El derribo del avión de Malaysia Airlines en el este de Ucrania, al borde de la frontera con Rusia, ha conmocionado al mundo. El Boeing 777 cubría la ruta Amsterdam-Kuala Lumpur y, tras el impacto, cayó envuelto en humo y llamas, para terminar estrellado en campo abierto. No hubo sobrevivientes. En el hecho murieron 298 personas, de las cuales 280 eran pasajeros y el resto eran tripulantes. La mayoría de las personas que iban a bordo eran ciudadanos holandeses, además de malasios, australianos, canadienses, indonesios, británicos, alemanes y belgas. Entre los pasajeros había 80 niños y adolescentes.
Una de las hipótesis es que el avión fue derribado por las milicias separatistas prorrusas que actúan en el área donde cayó el avión, utilizando un misil SA-11 Buk de fabricación rusa, aunque el gobierno de Vladimir Putin como los mismos separatistas han negado ser responsables del hecho y han acusado a Estados Unidos, la Unión Europea y a Ucrania de estar realizando una “guerra de información”.
Esta masacre aérea es una consecuencia inmediata de la agresión imperialista y la guerra civil que están llevando al desmembramiento de Ucrania. Los distintos imperialismos y las oligarquías locales exacerban los diferentes sentimientos nacionales, raciales y religiosos de los pueblos que habitan ese país. ¡Fuera las garras imperialistas de Ucrania! ¡Solidaridad con la clase obrera y los pueblos de Ucrania!