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20 de marzo de 2014

Dirigente clasista y revolucionario, dirigió la recuperación del SMATA Córdoba del que fue secretario general encabezando la lista Marrón. Miembro de la Comisión Política y el Comité Central del PCR, Salamanca fue secuestrado la oscura noche del 24 de marzo de 1976.

René Salamanca

Mártires del PCR

Un hombre común que supo escuchar a los obreros

Fue un hombre simple, humilde y que nunca utilizó sus posiciones sindicales para trepar escalones. Cuando se afilió al PCR, estaba casado con Olga Cortés (fallecida en 2011) y tenía 2 hijos: José María y Paola Reneé.

Un hombre común que supo escuchar a los obreros

Fue un hombre simple, humilde y que nunca utilizó sus posiciones sindicales para trepar escalones. Cuando se afilió al PCR, estaba casado con Olga Cortés (fallecida en 2011) y tenía 2 hijos: José María y Paola Reneé.

Desde joven trabajó como obrero metalúrgico, conoció en carne propia la explotación y fue viendo que la única salida era la revolución, encabezada por las masas obreras y uniendo a los sectores populares, por la que había que trabajar duro. Dio importantes pasos en su formación cómo dirigente en los 60, cuando organizó en la empresa Mira de Córdoba la agrupación de obreros metalúrgicos Felipe Vallese, de la que fue su principal referente. En 1968, a partir de su acercamiento y  amistad con Gody Álvarez, conoció al PCR y se incorporó a las filas del comunismo revolucionario argentino.

Lo que distinguía al camarada Pablo Rearte (nombre que adoptó en el Partido) era su capacidad de acercarse a sus compañeros: iba casa por casa, tomaba mate con ellos, escuchaba sus opiniones y después expresaba sus ideas. Supo ganarse el corazón y la cabeza de miles.

Como miembro del cuerpo de delegados de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) participó del Cordobazo, aquel gigantesco ensayo revolucionario que mostró por esos años un camino de aproximación a la revolución.

 

La recuperación del SMATA Córdoba

 

René se metió a trabajar en la planta cordobesa de IKA – Renault, y desde abajo construyó la Agrupación Clasista 1° de Mayo, el Movimiento de Recuperación Sindical (MRS) y la Lista Marrón del SMATA con la cuál llegaría a la conducción del sindicato en 1972.

El Movimiento de Recuperación Sindical impulsó un programa que convocaba a unir todas las fuerzas dispuestas a enfrentar a las patronales imperialistas, a la dictadura de Lanusse, y a la dirección sindical que encabezaba Elpidio Torres, representante de esas patronales. Cómo parte del MRS, la Lista Marrón fue un frente único integrado por obreros de distintas ideas y corrientes políticas, encabezada por el comunismo revolucionario, con Salamanca como candidato a Secretario General. Esta lista ganó la dirección del gremio el 28 de abril de 1972 derrotando a la lista oficialista  encabezada por el vandorista Elpidio Torres.

 

Una línea más vigente que nunca

 

Como dirigente del SMATA, impulsó una línea desconocida hasta entonces que le permitió nunca despegarse de las bases: siguió ganando como dirigente sindical lo que ganaba como obrero de la fábrica y combinar el trabajo de conducción con el retorno periódico a la producción. Se renovó todo el cuerpo de delegados por sección. La asamblea de sección era obligatoria antes de reunir el cuerpo de delegados, y éstos debían concurrir con el mandato de esas asambleas.

Salamanca fue a fondo en su planteo de que los sindicatos debían transformarse en herramientas útiles no sólo para la lucha gremial sino también para el combate político y revolucionario de la clase obrera. Para llevar a cabo ese objetivo era necesario fortalecer los cuerpos de delegados y las comisiones internas,  los que podían transformarse, con  el protagonismo y la participación de las masas, en órganos de doble poder revolucionario.

Trabajó por la unidad con otros sindicatos y corrientes políticas.  Junto a los sindicatos de Luz y Fuerza, dirigido por Agustín Tosco, y la Unión Tranviaria Automotor de Atilio López, conformó el Movimiento Sindical Combativo. Allí se expresaban  tres grandes corrientes de la histórica CGT de Córdoba: una corriente peronista de base, una corriente de izquierda, radicales y una corriente revolucionaria, clasista, de masas. Esa unidad fue la mayor expresión de aquel movimiento obrero en ascenso.

Enfrentar la dictadura con odio de clase

En 1974 denunció los preparativos golpistas y encabezando la lucha ante cada paritaria, sin bajar jamás ni una reivindicación, llamó a defender el gobierno de María Estela Martínez de Perón. El SMATA Córdoba fue intervenido y Salamanca tuvo que pasar a la clandestinidad, desde la cual hizo públicas dos cartas llamando a unir fuerzas contra el golpe. Afirmó que él mismo venía "para voltear las chimeneas" y que atrás de él estaban sectores "prorrusos y proyanquis". Así, tomando firmemente la línea del PCR, puso en debate entre los obreros mecánicos la política nacional y el futuro del país en momentos en que en esa masa la mayoría de las fuerzas fogoneaban el apoyo a los golpistas.

En la madrugada del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, fue detenido y desaparecido. Se dijo de él que fue "el primer desaparecido de la larga noche de la dictadura".


La desaparición de Salamanca y la megacausa La Perla

 

En un hecho histórico para quienes venimos luchando desde hace años por saber el destino de nuestros compañeros desparecidos, el 13 de marzo de 2014 -en Tribunales Federales de Córdoba- se incorporó a la mega causa La Perla la causa de nuestro querido René Salamanca.

 

En esta causa, que comenzó el 4 de diciembre de 2012, se imputan a los genocidas y represores por la desaparición de René y otros luchadores. El principal imputado es el asesino Luciano Benjamín Menéndez, al cual se le achaca ser “el presunto autor mediato responsable de los delitos de privación ilegítima de libertad agravada, imposición de tormentos agravados y homicidio calificado en perjuicio de René Rufino Salamanca (hecho nominado uno)”, según consta en una parte de la extensísima resolución del tribunal por la cual también ingresan otras 5 causas más, totalizando para estas mismas una cantidad de 279 víctimas. Lo nuevo y destacado, es que la resolución del Tribunal, rechaza los recursos interpuestos por la defensa de los represores, ordena que se eleve la causa a juicio oral (lo que en términos jurídicos sería el juicio propiamente dicho) y se incorpora de manera efectiva la causa al juicio de La Perla.