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10 de julio de 2014

La CCC de la ciudad salteña de Embarcación está en la pelea por planes y trabajo. La organización de los ordenanzas de las escuelas.

Embarcación, el fin del relato K

Preocupaciones y luchas de un pueblo de Salta

Embarcación, ciudad salteña ubicada a 300 km de la capital, es uno de esos lugares de nuestro país donde el relato kirchnerista se hace añicos. “Acá tenemos los problemas que tiene todo el mundo –dice Luis “Lito” Medina, coordinador de la CCC de Embarcación- pero no llega ninguno de los planes que llegan a otras ciudades. Esta era una ciudad ferroviaria y desde la década del 90, cuando vendieron todo, acá se fue viniendo todo abajo. Hay una sola finca, donde trabajan más de 2.000 compañeros. Pero los contratan por tres meses nada más. Echaron a los de 20 años de trabajo con 40 mil pesos de indemnización”.
Este es el panorama que traza el compañero, sobre esta ciudad de 30.000 habitantes, capital de un departamento con una extensión cercana a los 100 km, poblado por gran cantidad de parajes cuyos habitantes son originarios guaraní, qom y, principalmente wichi. Embarcación fue azotada por un tornado el 5 de diciembre del año pasado, lo que hizo más visible la miseria, cuenta Lito, “Todavía hoy no llegó la asistencia a la gente. Todos hacen política con eso”. 
Asistimos a una reunión de compañeros de la CCC de distintos barrios y parajes, en la que se repiten las preocupaciones por la falta de trabajo, el clientelismo de los punteros, y el crecimiento de la droga, por la que “se destruyen familias enteras”. Los ejemplos que dan los compañeros, no por conocidos dejan de indignar: un puntero que descuenta impide que una señora cobre un plan de $750 porque se niega a darle un porcentaje, otra compañera cuenta con lujo de detalles cómo un diputado “me buscaba en la campaña. Él ha llorado diciendo que iba a trabajar para los paisanos. Después se rodeó de la policía y no te podías acercar ni a saludar”. Junto con la bronca aparecen múltiples ejemplos de solidaridad, desde los que se suman a la pelea de la Corriente por planes, hasta los que desarrollan escuelas de fútbol en los barrios, sin ningún tipo de apoyo estatal. “Trabajos invisibles que hacen bien”, dice el coordinador de la CCC salteña, presente en la reunión.
Lito nos cuenta los proyectos que desarrolla la Corriente, “El Movimiento”, como todos lo llaman ahí, en medio de la lucha para que lleguen los planes Argentina Trabaja y Ellas hacen. Proyectos por los cuales han abierto comedores “cuando los están cerrando y no dan ni harina”, una bloquera  “que conseguimos con la pelea de la Corriente de toda la provincia”, y una iniciativa de las compañeras para una “venta de garaje”, donde el que tenga algo que no use, lo venda. “Ha caído muy bien en la gente la iniciativa, y hemos conseguido que el Municipio nos ceda un espacio”.
Dos de los compañeros que trabajan en la bloquera, Horacio y Franco, nos contaban que están desocupados: “Nos animamos a probar, y vamos tirando. Hacemos los bloques y los vendemos a $7. Por ahora vamos bien, porque trabajo en el pueblo no hay. Uno tiene familia, y hay que dar de comer a los chicos. Conseguimos que la Muni nos dé los materiales. Podemos hacer unos 200 por día”. 
 
Sindicato de Ordenanzas
El coordinador de la CCC de Embarcación es uno de los 3.000 ordenanzas de escuelas que trabajan en negro, fuera de cualquier convenio, y ganando $2.200 mensuales. “Cobramos $1.100 con una tarjeta provincial entre el 5 y el 10 y, entre el 15 y el 20 con una tarjeta nacional otros $1.100”. Están desde hace años peleando por su pase a planta permanente y, en ese proceso, como “no nos dio cabida ninguno de los gremios, no se nos acercaron hasta que estuvimos a punto de conseguir la planta permanente, con mucha lucha”, están peleando su propio gremio. Aclara Lito que hay otra parte de los ordenanzas que están en blanco. 
“En la provincia se firmó un convenio para que pasemos a los municipios, en el 2010, y acá en Embarcación eso no se cumple. Estamos peleando un salario de $5.500 y, por supuesto, el pase a planta: “El gobernador habla de que persigue el trabajo en negro en las fincas, pero no va a las escuelas para ver el trabajo en negro”. 
Lito prosigue enumerando las tareas organizativas de la CCC, que lleva tiempo “conseguir cualquier cosa con estos políticos lleva tiempo. Pero creo que estamos bien encaminados”, contando que han conseguido un seguro de sepelio “para todos los compañeros que tienen un plan”, y cómo la organización se ha extendido a La Misión Chaqueña. Carboncito, Tierras Fiscales, La loma, Tráfico, entre otros parajes. Lito desarrolló por último una de las peleas más importantes en la que están: armar el sindicato provincial de ordenanzas de escuelas (ver recuadro). “Muchos de los ordenanzas son originarios, en la mayoría de las escuelas rurales. Han acompañado en las marchas, incluso a la Capital. Muchos de ellos se han incorporado a la Corriente. Es importantísimo este acompañamiento”.