Entre el 1 y el 4 de abril de 1915 sesionó, en el salón Vorwarts, el 9º Congreso de la Federación Obrera Regional Argentina. El mismo tiene su importancia porque marca un serio intento de unificación entre las centrales obreras y muestra el crecimiento de la corriente sindicalista –que hegemonizó el Congreso- por sobre los anarquistas. Estos se dividieron y un sector acordó con la fusión.
Entre el 1 y el 4 de abril de 1915 sesionó, en el salón Vorwarts, el 9º Congreso de la Federación Obrera Regional Argentina. El mismo tiene su importancia porque marca un serio intento de unificación entre las centrales obreras y muestra el crecimiento de la corriente sindicalista –que hegemonizó el Congreso- por sobre los anarquistas. Estos se dividieron y un sector acordó con la fusión.
Los sindicalistas, previamente, habían disuelto su central, la CORA, y los gremios por ellos dirigidos se incorporaron a la FORA. Así, el 9º Congreso contó con la participación de más de 50 organizaciones gremiales, de la Capital Federal, Rosario, La Plata, Balcarce, Bragado, Tandil, Tafí Viejo, Cruz del Eje e incluso algunos de los dirigentes nacionales ejercieron la representación de organizaciones como la Federación Obrera de Río Gallegos.
El centro del debate del Congreso, coinciden los historiadores sindicalistas y anarquistas, fue el texto presentado por la comisión sobre “Finalidad de la FORA” que implicaba el abandono de la postura favorable al “comunismo anárquico” aprobada por la central en su 5º Congreso. La resolución expresaba: “La FORA es una institución eminentemente obrera, organizada por grupos afines de oficio, pero cuyos componentes pertenecen a las más variadas tendencias ideológicas y doctrinales… Por lo tanto, la FORA no se pronuncia oficialmente partidaria ni aconseja la adopción de sistemas filosóficos ni ideologías determinadas”. “Se produjo un largo y ardoroso debate”, cuenta el dirigente sindicalista Sebastián Marotta. Fue el “núcleo central del apasionamiento del congreso”, afirma por su parte el anarquista Diego Abad de Santillán.
Tras encendidas discusiones, en las que los sindicalistas ponen el eje en el “anhelo de unidad” del movimiento obrero y los anarquistas disidentes ensayan distintos argumentos sobre que la supresión de esta toma de posición quitaría “identidad” a la FORA, se vota a favor del proyecto sindicalista, con la aprobación de 46 sindicatos, 14 en contra y una abstención. El sector disidente no acató la votación y, al mes conformó otra FORA –según Santillán con 21 sindicatos- que mantuvo los principios del “comunismo anárquico”, y pasó a llamarse FORA del 5º Congreso.
La FORA del 9º Congreso tuvo un rápido desarrollo y se extendió en todo el país protagonizando grandes luchas. Además de los sindicalistas, confluyeron en ella los socialistas (incluso la corriente marxista que disputaba con la dirección) y muchos sindicatos “autónomos”.