Como informamos en la edición anterior, luego de intentar adelantar vacaciones para todo el personal de Planta Barracas, la empresa Molinos anunció que había vendido el predio en que está emplazada.
Como informamos en la edición anterior, luego de intentar adelantar vacaciones para todo el personal de Planta Barracas, la empresa Molinos anunció que había vendido el predio en que está emplazada.
Fue un golpe duro para los trabajadores, aunque la empresa venía armando el plan de desmantelamiento de la planta desde el 2008. Plan que fue enfrentado por los trabajadores en distintas instancias, fundamentalmente a partir del cambio de la Comisión Interna en el 2009, que se puso a la cabeza de la lucha, y que, uniendo a toda la planta, fue consiguiendo distintas e importantes reivindicaciones.
Los trabajadores, reunidos en asamblea, ratificaron la decisión de pelear la continuidad laboral. La posibilidad concreta de mantener los puestos de trabajo es lograr el traslado a la Planta de Esteban Echeverría por ser la única relativamente cercana, respetando las categorías y las condiciones de trabajo actuales.
En la reunión donde anunció la venta, la empresa planteó hacer una propuesta en 3 semanas. Estaban presentes la secretaria gremial del STIA Lidia Crespo y otro miembro del Consejo Directivo, que se borraron a partir de ese momento. Se borraron ellos y todos los dirigentes del Sindicato, llegando al extremo de que Daer se “escapara” del edificio cuando fue una delegación de 12 obreros a verlo.
¿Qué acuerdos hizo el STIA con Pérez Companc para borrarse completamente en este momento?
¿Serán los mismos que hizo Daer con las cerca de 20 empresas de la Alimentación que cerraron en estos años sin que el Sindicato moviera un dedo?
Se denunció la situación ante el Ministerio de Trabajo y se unieron todos en el rechazo al adelanto de vacaciones y el reclamo a la empresa para que traslade a todos a Echeverría.
La empresa pidió una asamblea para explicar sus propuestas, lo que fue rechazado por asambleas de los 3 turnos, proponiendo a cambio una reunión pública de la interna con la empresa, es decir, con la presencia de los trabajadores pero hablando solo la interna, para impedir las maniobras e intentos de división. El gerente se negó a participar de esta reunión, lo que causó gran malestar.
Se discutió, también en asamblea, como medida de presión impedir el movimiento de camiones para sacar mercadería del Centro de Distribución, ya que no era viable un paro porque habiendo sectores sin insumos para producir, no afectaría a la empresa. Simultáneamente la asamblea toma la resolución de pedir la solidaridad a todos los sectores gremiales, sociales y políticos, y con esa resolución se establece un contacto con el Sindicato de Camioneros para hacer conocer la situación y plantear la medida que se tomaría, que los involucraba directamente.
Fueron atendidos por Pablo Moyano y dos compañeros más del Consejo Directivo, los que ofrecieron toda su solidaridad y colaboración en lo que estuviera a su alcance.
Después, la Comisión Interna habló con los camioneros y contratistas, y en la planta no se movió un solo camión, y se retiró una grúa que estaba desarmando el sector de arroz, que no funciona desde que se trasladó la producción a Concepción del Uruguay. Los trabajadores manifestaron su alegría por la solidaridad de los camioneros, su repudio a la “borrada” de su propio sindicato, y la ratificación de su confianza en la Comisión Interna.
El viernes 11, la Comisión Interna se reunió con parte de la dirección de la CTA Capital, quienes también brindaron su apoyo y so- lidaridad, así como otros sectores del barrio que están reuniéndose para apoyar a los trabajadores. Ante la parálisis en el Centro de Distribución (medida que no esperaban), la firmeza en la planta y la solidaridad recibida, la empresa pidió una nueva reunión donde ofreció firmar en el Ministerio de Trabajo un acuerdo por la continuidad laboral por 6 meses en la Planta Barracas, posterior traslado de todos a Echeverría, y desdoble de las vacaciones para que no sean simultáneas como plantearon al principio.
Al cierre de esta edición se hacía una audiencia en Ministerio de Trabajo. Si firman lo que han dicho, aunque no es suficiente, será un paso importante logrado con la unidad de toda la planta en torno a su Comisión Interna.
Es necesario mantenerse alerta ya que no se puede confiar en que la empresa cumpla todo lo que dice ni en que el Ministerio de Trabajo haga cumplir los acuerdos. Con esta experiencia se ratifica una vez más la necesidad de recuperar para el clasismo los sindicatos de manos de los traidores, que se borran, en forma vergonzante como en este caso.
Convocamos a rodear de solidaridad a todos los trabajadores de Molinos Planta Barracas, que ven peligrar su fuente de trabajo.