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16 de julio de 2014

Quiera la mar es la primera producción discográfica del tenor Hugo Ponce. El marplatense desgrana un puñado de gemas de su propia autoría con un trabajo vocal que pone la piel de gallina. Reproducimos una nota publicada en el sitio web Río Bravo.

Una obra con mucho para gritar al viento

Quiera la mar, de Hugo Ponce

Mar, siempre el mar. No pueden estar ausentes el mar y sus promesas en cada esquina de este disco. Desde el sonido de fondo con que arranca Mar del Plata hasta el guiño que cita a la Sinfonía en gris mayor en Banquina de pescadores, las aguas del mar van humedeciendo los versos y las melodías compuestas por Hugo Ponce.

Mar, siempre el mar. No pueden estar ausentes el mar y sus promesas en cada esquina de este disco. Desde el sonido de fondo con que arranca Mar del Plata hasta el guiño que cita a la Sinfonía en gris mayor en Banquina de pescadores, las aguas del mar van humedeciendo los versos y las melodías compuestas por Hugo Ponce.
La primera canción, Mar del Plata, es una tierna evocación a esa ciudad que “llama por las noches al hijo que parió”. Al escucharla, es inevitable recordar al pueblo natal de cada uno, aunque cambien los nombres de las calles, los elementos del paisaje o el estaño del viejo bar. Son cosas que de vez en cuando puede lograrse sólo con la potencia de la poesía. La ciudad natal del artista vuelve una y otra vez en el homenaje a Curuchet, en la canción que narra la partida de los pescadores en la madrugada, y en la dedicatoria del disco.
Para no recorrer en soledad “las más remotas playas y sus golfos”, el intérprete convocó a las voces de Julio Lacarra y Rafael Amor. En yunta con Lacarra, canta Dulce soberana de tu cuerpo para defender el “cabal derecho a decidir”. Besos en el viento es la canción que interpreta junto al autor de Olor a goma quemada. En seis estrofas de rigurosa actualidad, denuncian los efectos de la criminalización de la protesta, pero desde el lado de adentro de la vida cotidiana. “Que no hay prisión, amor, que no hay murallas”; no las habrá, mientras sigan habiendo voces dispuestas a entonar canciones como ésta.
Hugo Ponce, que a la vez es profesor de canto y preparador vocal de coros, puso toda su técnica y calidad interpretativa al servicio de la canción. En Quiera la mar hay una unidad estilística tanto en el canto como en los arreglos de orquesta que lo muestran como un disco bien macerado al que no se le mezquinó trabajo de producción. Así, Ponce puede navegar por el tango, la chacarera, el candombe o la balada, sin que ni una canción se caiga del disco.
Al escuchar Nido rosado, es inevitable pensar en tanto yuppie de la política que anda dando vueltas, y recordarles como Celedonio Flores “que porque la suerte quiso… disponés de un capital” (Muchacho de Celedonio Flores y Edgardo Donato). Se trata de una canción potente en clave rock mediante la cual advierte “mirá que quedan brasas encendidas”, con la sabiduría del que sabe cómo sigue la historia. 
 
De destacar
Si bien, Hugo Ponce expone su compromiso en toda su obra; hay dos canciones dignas de destacar en este aspecto. Una de ellas es la Canción a los héroes del Belgrano, que tiene una dedicatoria a José Sacur, enfermero, sobreviviente del hundimiento del crucero. La canción despliega belleza épica desde el primero al último verso y al mismo tiempo que homenajea la actitud heroica de Sacur, expresa sin medias tintas la opinión del autor sobre la guerra de Malvinas.
Habla de dos “halcones negros” (Inglaterra y Estados Unidos), y una “serpiente” (Rusia) que bailan “la danza de los sanguinarios”; así, en cuatro versos explica la disputa interimperialista sobre la Argentina, clarito y sin resignar una gota de poesía.
La otra canción es Antonio, el nombre de guerra del militante revolucionario César Gody Álvarez, desaparecido por la dictadura en abril de 1976, hasta que en 2007 fueron identificados sus restos por el equipo de Antropología Forense. La composición traza la semblanza de quien desde 1968 aportó a la construcción de las agrupaciones clasistas en las fábricas cordobesas, abonando el terreno donde los obreros sembraron pueblada. Antonio y Sacur muestran, cada uno en lo suyo que “hay que hacerse a la mar a sangre y fuego”.
Quiera la mar es una obra que seduce en la primer escucha y acompaña, abriga, acaricia cada vez que se lo haga girar. En la cubierta interna del disco, Hugo Ponce pide a la mar que traiga de regreso “las voces entrañables de aquellos que han partido”; que multiplique “sus peces y sus panes”; que contribuya “a fundar auroras, allí donde haga frío”. Sabedor de que no es poco lo que se pide, nos entrega estas catorce bellísimas canciones. Quiera la mar… 
 
Sobre Hugo Ponce
Hugo Ponce es integrante del Coro Estable del Teatro Argentino de La Plata; formó parte también del Conjunto Vocal de Cámara de la Municipalidad de Quilmes y el Coro Polifónico Nacional. Tiene en su haber una larga trayectoria como tenor solista en repertorio sinfónico-coral y como cantante de cámara y de oratorio. Fue solista de la Misa Criolla junto con el Coral Henderson en la gira europea de 1995.
Como docente y preparador vocal desarrolló varios talleres y seminarios de técnica vocal. Se formó con maestros como Carmela Giuliano, Nino Falsetti, Mónica Capra y José Sarré y tomó cursos con Anthony Jenner, Thomas Quasthoff, Renata Parussel y otros.
Recientemente regresó de la gira por España, país al que con mucho sacrificio llevó su obra A Galopar que continúa en los escenarios argentinos con una puesta que viene teniendo muy buena repercusión. Actualmente, también está editada.
En una actitud que lo pinta de cuerpo entero, el pasado 1º de Mayo, Día Internacional del Trabajador, se internó en los estudios Jabba a grabar una canción que compuso en homenaje al líder clasista René Salamanca. Se trata de un artista que además de poner en juego el compromiso en la composición e interpretación, también lo hace en la vida ciudadana. No hay solicitada en defensa de un espacio cultural, de una política cultural al servicio del pueblo que no lleve su firma. Quien desee adquirir sus grabaciones puede hacerlo enviando un correo electrónico a hugoponce51@hotmail.com.n