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11 de diciembre de 2013

Los negociados de la Copa del Mundo

Mueren otros tres obreros en la construcción de un estadio

 El capo mafia de la FIFA, Joseph Blatter, invitó a “rezarle a Dios, a Alá, a quien sea, para que no haya más accidentes relacionados a la Copa del Mundo”. Esto lo dijo el viernes 7/12, durante el sorteo de los equipos.
Una semana antes, tres obreros de la construcción murieron en el Arena Corinthians de San Pablo, al derrumbarse una grúa. “Hay tres familias que ya no tienen a sus seres queridos para las fiestas de fin de año”, publicó el periódico A verdade, del PCR de Brasil

 El capo mafia de la FIFA, Joseph Blatter, invitó a “rezarle a Dios, a Alá, a quien sea, para que no haya más accidentes relacionados a la Copa del Mundo”. Esto lo dijo el viernes 7/12, durante el sorteo de los equipos.
Una semana antes, tres obreros de la construcción murieron en el Arena Corinthians de San Pablo, al derrumbarse una grúa. “Hay tres familias que ya no tienen a sus seres queridos para las fiestas de fin de año”, publicó el periódico A verdade, del PCR de Brasil
Con estos, ya son cinco los trabajadores que perdieron la vida en los trabajos de refacción y construcción de estadios. Pese a que la FIFA ha dicho que “la seguridad de todos los trabajadores ha sido siempre de suma importancia para todas las empresas responsables de la construcción de los doce estadios de la Copa Mundial”, un fiscal señaló ya en agosto del año pasado al menos 50 “irregularidades” violatorias de la seguridad de los trabajadores.
En una serie de artículos, A Verdade da cuenta de varias huelgas en las obras, en las que las demandas centrales son mejores salarios y condiciones de trabajo. También se recuerda las inmensas movilizaciones de mediados de año en Brasil, una de cuyas demandas era el excesivo gasto en las instalaciones de la Copa del Mundo, frente a paupérrimos presupuestos en salud, educación y vivienda.
Brasil fue designado por la FIFA para esta Copa del Mundo en el 2007. En ese entonces, “los principales medios de comunicación, las empresas y los gobiernos celebraron, diciendo que sería una excelente oportunidad para que el país crezca, porque habría más inversión para mejorar la infraestructura urbana, generando puestos de trabajo, etc. Después de seis años, lo que se ve es muy diferente”.
Para la construcción y/o refacción de los 12 estadios, en 2007 el valor estimado era de un poco más de mil millones de dólares. Hoy, a seis meses del comienzo de la Copa, se llevan gastados 3.400 millones de dólares, que en un 97% han sido aportados por el Estado.
 
Pelé vs. Neymar
En el momento de las grandes conmociones en Brasil que, como se recuerda, comenzaron reclamando la rebaja de las tarifas de transporte en varias ciudades, se conoció una propaganda televisiva protagonizada por Pelé, en la que decía “Olvidemos toda esta conmoción que hay en Brasil, todas estas protestas, y recordemos que el equipo brasileño es nuestro país y nuestra sangre”. El repudio fue masivo, incluyendo a ex jugadores como Romario, que ha dicho “Pelé callado es un poeta”, y que la organización de la Copa puede convertirse en “el mayor robo en la historia del país”. El propio Neymar, actual número 10 de la selección brasileña, planteó en ese momento “Siempre tuve fe en que no sería necesario llegar al punto de salir a la calle para exigir mejores condiciones de transporte, salud, educación y seguridad. Todo eso es obligación del gobierno”.
Un gran negociado
Los mundiales, se sabe, son un gigantesco negocio para la FIFA y para algunas de las principales empresas que promocionan a los equipos. Para este Mundial, la FIFA se ha reservado el 90% de los ingresos por comercialización de derechos de retransmisión y marketing. En esta fiebre de ganancias multimillonarias, la FIFA se ha tomado el trabajo de registrar más de mil marcas en el INPI (Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual) de Brasil, hasta la fuente “Pagoda”, el nombre de la letra utilizada por la entidad en todo el material impreso del Mundo de 2014. Es decir, cualquier intento de copiarlo en los carteles puede dar lugar a una notificación por el presidente Joseph Blatter y compañía. Todavía se recuerda la batalla legal en la copa de Sudáfrica 2010, entre la FIFA y una compañía aérea, que anunció sus vuelos “para el próximo año 2010”. La FIFA había registrado “2010” como marca. La compañía Kulula apeló a la ironía, y lanzó una campaña con la frase. “No el próximo año, no el año pasado, pero en algún momento entre los dos”.
Todo esto se da en medio de las denuncias de los sectores populares por las resoluciones represivas del gobierno brasileño, que “tiene la intención de volver a emitir medidas típicas de la dictadura militar que prohíben las huelgas durante los juegos, e incluir la figura de “terrorismo”, “para los que provocan terror y pánico generalizado”.