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30 de julio de 2014

Ante el chantaje de los imperialistas yanquis con el default, Cristina propone cambiarle el nombre y pretende hacernos creer que los imperialistas de Rusia y de China “quieren cooperar”.

No pagar deudas ilegítimas

Hora Política - Hoy 1529

1. El forcejeo con los buitres
El miércoles 30, cuando esta edición esté en la calle, habrá vencido el plazo otorgado por el juez imperialista para que el gobierno de Cristina Fernández acuerde con los fondos buitres una forma de pago de los bonos en su poder, si no entraría en default (ver nota en contratapa).

1. El forcejeo con los buitres
El miércoles 30, cuando esta edición esté en la calle, habrá vencido el plazo otorgado por el juez imperialista para que el gobierno de Cristina Fernández acuerde con los fondos buitres una forma de pago de los bonos en su poder, si no entraría en default (ver nota en contratapa).
A lo largo de todo un mes el gobierno ha hecho girar la política en torno a ese litigio que le ha permitido, junto a la “distracción” por el Mundial de Fútbol, soslayar los graves problemas económicos y sociales internos derivados de su política. Se agrava la situación de inflación y de suspensiones y despidos, y el gobierno recurre a la represión abierta de las luchas como seguimos viendo en los casos de Lear y Emfer-Tatsa. Si hasta postergó una respuesta al reclamo de sus sindicalistas “amigos” (Caló y Yaski) por el robo a los salarios y jubilaciones con el impuesto a las Ganancias, argumentando que estaba ocupada en enfrentar la agresividad de los buitres.
 
 
2. Mayor agresividad yanqui
Es cierto que el imperialismo yanqui, o un sector del mismo, a través de los fondos buitres (principalmente Elliot y Aurelius) y el andamiaje jurídico de Nueva York –al que ha seguido sometiendo la soberanía jurídica el propio gobierno kirchnerista– presiona sin consideraciones para cobrar. El apriete fue mayor cuando Cristina Fernández coquetea al mismo tiempo con los imperialistas rivales de Rusia y de China, haciéndoles concesiones jurídicas semejantes en los acuerdos que firma.
Pero también es cierto lo que dice Cristina, como pagadora serial, que no puede pagar antes del 1/1/2015 porque quedaría expuesta a un chantaje yanqui mucho peor. Tanto por el lado de los juicios de los otros holdouts, que sumarían con intereses 15.000 millones de dólares, como por el lado de quienes entraron en los canjes de 2005 y 2010, porque se activaría la cláusula RUFO: unos dicen que podría sumar 120.000 millones de dólares y otros 150.000 millones. Y esto sucedería así incluso si se depositara “un fondo de garantía” para los buitres en el juzgado de Nueva York (para diferir la sentencia del juez Griesa hasta diciembre, como proponen otros sectores del bloque dominante y del propio Wall Street) pues ello daría argumentos para litigar, por un accionar de “mala fe”, a esos otros tenedores de bonos.
 
 
3. Suspender los pagos
Es correcto no pagar en estas condiciones: lejos de venirse el mundo abajo podría ser un alivio para la economía nacional. Pero esto no se resuelve cambiándole el nombre al default y queriendo seguir pagando, como plantea Cristina Fernández. Es necesario tomar esta realidad de frente, declarando un no pago soberano. A partir de ahí, las fuerzas populares, patrióticas y democráticas profundizarán su lucha exigiendo que en esa situación se investigue la deuda. No pagar las ilegítimas, usurarias, fraudulentas y odiosas, permitiría usar esa plata (la primera cuota del Club de París y los otros vencimientos de este año) para tomar medidas frente a la oleada de despidos y suspensiones, atender a los de más abajo, la salud, la educación, etc. Es decir tomar medidas que fortalezcan el mercado interno, como dice la Presidenta pero no lo hace.
Por el contrario, al cierre de esta edición el gobierno acaba de anunciar que depositó anticipadamente (vencía a fin de mes) los 642 millones de la primera cuota del Club de París, sin que los países integrantes del mismo hubieran ratificado todavía el acuerdo, cosa que se debía formalizar el jueves 31 de julio.
Si se siguen depositando los vencimientos aun en las condiciones de default, como si este no existiera, va a empeorar aun más la situación económica y social. Pretender que esto va a ser diferente por lo que Putín o Xi Jinping le hayan dicho a la Presidenta es como mínimo una ingenuidad. Tanto por los montos como por las características de esos “acuerdos”, lo principal que hacen es darle mayor ingerencia a los imperialismos de Rusia y de China en su disputa entre ellos, y con los yanquis e ingleses principalmente, por el dominio del país. “Ni amo viejo ni amo nuevo” tiene que ser la línea en la lucha por no pagar deudas ilegítimas y recuperar la soberanía nacional en todos los terrenos.
 
 
4. Encabezar las luchas
En este camino, es necesario ponerse a la cabeza de todas las luchas obreras y populares, uniendo todas las fuerzas posibles de ser unidas contra la política de inflación, entrega y represión del kirchnerismo, en lo inmediato garantizando el paro nacional anunciado para agosto, peleando porque sea multisectorial y de 36 horas. ¿Que va a ser un paro político, como dijo Capitanich del reclamo por el robo del impuesto a las Ganancias sobre los salarios y jubilaciones? Efectivamente eso es así porque su solución requiere de una respuesta política que la debe dar el gobierno kirchnerista, como los demás reclamos del movimiento obrero y popular.
Es necesario encabezar las luchas por torcerle el brazo a la política kirchnerista, y en esas luchas crecer y fortalecer al PCR, desarrollar el PTP y el frente político y social para apoyar esas luchas y para estar también en condiciones de terciar en la contienda electoral de 2015, con un frente verdaderamente popular, patriótico y democrático.
 
 
5.Se agrava la inestabilidad del mundo
Se viven momentos difíciles en la Argentina y en el mundo, porque junto a la crisis que se descarga sobre los trabajadores y los pueblos se agudizan las disputas interimperialistas por un nuevo reparto del mundo. Recrudecen la opresión y las agresiones a varios países en las distintas regiones del planeta, cuya más sangrante expresión es hoy el genocidio del pueblo palestino por el régimen fascista de Israel. No es apoyándose en unos imperialistas contra otros como se van a liberar los trabajadores y los pueblos y naciones oprimidas y agredidas, porque es precisamente esa disputa entre los imperialistas, sean del lado que sean, lo que trae las agresiones y las guerras.
La creciente disputa interimperialista por un nuevo reparto en el mundo golpea también a nuestras puertas y la presidenta Cristina, como expresión de sectores de la burguesía intermediaria dice que podemos sacar ventaja de ello. Con respecto a las visitas de Putin y Xi Jinping, dijo: “Hay un mundo nuevo, hay actores nuevos que no quieren pisarte la cabeza, quieren cooperar con vos para ver si juntos podemos arrastrar este inmenso carro que hoy es el mundo y que ha sido sostenido por las economías emergentes que tuvimos que soportar la crisis generada por los países desarrollados, que todavía no han podido recuperarse y que nos quieren tirar el muerto a las economías emergentes” (www.presidencia.gov.ar/discursos, miércoles, 23 de julio del 2014). Con esta línea entreguista, calificando de amigos “emergentes” a los nuevos imperialismos, no sólo quedamos inermes frente a ellos sino también frente a los viejos imperialismos.