Tras una breve introducción a cargo del director del Instituto Marxista Leninista Maoísta, el compañero Carlos Echagüe, tomó la palabra Rosa Nassif, quien de entrada abordó el tema de “si hay una filosofía marxista”, lo que ha sido cuestionado en distintos momentos por algunos sectores mostrando las dificultades “para comprender desde un punto de vista dialéctico que lo que se había inaugurado con Marx y Engels era una nueva filosofía, una filosofía científica”.
Se refirió Rosa luego al análisis realizado por Otto Vargas en su obra en dos tomos El marxismo y la revolución argentina, sobre las consecuencias de esta falencia en los partidos revolucionarios, en particular en nuestro país en el “Partido Socialista que no abandonó nunca el positivismo. Ustedes saben que el positivismo es la base filosófica del reformismo, del evolucionismo vulgar del que va a hablar Mao con tanta claridad. Y al mismo tiempo ha sido el fundamento del horror que a partir de ese momento ha habido y sigue habiendo sobre la dialéctica, y en particular sobre Hegel”. Ejemplificó Nassif el caso del filósofo Althusser, en el que esa afirmación de que el marxismo no tiene una filosofía, “viene siempre el tema de meternos otra filosofía: en el caso de Althusser el estructuralismo. Y es uno de los problemas en el PC –analiza Otto-, que nunca terminó de saldar cuentas con el materialismo mecanicista del positivismo en sus orígenes, y por eso subestimó, menospreció las obras filosóficas de Lenin, por ejemplo Materialismo y empirocriticismo era ignorado y ni qué decir de los Cuadernos filosóficos donde Lenin demuestra el interés, tan importante, que le dio al estudio de la filosofía”.
Enmarcó la expositora esta discusión de Lenin con “el relativismo de los empiriocriticistas -que serían como decir hoy los constructivistas, los postmodernos, que niegan la posibilidad de conocer”, con el momento de ese debate, 1908, cuando se da una crisis en “cuadros importantes del partido” ante los avances de la física en el conocimiento de la materia “y descubre que detrás de lo sólido hay algo que también está en permanente movimiento y cambio, etc. Ahí Lenin va a un aporte muy importante a la filosofía marxista que es precisar qué se entiende por la categoría filosófica de materia que no está embanderada –digamos así– con ninguna definición que tenga que ver con el conocimiento de la física, sino que se refiere exclusivamente a afirmar que existe una realidad objetiva independiente del sujeto que conoce. Esta es la marca fundamental que va a ir dividiendo aguas en filosofía hasta hoy; si se reconoce o no que hay una realidad objetiva, y cuando hablamos de realidad objetiva hablamos de la naturaleza, de la sociedad y del propio pensamiento que es independiente del sujeto que conoce”.
Marx y la práctica revolucionaria
Rosa Nassif destacó la importancia de estudiar con detenimiento las Tesis sobre Feuerbach, “donde Marx que ya había saldado cuentas con el idealismo de Hegel, con la dialéctica idealista de Hegel, se diferencia del materialismo mecanicista de Feuerbach… porque sienta los pilares de su concepción filosófica”. Analizó luego la afirmación de Marx en cuanto que “los filósofos no han hecho más que explicar de diversos modos el mundo, y de lo que se trata es de transformarlo”, debatiendo con los que interpretan esto como un menosprecio de Marx hacia la filosofía: “Marx plantea con toda claridad que el problema central es éste: cómo poder dotar al proletariado en particular de un arma… Al proletariado como el sujeto histórico principal de esa posibilidad de transformar la realidad y de transformar la realidad social. Sujeto principal porque es aquel por el cual desde su posición objetiva en la sociedad, no tiene ninguna traba que impida su posibilidad de conocer y transformar. Y por el contrario, tiene todo su interés objetivo en calar la esencia de este sistema social que condena a la explotación, a la miseria, etc.
“Entonces, va a plantear Marx en esta tesis, y la traigo en particular a colación porque va a ser un tema central en Mao, el tema de la práctica”. Vinculado a esto Rosa Nassif recordó que en una de las formulaciones Marx “a aquellos que piensan que los hombres son producto de las circunstancias y de la educación”; y que “Marx se pregunta: ¿quién crea esas condiciones sociales? Por lo tanto, si los hombres son producto ¿de dónde va a surgir la posibilidad de cambiar estas relaciones? Entonces Marx dice que aceptar eso es aceptar que hay un sector por encima de la sociedad, un grupo privilegiado, de vanguardia que es aquel que entiende que puede educar, que puede cambiar. Él dice: no, la liberación será la obra de la autoemancipación de la clase obrera. Y va a mostrar en qué medida, esta contradicción entre ser producto y productor sólo se puede resolver en una práctica crítica que no es otra cosa que la práctica revolucionaria.
“¿Por qué práctica crítica? Porque combate la concepción judeocristiana de la práctica como ‘lo material’ y las ideas, lo espiritual y el conocimiento por otro lado. Él dice: no, la práctica humana es práctica y comprensión de esa práctica, y la función de los marxistas –va a decir más adelante– y del partido marxista va a ser contribuir a que la clase obrera –nosotros diríamos, a la vez, el pueblo en su conjunto–, pueda apropiarse de esa posibilidad de comprender científicamente su propia práctica y de orientar, entonces, esa práctica para el cambio revolucionario. Por lo tanto, en esta cuestión tan comprimida como son estas tesis, Marx va a plantear dos cuestiones clave: la cuestión de la práctica como práctica revolucionaria, la idea de que la práctica no está escindida de la teoría, sino que es práctica-teoría-práctica y que la función del marxismo –él no dice eso, pero de lo más avanzado–, es que esa clase obrera se gane, se fusione con esas ideas.
“Este tema de la autoemancipación y del papel del partido es un tema muy profundo que nosotros, tratamos de entender con el maoísmo, lo hemos puesto muchas veces como un tema que es en qué medida las masas hacen la revolución: las hacen dirigidas por el partido y al mismo tiempo, cómo es la lucha político-ideológica para que no mantengamos esa división que trae la sociedad de clases entre el trabajo intelectual y manual y entre la práctica y el conocimiento. Entonces, el papel del Partido, además, como va a definir Gramsci “el intelectual colectivo”, es decir, capaz de conocer la realidad objetiva y ayudar a que se conozca esa realidad objetiva como condición fundamental para transformar.
Entonces, el tema de la práctica es uno de los temas centrales en los que Mao Tsetung va a aportar y va a desarrollar en varios lugares pero por sobre todo en un texto que a veces engaña por su sencillez. Digo engaña porque algunos pueden pensar que es sencillo y en realidad el gran mérito es que puede explicar en forma sencilla algo muy profundo que cómo es la dialéctica del proceso de conocimiento. Y cómo en esa dialéctica del proceso de conocimiento que es el objetivo de conocer para transformar, es fundamental la propia transformación de aquél que conoce.
Lenin y la dialéctica
“El otro tema está vinculado al tema de la dialéctica como dialéctica. Y acá, el que aportó mucho para desarrollar el marxismo en esa dirección fue Lenin. Quiero hacer una acotación: ésta es una filosofía sobre bases científicas, o sea que sus principios generales no salen de la cabeza de alguien sino que resume, recoge, lo que es producto del conocimiento humano y de la ciencia, de la lucha social y científica; por lo tanto, no es un sistema cerrado sino un sistema que se desarrolla en la medida que a la vez se desarrolla el conocimiento de la realidad, su transformación. Entonces, para nosotros es importante demostrar en qué medida no sólo es una teoría viva sino que es una filosofía viva.
A su vez, cómo los fundadores Marx y Engels, tuvieron que dedicarse a otros aspectos en mayor profundidad. Marx por ejemplo nunca pudo cumplir, de eso se lamentaba Engels, su objetivo de desarrollar a partir de esa tesis la filosofía en la que él se basaba. Por eso se planteó y lo plantea Lenin también, que la filosofía marxista hay que buscarla en acción, en la obra principal de Marx que es El capital.
Pero Lenin, al que tampoco le sobraba tiempo abordó algunas de estas cuestiones, por un lado en el texto Crítica al relativismo en filosofía, donde afirma con mucha fuerza la teoría del reflejo, entendida dialécticamente. Aunque ahí repite una fórmula que no es feliz de Engels, cuando dice que es una “copia de la realidad”, es equivocado eso si se lo toma así, pero el propio Engels va a explicar después porqué es sumamente complejo ese reflejo y Lenin lo va a desarrollar en este libro, y sobre todo en lo que se conoce como Cuadernos filosóficos donde Lenin profundiza en el tema de la dialéctica.
Fíjense que cuando Lenin se pone a estudiar la lógica de Hegel en el año 1915, ha comenzado la guerra mundial, en Rusia en poco tiempo más se va a iniciar el proceso de la insurrección. Hay que pensar por qué Lenin entiende que es importante estudiar esto en ese momento. Él mismo va a comentar después en una obra fundamental escrita en el umbral de la insurrección, El Estado y la Revolución, que posiblemente esa velocidad con la que se producían los cambios y la insurrección, como se planteó: hoy el ayer era temprano, mañana ya es tarde, tiene que ser ahora, seguramente no hubiera podido hacerlo si no hubiera comprendido el corazón de la dialéctica, que es esta cuestión del desarrollo de esas contradicciones.
Entonces Lenin va a afirmar –tomo esto porque lo va a decir Mao– “se podría decir en una palabra que la dialéctica es en esencia el estudio de las contradicciones en el interior de las cosas”, la unidad de los contrarios, este es el núcleo de la dialéctica, claro que exige –dice- explicación y desarrollo…
En esto hay una diferencia fundamental con la dialéctica de Hegel. Al ser una dialéctica idealista, es un desarrollo a nivel de las ideas y por lo tanto mucho más simple y más bipolar, hasta que supera una contradicción con otra. Mientras que, como sabemos nosotros, cuando nos movemos en la realidad concreta, en eso que Marx planteó con precisión que es la unidad de múltiples elementos y por lo tanto, de múltiples contradicciones que articulan esa unidad concreta. Entonces ¿cómo analizar esa multiplicidad de contradicciones?
En qué contexto escribió Mao sobre la práctica y la contradicción
Sabemos que, en oposición a la concepción metafísica, Mao va a comenzar otro trabajo fundamental en filosofía, sobre la contradicción, afirmando que la oposición a la dialéctica es la metafísica. Entonces esa idea de cosas que existen ancladas, que no cambian, que no se transforman, donde el cambio viene de afuera siempre y no desde adentro por las contradicciones internas, se opone a la concepción dialéctica de un cambio a partir de contradicciones internas; y al mismo tiempo, de que cualquier proceso se desarrolla en relación con múltiples relaciones recíprocas con otras cosas y otros procesos. Por lo tanto, cómo orientarnos en el conocimiento. Y ahí es donde entiendo que en el tema de la dialéctica y en el desarrollo de la contradicción, está el otro gran aporte de Mao…
Es una nueva dialéctica en un nuevo materialismo. A partir de ahí, y antes de ver nosotros cuáles son los nudos que podemos destacar de estos dos grandes núcleos de problemas de la filosofía. Digo núcleos para destacar porque de cada uno podríamos hacer varias charlas…
Me parece importante traer a colación cuál es el momento político en que Mao va a hacer este resumen, esta síntesis, esta exposición tan importante de la práctica, que es en realidad la teoría del conocimiento marxista expuesta en todo su desarrollo, y el tema de la contradicción.
Muy sintéticamente, en China es el momento posterior a la derrota del año 1927, cuando Chang Kaishek rompe el frente único y se produce una gran matanza de comunistas, gran retroceso en el Partido Comunista de China… se va a desarrollar en el Partido, de 1931 al 34, una lucha de líneas muy aguda, donde la línea que empuja Mao Tsetung está en minoría, y la línea que hegemoniza es la de Wang Ming que, como diría Mao, es copia mecánica de todo aquello que había permitido que triunfara en la Revolución Rusa, una línea que también se empujaba desde la Unión Soviética y en el movimiento comunista internacional, de insurrecciones en las grandes ciudades, y de lucha corta. Wan Ming no era cualquiera, era el secretario del Partido Comunista de China en ese momento. Por lo tanto, estos errores aventureristas, como los va a caracterizar Mao ocasionan unas pérdidas enormes.
Nosotros muchas veces hablamos de los errores, que los errores se pagan, cosa que es cierta. También, como enseña Mao, el error es inevitable y con los errores se aprende. Pero a veces el costo es muy grande, en este caso en China eran decenas y decenas de miles de muertos. Mao dice cientos de miles de muertos. Uno a veces se sorprende pero en China los números son varios ceros más que los que uno piensa. Se habían liquidado casi todas las bases de apoyo.
Es en ese proceso y casi sin otra salida que Mao en el año 1934 inicia la larga marcha. Esa gran epopeya que es desde el punto de vista militar una retirada estratégica. Hay un gran debate, porque como dice Mao hay imbéciles… me estoy refiriendo al texto no donde Mao ya expone filosóficamente, sino a un trabajo inmediatamente anterior del año 1936 que es Problemas estratégicos de la guerra revolucionaria en China. En realidad, es uno de los ejemplos maravillosos del análisis dialéctico, materialista, de la práctica concreta que acaba de realizar, porque primero hace una conferencia y luego lo escribe en el año 36, cuando ha terminado la larga marcha. En enero de ese año logra Mao y una corriente imponerse dentro del Partido Comunista de China y es elegido secretario. Los Problemas estratégicos de la guerra es del año 1936, y Acerca de la práctica y Acerca de la contradicción son de julio y agosto de 1937. Derrotada la línea incorrecta, Mao va ir dándonos ejemplos extraordinarios de cómo comprender la lucha de líneas en el Partido –algo vamos a decir después, Jacinto Roldán se ha referido en la charla anterior– cómo nos ha ayudado a nosotros la comprensión del maoísmo en esas cuestiones. Derrotado políticamente, resumido conceptualmente qué era lo que estaba en debate, Mao muestra en este artículo que la cuestión de fondo es que no se diferenciaba lo que son las leyes generales de la guerra, las leyes de la guerra revolucionaria en general y la particularidad de la guerra revolucionaria en China, y que por lo tanto solo unos imbéciles pueden tomar una frase de Marx que dice que cuando comienza un levantamiento armado en una insurrección hay que seguir siempre para adelante.
Mao dice que esto se refiere a los momentos donde en forma sorpresiva la clase obrera y el pueblo participan de un levantamiento y no tienen que dar tiempo a la reacción; que es la característica de un camino de la revolución, como el que siguió la revolución en Rusia, por ejemplo; distinto del camino de la revolución en un país como China. Mao va a estudiar ahí cómo lo general sólo existe en lo particular, y que lo que es importante resolver es la particularidad de las contradicciones que están planteadas en el camino revolucionario de China. Ahí vamos a ver cómo explica una unidad de contrarios: la ofensiva y la defensiva, cómo la defensiva es a la vez una defensiva activa o pasiva, nosotros planteamos una defensiva activa. Eso solo es una contradicción: una defensiva activa, que implica que en la retirada ya preparo la contraofensiva.
Esto es en diciembre de 1936. Entre julio y agosto de 1937 escribe Sobre la práctica y Sobre la contradicción, o sea que Mao escribe en función de consolidar a los cuadros fundamentales del partido que han culminado la larga marcha y llegado a esa gran base de apoyo para unificar a todo el partido en una base filosófica común. En esa base de apoyo van a llevar a la práctica un montón de cuestiones que después van a poder aplicar a nivel nacional en toda China.
Son textos fundamentales para comprender que esa lucha de líneas -que era fundamental darla y derrotarla por incorrecta–, estaba basada no solo en ideas políticas equivocadas sino en ideas filosóficas muy erróneas sobre la realidad. Y esto es lo que él va a caracterizar a fondo como dogmatismo. O sea agarrar una experiencia exitosa en una realidad, y trasladarla mecánicamente a una realidad que no se corresponde para nada.
Yo acá quiero traer a colación un momento muy difícil durante la dictadura, si mal no recuerdo después del Mundial de Fútbol de 1978, muy difícil porque pocos entendían que nosotros queríamos que perdiera Argentina, porque sabíamos lo que se traía la dictadura con el triunfo de Argentina. En ese momento muy difícil y agudo en la lucha de líneas del Partido, se propuso estudiar las obras filosóficas de Mao, y nos pusimos a estudiar Sobre la práctica y Sobre la contradicción, no quiere decir que allí la hayamos aprendido totalmente.
Después se planteó en el Comité Central del Partido, cuando fue la guerra de Malvinas, que no hubiera sido posible que el Partido pudiera analizar que cambiaba la contradicción principal, cuando comienza la guerra por parte de una potencia como Inglaterra que invade a un país dependiente como el nuestro, ya no era con la dictadura, la contradicción principal pasaba a ser con los ingleses. Por supuesto que un acierto político no es que se justifique, que se explique con una concepción filosófica, como tampoco un error político se lo puede justificar por eso. Pero tener nosotros al Partido en condiciones de comprender que las contradicciones también cambian y que inclusive la principal puede cambiar, fue importante para mantener la unidad dentro del Partido. Por lo tanto, gran enseñanza. Es fundamental una base filosófica común, que quiere decir en el caso del marxismo, una comprensión sobre la realidad objetiva, nos guste o no nos guste. Que lo de fondo es poder conocerla, por lo tanto ¿cuál es la teoría del conocimiento?, ¿cómo conocer?, ¿cuáles son los métodos de pensamiento que ayudan o traban ese conocimiento?, Mao alumbra alrededor de esto; y al mismo tiempo sobre cómo analizar esa realidad.