En la Capital Federal, miles de personas conformaron una gran columna que marchó hasta la Plaza de Mayo, para expresar frente a la Casa de Gobierno el repudio a las políticas de “represión a las luchas obreras y populares que recorren el país por parte del gobierno nacional y de los gobiernos provinciales de variado signo político”, como dice el documento conjunto leído en el acto de cierre.
En la Capital Federal, miles de personas conformaron una gran columna que marchó hasta la Plaza de Mayo, para expresar frente a la Casa de Gobierno el repudio a las políticas de “represión a las luchas obreras y populares que recorren el país por parte del gobierno nacional y de los gobiernos provinciales de variado signo político”, como dice el documento conjunto leído en el acto de cierre.
Al frente de la columna se encontraban dirigentes de las organizaciones convocantes, entre ellos madres de Plaza de Mayo como Elia Espen, Diana Kordon de Liberpueblo, Amancay Ardura por la CCC, Elena Hanono y Lucila Edelman del PCR-PTP, Vilma Ripoll, Patricia Walsh, Enrique Fuckman de la Asociación de Detenidos Desaparecidos, Carlos Chile por la CTA, así como dirigentes del FIT y delegaciones de obreros en lucha, como los de Emfer y Lear.
La CCC y el PTP-PCR aportaron miles de compañeras y compañeros de todas las zonas de la Capital Federal y del Gran Buenos Aires, a cuyo frente marchaban muchos de los compañeros criminalizados por esta política, como Ramón Bogado, María Rosario y Alcadio Alfonso de Kraft.
Entre las consignas convocantes al acto, junto a las mencionadas más arriba, estaban: libertad a los presos por luchar. Absolución a los trabajadores de Las Heras. No a las leyes antipiquetes. Aprobación de la ley contra la criminalización de la protesta. Derogación de las leyes antiterroristas. No al pago de la fraudulenta deuda externa. Que la crisis no la paguen los trabajadores y el pueblo. Fuera el genocida Milani. Fuera Berni.
Acto unitario
Ya en la Plaza de Mayo, el acto comenzó con la lectura de un documento del EMVJ expresando “nuestro más absoluto repudio hacia labrutal agresión genocida que está sufriendo el pueblo palestino de Gaza por parte del aparato militar israelí”, lo que fue saludado por los asistentes con la consigna “Israel, fascista, vos sos el terrorista”.
Luego, trabajadores de las empresas Lear y Emfer-Tatsa describieron los conflictos por los que están atravesando, y agradecieron la solidaridad recibida por el conjunto de organizaciones populares.
Se leyó una carta de Ernesto Gabriel Apendino, trabajador de ATE que se encuentra preso hace más de nueve meses en Río Gallegos, Santa Cruz, quien expresó que está encarcelado “sólo por ser parte de un reclamo salarial el 18 de octubre de 2013, en el cual unos desconocidos provocaron un incendio en un edificio público”. Apendino reclamó el desprocesamiento y la absolución de todos los trabajadores y luchadores sociales “a través de una amnistía”.
También fue leída una declaración de la Multisectorial Chaco contra el ajuste, la entrega y la represión, que denuncia la criminal política que aplica el gobernador Bacileff Ivanoff, con acuerdo de Capitanich y la presidenta. Allí se describe la entrega de tierras, el desalojo de pueblos originarios, y la responsabilidad de Capitanich-Bacileff en al menos 80 muertes “por acción directa o indirecta del Estado”, entre las que se cuenta el “supuesto accidente” que se cobró la vida del dirigente campesino y originario Mártires López.
El acto finalizó, frente en una plaza cubierta de miles de personas de las distintas organizaciones, con la lectura de los nombres de los 28 “asesinados por luchar durante los diez años de gobierno kirchnerista”, y con un documento conjunto, firmado por 235 organizaciones de derechos humanos, sociales, sindicales, estudiantiles y políticas, que entre otras cosas expresó que convocaron a esta jornada “la contra la represión y la criminalización de la protesta y en defensa de los trabajadores que resisten los despidos y suspensiones, que luchan en defensa de sus salarios y contra la confiscación que implica el mal llamado impuesto a las ganancias; de los pueblos originarios y de los campesinos que enfrentan el despojo de sus tierras a manos de los monopolios agrícolas; de los que luchan por tierra y vivienda; de los pueblos que denuncian el envenenamiento a manos de Monsanto, el fracking y la megaminería contaminante; de los trabajadores petroleros que sufren la persecución de gobernadores, intendentes, jueces y policías que actúan a cuenta de las multinacionales saqueadoras de los recursos del país”.
El detallado documento analiza las distintas situaciones represivas tanto del gobierno nacional como de la Ciudad de Buenos Aires y las distintas provincias, sin dejar de reivindicar “la lucha de nuestro pueblo en defensa de sus derechos, y el piquete como un método histórico de las clases explotadas, desde los inicios del movimiento obrero argentino.”
El documento finaliza afirmando que “Las huelgas docentes que recorrieron el país, el paro nacional del 10 de abril, las luchas obreras y populares en curso como LEAR y EMFER demuestran la disposición de lucha de nuestro pueblo para enfrentar la política de ajuste”.
El acto finalizó reafirmando las consignas convocantes, y volvió a mostrar la posibilidad y necesidad de enfrentar de manera unitaria la política de hambre, entrega y represión del gobierno kirchnerista.
