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30 de octubre de 2013

La Central de Trabajadores de la Argentina-Filial San Luis-expresó en un comunicado su solidaridad con los obreros de la recuperada.

Con los trabajadores de la ex Masily

Empresa recuperada de San Luis

 A diez meses de haberse autorizado la puesta en marcha de la fábrica Masily, que fuera abandonada por sus patrones dejando a una cantidad importante de familias en la calle, los trabajadores aún no han podido comenzar a producir pese al esfuerzo denodado que han hecho y hacen por poner en pie una fuente de trabajo que les permita vivir dignamente.

 A diez meses de haberse autorizado la puesta en marcha de la fábrica Masily, que fuera abandonada por sus patrones dejando a una cantidad importante de familias en la calle, los trabajadores aún no han podido comenzar a producir pese al esfuerzo denodado que han hecho y hacen por poner en pie una fuente de trabajo que les permita vivir dignamente.
Si bien es obligación de todo gobierno garantizar el derecho al trabajo, ante la falta de respuestas y políticas que pongan freno a las patronales explotadoras que alegremente y sin sanción, ni castigo alguno, se fugan luego de haber engrosado aún más sus arcas, los trabajadores apuestan a las cooperativas y las conforman esperando sea esta una solución a la desocupación. Es aquí donde el aparato burocrático del Estado entra en acción: no para agilizarles trámites que aceleren el funcionamiento de las fábricas, sino para poner todas las trabas que impidan a los trabajadores tomar la producción en sus manos de manera organizada y ejerciendo una verdadera democracia, que no es otra que la directa.
Desde la Central de Trabajadores de la Argentina, regional San Luis, hemos denunciado la connivencia entre los gobiernos nacional, provincial, municipal con los patrones “fugados” y con los que pretenden quedarse con las fábricas rentables.
Hoy, los trabajadores y trabajadoras de Masily esperan la inspección de bromatología, la cual puede producirse en el término de un mes, según se les informara y mientras esperan, sobreviven con changas, esto es trabajo precarizado, o a expensas de sus familias.
Ante esta gravísima situación, exigimos a la dirección de bromatología a realizar de manera inmediata la inspección correspondiente a fin de que la planta fabril pueda ser puesta en funcionamiento por sus trabajadores y trabajadoras.
Llamamos al conjunto de la clase trabajadora a solidarizarse con sus pares de Masily ante la proximidad del vencimiento del plazo de un año, dado por la Justicia para desarrollar la producción y demostrar que los trabajadores/as somos capaces de organizarnos.