Los candidatos porteños del Frente Para la Victoria andan mostrando la hilacha… Hace unos días, Daniel Filmus, que pelea una banca en el Senado, se despachó con una particular visión sobre la situación social en la Argentina, y en particular sobre el rol de la mujer.
Los candidatos porteños del Frente Para la Victoria andan mostrando la hilacha… Hace unos días, Daniel Filmus, que pelea una banca en el Senado, se despachó con una particular visión sobre la situación social en la Argentina, y en particular sobre el rol de la mujer.
Comentando que “A la edad de los 24 años, hay 86 mil mujeres que no trabajan ni estudian y hay 14 mil hombres que no trabajan ni estudian…”, dijo Filmus: “Es buenísimo lo que nos pasó… la mitad de las mujeres ni-ni tienen niños menores de 5 años; gracias a la Asignación Universal por Hijo, están en el lugar que tienen que estar, cuidando a los chicos”. Nada que agregar a lo subrayado.
El otro que anduvo haciendo de las suyas es Juan Cabandié, candidato a diputado por el kirchnerismo de la Ciudad de Buenos Aires. Ofendido ante el intento de multarlo por parte de una agente de tránsito de Lomas de Zamora -por la falta del seguro del coche-, la increpó, y se escudó en su carácter de hijo de desaparecidos.
El video que grabó un gendarme que participó del operativo y se difundió en las redes sociales, muestra a un Cabandié “sacado”, diciendo “Te quisiste hacer la guapa, y yo soy más guapo que vos, porque yo me banqué la dictadura, porque yo soy hijo de desaparecidos”. En la última parte se lo ve al candidato hablando por teléfono. A su interlocutor le dice: “Pasale el dato a Martín, no para que la echen, para que le apliquen un correctivo, porque es una desubicadita, ¿entendés?”. Resultó que “Martín” es Insaurralde, intendente de Lomas y cabeza de la lista de candidatos a diputados del FPV bonaerense.
El resultado de tanta “guapeza” fue el despido de la agente de tránsito, pocos días después. Esta canallada es más grave aún, porque se escuda en ser “hijo de desaparecidos”.
Filmus y Cabandié, dos claros ejemplos de lo que entiende el kirchnerismo por ser “progre”, y de la impunidad y prepotencia con que se manejan los funcionarios de este gobierno.