En medio de la crisis económica que hambrea al pueblo español, el rey Juan Carlos I de España, envuelto en los escándalos de corrupción de su familia, cede el trono en favor de su hijo Felipe en un intento de salvar las instituciones del sistema. Inmediatamente comenzó una fuerte resistencia en el pueblo, que reclama la realización de un referéndum o consulta popular para que el pueblo decida si España deja la monarquía y vuelve a ser república.
En medio de la crisis económica que hambrea al pueblo español, el rey Juan Carlos I de España, envuelto en los escándalos de corrupción de su familia, cede el trono en favor de su hijo Felipe en un intento de salvar las instituciones del sistema. Inmediatamente comenzó una fuerte resistencia en el pueblo, que reclama la realización de un referéndum o consulta popular para que el pueblo decida si España deja la monarquía y vuelve a ser república.
Pocas horas después del discurso televisado del rey anunciando su abdicación, decenas y decenas de miles de españoles se dieron cita por las redes sociales en más de 60 ciudades, como Madrid, Barcelona, Bilbao, Ronda, San Sebastián, manifestando contra la monarquía. Unas 20.000 personas se juntaron en Madrid y marcharon a la Puerta del Sol con muy poco tiempo de convocatoria.
Las consignas mayoritarias en esas demostraciones eran fundamentalmente: “¡No más reyes. Referéndum ya!”; “transición real sin rey”; “los borbones a las elecciones-jefes por urnas no por cunas”; “monarquía garantía de desigualdad”; “los borbones a los tiburones”, “por la Tercera república”.
Un petitorio solicitando el referéndum popular para decidir sobre el futuro político del país, obtuvo más de 13.000 firmas en menos de 24 horas.
Lo que muestra que después de casi 40 años de “transición democrática” amañada por el Pacto de la Moncloa, el pueblo vuelve a desplegar sus fuerzas para luchar por la república que les fuera arrebatada por el fascismo durante la Guerra Civil y que les costara más de 1.000.000 de muertos, desaparecidos, encarcelados, ejecutados y exiliados y les valiera casi 40 años de gobierno dictatorial franquista, apoyado por Inglaterra y EEUU.
Después de 39 años de reinado Juan Carlos abandona la corona desgastada por escándalos de corrupción millonarios la desastrosa situación socio-económica al que ha sido llevado el país por la crisis que se descarga sobre las espaldas de la mayoría del pueblo español.
Si bien la sesión de la Cámara baja fue para ratificar la abdicación y no para debatir o votar el modelo de Estado, se convirtió inevitablemente en una discusión sobre la monarquía y la república. Una vez más fueron los diputados del PSOE los que garantizaron con sus votos, junto a los del Partido Popular, la sucesión de la corona seguirá adelante, ratificando la constitución de 1978. El 17 de junio será puesta a consideración del Senado, y el 19 sería el acto de proclamación del nuevo rey. Hubo 19 votos en contra, de la Izquierda Plural y otras fuerzas y 23 abstenciones de los nacionalistas catalanes, los nacionalistas vascos, la Coalición Canaria y Elorza.
El líder del Podemos (fuerza recientemente creada que viene del movimiento de los indignados), Pablo Iglesias, que consiguió 5 euro-diputados y 1.200.000 votos en las elecciones del 25 de mayo último, es uno de los que reclaman que el pueblo decida. También avala que Cataluña y Euskadi puedan decidir si se independizan o no.