El domingo recorrimos el barrio cercano a nuestro centro de concentración obrera. Con el hoy en mano visitamos a los afiliados del Partido del Trabajo y el Pueblo y vecinos que en otras oportunidades nos recibieron. Intentamos organizarnos allí, esto nos cuesta, lo que demuestra el debate con respecto al PTP y un grado de escepticismo en la bronca de la gente y su interés creciente en la lucha reflejado en nuestro semanario.
El domingo recorrimos el barrio cercano a nuestro centro de concentración obrera. Con el hoy en mano visitamos a los afiliados del Partido del Trabajo y el Pueblo y vecinos que en otras oportunidades nos recibieron. Intentamos organizarnos allí, esto nos cuesta, lo que demuestra el debate con respecto al PTP y un grado de escepticismo en la bronca de la gente y su interés creciente en la lucha reflejado en nuestro semanario.
Para salir, varias cuestiones nos trababan: la neblina, no ver gente en la calle, malestar físico y la cantidad de semanarios a llevar. Aún así salimos y nos encontramos con vecinos y afiliados e intercambiamos opiniones sobre la realidad política, lo duro que está vivir entre la inflación, la droga y la inseguridad. Un sector de los vecinos le está exigiendo al municipio el funcionamiento de una plaza en donde hoy es un aguantadero.
Vendimos 4 hoy, uno de ellos a un joven que al ver el título “Pueblo pobre, gobierno rico” comentó que eso pensaba él. La práctica nos demostró, una vez más, las contradicciones entre nuestras ideas y la realidad. Y cómo esta última transforma las primeras. La práctica nos demostró que el pueblo está buscando una salida y que la propuesta del Partido es escuchada y recibida con atención.
21 de mayo de 2014
