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19 de febrero de 2014

Los datos para esta nota fueron tomados del Equipo de trabajo integrado por Ana Rameri y Agustina Haimovich, que coordinan Claudio Lozano y Tomas Raffo (Argenpress.info, 12/2/2014). Las opiniones son del semanario hoy.

Los jubilados entre los más castigados

Con la inflación se licúan los ingresos de los trabajadores

El gobierno de Cristina Fernández a través de la inflación licúa el salario de los trabajadores del sector público (nacional, provinciales y municipales), de los jubilados y pensionados, y de todos los planes sociales, como si esos “gastos” fueran los responsables del déficit fiscal. Lo mismo ocurre con los fondos destinados a la educación, la salud, la vivienda, etc.

El gobierno de Cristina Fernández a través de la inflación licúa el salario de los trabajadores del sector público (nacional, provinciales y municipales), de los jubilados y pensionados, y de todos los planes sociales, como si esos “gastos” fueran los responsables del déficit fiscal. Lo mismo ocurre con los fondos destinados a la educación, la salud, la vivienda, etc.
En tanto continúa manteniendo e incluso expandiendo el gasto público corrupto, con “actualizaciones de costos” a las empresas contratistas “amigas” de obras y de servicios, crecientes subsidios indiscriminados también en beneficio de las empresas concesionarias “amigas”, el pago indiscriminado de la deuda pública a los usureros, etc.
Así el déficit del sector público se sigue acrecentando y recurre cada vez más a la emisión de moneda que retroalimenta la inflación, a apropiarse de las “ganancias” del Banco Central y del Fondo de Garantía de la Anses, cuando no apelando a “préstamos” de esos organismos y del Banco de la Nación, que licuan sus patrimonios dadas las tasas de interés negativas de los papeles de dudoso repago (bonos o letras) que les impone.
 
Los jubilados en el horno
El anuncio de la presidenta del aumento jubilatorio de 11,31% es el más bajo desde setiembre del 2010. El haber mínimo desde marzo hasta agosto será de $2.757. Es decir que se incrementará en $280 mensuales o, lo que es lo mismo, $9,3 más por día. Esto abarca al 72,1% de los jubilados.
Un aumento del 11,31% en un contexto donde el promedio de los precios (ahora reconocido oficialmente) viene aumentando a más de un 3% mensual, significa una sanción de la pérdida del poder adquisitivo en los haberes de los jubiliados por la inflación.
La presidenta arranca aplausos irracionales de sus seguidores señalando el crecimiento del haber mínimo en más de un 1.700%. La mirada real supone descontar el efecto de la inflación. Haciendo esto, si bien el haber mínimo creció comparado con el pozo de la anterior crisis, nadie puede decir que hoy estén en la gloria.
La política kirchnerista de negar el 82% móvil ha resultado en un achatamiento previsional con un aumento neto de los que han descendido al haber mínimo. Si se comparan las 2.385.306 prestaciones nuevas del sistema con el crecimiento de las jubilaciones mínimas (+3.569.626) queda claro lo que decimos.
Cuando llegue este “aumento” en marzo de 2014 esas 3.569.626 personas accederán a una jubilación que equivaldrá a solo el 51,3% de lo que cuesta hoy la “Canasta de la Tercera Edad” ($5.373,5). 
Para agosto de 2014, antes del próximo aumento, por la inflación la cobertura se habrá reducido al 45,3%. Con lo que se constata que la fórmula de la movilidad apenas ha venido permitiendo compensar la evolución de los precios, nunca logró mejorar el poder adquisitivo de los jubilados. Es más, en el contexto de una mayor inflación, dado el índice del 11,31% que resultó de su aplicación ahora, lo más seguro es que esta fórmula, basada en los promedios de aumentos en los salarios y en la recaudación del Estado, no logre siquiera compensar el robo inflacionario.
En cuanto a la ampliación de la cobertura previsional, si bien importante en estos últimos años, es necesario conocer que la Encuesta Permanente de Hogares del Indec todavía registra que 876.927 mayores en edad de jubilarse no cobran jubilación alguna. Es decir el 17% de la población mayor carece de jubilación.
También es necesario saber que si en vez de apropiarse el gobierno del superávit de Anses, se lo hubiera utilizado para recomponer los haberes jubilatorios, la presidenta podría haber anunciado un aumento del 21,8%. Es decir, el doble del otorgado.
Por otro lado, la observación de la Cuenta de la Anses desde 2003 a 2013 indica que lo que aparece como superávit son prácticamente los intereses correspondientes al Fondo de Garantía. En tanto dichos intereses se sigan usando para sostener el déficit fiscal, dicho Fondo se inundará de títulos de deuda pública de dudoso repago, lo que puede resultar en la futura extinción del Fondo sin siquiera haber aportado a sostener los haberes previsionales. Ya lo hemos vivido en otros gobiernos oligárquicos con el vaciamiento de las cajas de jubilación.
 
La ayuda escolar
Un párrafo aparte merece el aumento otorgado para la Ayuda Escolar anual, de 200%, que se anunció simultáneamente con el de las jubilaciones, en el que hay que tener en cuenta que esta asignación no se actualizaba desde setiembre de 2008. Así los $510 de ahora, significan apenas el 55% del valor que esta asignación de una vez al año tenía en 2001.