Sábado 19/10, 7.30 hs. de la mañana. Otra vez el Sarmiento. Un nuevo “accidente” en Once. El tren que no frenó y se incrustó en el maldito andén 2 (sí, el mismo de la Masacre del 22 de febrero del 2012). Casi 100 heridos. De casualidad, ninguno fatal. Una vez más el pueblo trabajador pone las víctimas, mientras la empresa y el gobierno K salen a culpar al motorman, y desatan una asquerosa campaña mentirosa y antiobrera para ocultar su responsabilidad y enfrentar a pobres contra pobres, al pueblo que sufre viajar en el Sarmiento con los trabajadores que hace años denuncian el vaciamiento y la crisis del sistema ferroviario.
Los que vivimos en el Oeste de Gran Buenos Aires, no lo podemos creer. O sí, porque estaba cantado que esto podía volver a ocurrir, pero el dolor y la indignación de sufrir cuatro tragedias en dos años golpean y producen una bronca descomunal. Flores en septiembre de 2011, 11 muertos y 200 heridos. Masacre de Once del 22 F: 51 muertos y 800 heridos. Castelar en junio de este año: tres muertos y 350 heridos. Y ahora Once de nuevo: 100 heridos. Es una lista tenebrosa, cambian lugares y cifras, pero se repiten los responsables. Hay condimentos nuevos: los dichos del secretario de Seguridad, Berni (que llegó a Once junto a militantes de La Cámpora que corrieron a la policía y entraron a la cabina del motorman luego del choque), diciendo que escuchó a testigos que fue falla del conductor, y que estas cosas pasan antes de las elecciones, avalando a D´Elía que habló de “sabotaje electoral”.
La trilogía siniestra de concesionarios inescrupulosos como los Cirigliano, funcionarios corruptos como Jaime y burócratas sindicales como Pedraza o Maturano (aunque momentaneamente estén peleados) hicieron posible que el deterioro que vivimos todos los días viajando como ganado haya llegado a tener 55 muertes y más de 1.200 heridos solo en el Sarmiento.
La teoría de la falla humana
Ante esta situación el gobierno busca echarle la culpa una vez más a los trabajadores. Usa para este fin los famosos videos de las cámaras y una gran campaña en los medios de comunicación para criminalizar a los trabajadores y ocultar su responsabilidad. Lo que no dicen es que se mostraron cinco videos sobre un total de 39 mil filmaciones, queriendo así hacer aparecer a las excepciones como la regla en la conducta de los trabajadores. Por otro lado, el gobierno y la empresa que estaba viendo ese video, ¿cómo no frena ese tren y toma medidas por la seguridad de los pasajeros?, ¿no son acaso los responsables del funcionamiento del servicio?
No se puede hablar de falla humana como explicación de las tragedias. Los trenes no frenan, las señales no andan, los paragolpes no sirven. La vida de miles de personas no puede depender exclusivamente del desempeño de una persona. ¿Qué pasaría si un maquinista sufre un ataque al corazón y no puede accionar el freno? ¿sería culpa de él? En los subtes de capital y en el Roca hace años funciona el sistema de señalización con frenado automático de los trenes, que le dicen ATP. En 2006 el gobierno nacional, con Jaime, adjudicó este proyecto de señalización en $291 millones a la alemana Siemens. Tras cobrar un anticipo de $51 millones y haber ejecutado sólo el 4% del proyecto, Siemens paralizó los trabajos en 2009. En agosto del año pasado Randazzo llamó a una nueva licitación, que tampoco llegó a buen puerto. En septiembre de 2012 el gobierno compró en forma directa por US$70 millones un “mecanismo simple de stop-tren” a la empresa china CSRC que estaría listo… ¡en febrero del 2014!
La “revolución ferroviaria” del gobierno
El ministro Randazzo anunció una “revolución ferroviaria”. La realidad fue bastante distinta: “maquillaje” de las estaciones, pintura de los vagones, plasmas para anunciar frecuencias ridículas, cámaras y mucha plata para esas “obras” que no resolvieron los problemas de funcionamiento de los trenes. Ni hablar del famoso soterramiento, obra faraónica inviable, “inaugurada” 5 veces. Ultimamente el ministro Randazzo anunció la “estatización” de diferentes ramales. En realidad, sólo han agregado nuevas oficinas de estructuras del Estado que “se harían cargo de la operatoria” de esas concesiones. En la práctica son los privados quienes están al frente de los ferrocarriles y siguen recibiendo los subsidios millonarios del gobierno.
El gobierno acaba de concretar la compra de vagones a China por 850 millones de dólares, tecnología llave en mano (el service, los repuestos y la reparación van a estar exclusivamente en manos de la empresa China CSR). Este “cuento chino” muestra una vez más a quienes elige el gobierno. En lugar de reactivar los talleres ferroviarios, con obreros, técnicos e ingenieros argentinos, estatizando Emfer, Tatsa y Materfer asegurando todos los puestos de trabajo y reactivando la industria nacional, el gobierno remacha la dependencia de nuestro país, en este caso con los chinos y sus trenes.
La respuesta popular
Hace más de 12 años que los ferroviarios del Sarmiento con su Cuerpo de Delegados vienen luchando y denunciando la situación de los trenes y advirtiendo sobre el peligro de “un Cromagnon ferroviario”. Desde la Masacre de Once los familiares de las víctimas han dado un ejemplo conmovedor para todo el pueblo argentino de dignidad y coraje, desde el dolor mas profundo, en su lucha por Justicia. Las asociaciones de usuarios se vienen organizando e impulsando la campaña de firmas con el reclamo de que no haya “Ni un muerto más” por viajar en tren y uniendo su reclamo al de trabajadores y familiares.
El 23 de agosto una gran movilización de trabajadores ferroviarios, familiares de Once y asociaciones de usuarios mostró en la Plaza de Mayo la unidad de los que venimos enfrentando este colapso del sistema de transporte público de pasajeros, en particular del ferrocarril, producto de más de 20 años de la privatización, y de una dékada en la que la política del gobierno nacional ha llevado a estas tragedias.
Los trabajadores ferroviarios, las asociaciones de usuarios, los familiares de las víctimas y las organizaciones sociales y políticas que confluimos en la movilización del 23 de agosto pasado decidimos darle continuidad a esa unidad y conformar una Comisión por la recuperación del ferrocarril, como impulsores de un gran movimiento popular por nuestros trenes.
El transporte público es un derecho que debe ser garantizado por el Estado. Por todo eso, los trabajadores ferroviarios, los familiares de las víctimas, las asociaciones de usuarios y las organizaciones sociales y políticas creemos que hay una sola salida a la situación actual: la recuperación de todo el sistema ferroviario, reestatizando el servicio de carga y el de pasajeros en todo el país, con control y administración de sus trabajadores, usuarios y familiares de las víctimas, que son los únicos interesados en tener un servicio de trenes seguro, eficiente y económico, donde la carga subsidie al pasaje, y se reactiven todos los talleres y empresas ferroviarios.