La Agrupación Clasista 1º de Mayo de Trabajadores Estatales de afiliados de ATE rechaza la pretensión de la conducción gremial (Miguel Pelandino – Manuel Ramat) de arrastrar a la organización detrás de los objetivos partidarios del Frente para la Victoria y la condescendencia patronal en el que ha caído perdiendo el rumbo de la defensa de los derechos de sus representados.
La Agrupación Clasista 1º de Mayo de Trabajadores Estatales de afiliados de ATE rechaza la pretensión de la conducción gremial (Miguel Pelandino – Manuel Ramat) de arrastrar a la organización detrás de los objetivos partidarios del Frente para la Victoria y la condescendencia patronal en el que ha caído perdiendo el rumbo de la defensa de los derechos de sus representados.
Los medios de comunicación –con fotografía incluida- acaban de difundir la noticia de una reciente cena convocada por el gobernador Urribarri con referentes sindicales. En esa oportunidad -se informa- el secretario general de ATE, Miguel Pelandino manifestó que el gremio “pone todo el compromiso y el esfuerzo para apoyar este proyecto. Escuchamos atentamente al gobernador, su discurso y su pedido, y ya hicimos el compromiso para apoyar la continuidad de estas políticas. Pero también apoyamos el sueño entrerriano, que no es sólo el sueño de él sino de todos los entrerrianos de poder tener presencia a nivel nacional”.
Nuestra agrupación no se asusta de que los dirigentes gremiales tengan militancia y definición partidaria, pero una cosa es eso y otra es hacer que la principal herramienta de defensa de los derechos que tienen los trabajadores, que además adhieren o no a distintas ideas políticas, sea banalizada y transformada en un apéndice del gobierno de turno. La conducción Pelandino-Ramat ha hecho que la ATE se haya deslizado en franco declive hacia posiciones meramente aplaudidoras de medidas de gobierno que, en relación a los trabajadores estatales, principalmente son maniobra publicitaria. Mientras tanto, la patronal (el gobierno que apoya la fórmula Pelandino-Ramat) sigue manteniendo a sus empleados con uno de los sueldos más bajos del país y a miles por debajo de la línea de la pobreza o en situación de flexibilidad laboral bajo distintas formas de trabajo precarizado (contratos de obra o de servicio, suplentes de todo tipo, etc.) que se prolongan por años creándose a cuentagotas las vacantes necesarias.
Por último, reafirmamos la necesidad de luchar por la unidad de todos aquellos que queremos de la ATE una organización que, en el marco de las grandes luchas que supo dar y de la referencia social que supo ser, genuinamente vuelva a representar los intereses obreros de los trabajadores del Estado con independencia de los patrones y gobiernos que nos toquen, cualquiera sea el signo partidario de ellos.
