“En el Kremlin, mientras existió la URSS, se conservó el escritorio de Lenin, la silla, sillones donde él hacía sentar a los invitados pero él se sentaba en una silla de paja muy humilde; se conservaba la habitación que tenía con su compañera Krupskaia; lo que usaban en la cocina, unas ollas de aluminio. En los inicios de la Revolución Rusa cada soviético recibía 100 gramos por día de pan (esto lo imponía el racionamiento). Un día Lenin hizo arrestar a la custodia porque descubrió que a él le daban un pedazo más de pan”.
Ver: Crisis en la URSS. ¿Fracasó el marxismo?,
Ediciones Nueva Hora, 4/10/1991.