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01 de abril de 2014

El huevo de la serpiente

De Pinochet a Milani

“Cualquiera puede ver el futuro, es como un huevo de serpiente. A través de la fina membrana se puede distinguir un reptil ya formado”, dice el Dr. Vergerus, personaje de una famosa película de Ingmar Bergman que pinta las condiciones para el surgimiento del nazismo.

“Cualquiera puede ver el futuro, es como un huevo de serpiente. A través de la fina membrana se puede distinguir un reptil ya formado”, dice el Dr. Vergerus, personaje de una famosa película de Ingmar Bergman que pinta las condiciones para el surgimiento del nazismo.
La encendida defensa que viene haciendo Hebe de Bonafini del jefe del Ejército general César Milani, desmintiendo su participación en torturas y secuestros durante la dictadura militar genocida, muestra que su alineamiento incondicional con el gobierno kirchnerista nubla su visión, impidiéndole ver dentro del huevo de la serpiente. 
Repite así Bonafini, al igual que el ministro de Defensa Rossi, el tremendo error del Partido Comunista de Chile, que defendió la designación de Pinochet al frente de las Fuerzas Armadas del hermano país. En esos años, el subsecretario del Comité Central del PC de Chile Víctor Díaz participó de un acto en la Argentina, en oportunidad de lo cual fue entrevistado por el órgano del PC argentino, Nuestra Palabra. En su edición del 24 de agosto de 1973, menos de un mes antes del golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende, Díaz afirmaba que el general Prats renunció a la jefatura del ejército “a fin de no dañar la unidad del arma y asegurar la continuidad de lo que en Chile se conoce como doctrina Schneider: el respeto al poder constitucional por parte de las Fuerzas Armadas… La asunción del general Augusto Pinochet… es interpretada como el triunfo de esta línea. La incógnita está en saber hasta qué punto Pinochet y los demás legalistas reflejan o no la opinión de la mayor parte de la oficialidad”. No vale la pena ningún comentario, conociendo el papel de Pinochet en la dictadura que asoló a Chile desde 1973 hasta 1990.
¿Queremos decir con esto que Milani está en un golpe contra el gobierno de Cristina Fernández? Nada lo indica, al contrario, crece su papel como instrumento represivo contra las luchas populares, como lo muestra su creciente aparato de inteligencia.
Bonafini trata de blanquear a Milani, afirmando que “Milani no estuvo en el Nunca Más ni en nuestros archivos”, desconociendo a los testigos que aseguran haber visto al “tenientito Milani” en los operativos de la dictadura en La Rioja, como reafirmó hace pocos días Plutarco Schaller, de 86 años. Bonafini es tan servil al gobierno que hasta contradice el testimonio de la madre del conscripto Alberto Ledo, integrante de Madres de Plaza de Mayo de la Rioja, quien acusa a Milani por el secuestro de su hijo. 
El operativo de blanqueo, que tan lastimosamente recuerda lo hecho por los revisionistas chilenos hace más de 40 años, incluye la participación del Ejército en tareas “sociales” en distintos lugares del país, todo en nombre de “un proyecto nacional y popular como éste”. Cualquier parecido con el “Operativo Dorrego” impulsado por los Montoneros y el Ejército en 1974, no es pura coincidencia
Así, incluso en contra de un sector del propio kirchnerismo, Bonafini promueve al ayer “tenientito”, pretendiendo hacernos creer que un genocida puede poner al Ejército “al servicio del pueblo”, aunque confesando sus fines electorales, porque propone que el ejército urbanice las villas, para tener “casas como la gente”, porque la falta de esto es por lo que “perdimos en los barrios”, en relación a las elecciones legislativas de octubre. 
Estamos ante un nuevo hecho de manipulación de la memoria, y un macabro y retorcido intento de reconciliación con una parte de los genocidas, que repudiamos, junto a las organizaciones del Encuentro Memoria Verdad y Justicia, reclamando en este nuevo aniversario del golpe de Estado, Basta de impunidad. Ni ajuste, ni represión. Fuera el genocida Milani. Porque nosotros sí vemos el huevo de la serpiente, y peleamos para aplastarlo antes que la serpiente avance contra los trabajadores y el pueblo.