades del Gobierno, estarían perdiendo hasta 200 millones de dólares por día mientras se prolongue la paralización. La emisión de datos económicos se ha interrumpido y los parques nacionales, museos, etc., cerraron sus puertas, pero se mantienen los servicios considerados básicos como el correo, el control del tráfico aéreo, los cheques de pensiones y la actividad de los agentes policiales y de seguridad.
 
Sobre el techo de la deuda
Lo que ocurre con el presupuesto hace temer una crisis aún mayor, dentro de una semana, cuando el Tesoro alcance su techo de endeudamiento y el Gobierno tenga que pedir al Congreso permiso para aumentarlo.
Estados Unidos alcanzó el tope de su nivel de endeudamiento de US$16,7 billones (millones de millones) en mayo y desde entonces ha recurrido a medidas de emergencia para conservar efectivo. La Oficina de Presupuesto del Congreso, un grupo sin afiliación partidista, estima que, de no mediar un acuerdo para incrementar el límite, Estados Unidos no podrá pagar sus deudas a partir de finales de octubre. Una cesación de pagos del gobierno tendría un efecto “catastrófico” sobre la economía estadounidense, advirtió en julio el Fondo Monetario Internacional (FMI).