Elegimos los cinco lugares estratégicos y organizamos las brigadas para ir a cada puerta. En algunas metimos el volante específico y en otras le agregamos un volante del PTP con nuestros candidatos y la denuncia del robo de las agroexportadoras, todo acompañado con la difusión del hoy. Fue muy buena la recepción y donde pudimos pararlos para hablar escuchamos opiniones como “esto no va más”; “la inflación es terrible”; “no llego más a fin de mes”; “necesitamos algo hasta las paritarias”; “con la devaluación nos cagan a nosotros”; “ésta no habla de nuestros problemas”.
Pudimos comprobar que hay mucha bronca por abajo, que hay una gran masa que pone como blanco al gobierno y que hay muchas condiciones para acumular, sobre todo en las ramas de los gremios adictos al gobierno. Y lo más importante es que aparece una corriente de obreros que busca una alternativa, como nos demostraron en una de las fábricas más importantes de la zona donde con tres compañeros y en una hora aproximadamente vendimos 17 diarios (de las tantas veces que habíamos ido a ese lugar nunca habíamos vendido más de 6).
Decidimos profundizar este camino y trabajar duramente para aprovechar el momento favorable llevando la propuesta del PCR y el PTP a todos los lugares donde el partido tiene que estar.