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13 de agosto de 2014

En la zona norte del Gran Buenos Aires los trabajadores de Lear hace cuatro meses que vienen peleando por su puesto de trabajo.

Basta de despidos y suspensiones

Zona Norte del Gran Buenos Aires

En la zona norte del Gran Buenos Aires los trabajadores de Lear hace cuatro meses que vienen peleando por su puesto de trabajo. Empezaron en mayo con suspensiones y luego despidos, amparados por el gobierno nacional y provincial, y con la complicidad del Smata. Así están una gran parte de los autopartistas, las automotrices, y otras empresas. Al cierre de esta edición, la imprenta norteamericana RR Donnelley cerraba sus puertas dejando en la calle a 400 trabajadores.

En la zona norte del Gran Buenos Aires los trabajadores de Lear hace cuatro meses que vienen peleando por su puesto de trabajo. Empezaron en mayo con suspensiones y luego despidos, amparados por el gobierno nacional y provincial, y con la complicidad del Smata. Así están una gran parte de los autopartistas, las automotrices, y otras empresas. Al cierre de esta edición, la imprenta norteamericana RR Donnelley cerraba sus puertas dejando en la calle a 400 trabajadores.
En Lear como en Gestamp, los trabajadores sufren el apriete de las patotas sindicales, y la represión del gobierno nacional con Berni a la cabeza, que protege con la gendarmería y la policía federal a la empresa yanqui. Scioli hace lo propio con la Bonaerense. 
Lear, un monopolio norteamericano, no cumple la resolución de la justicia, que sacó más de 14 fallos en contra de la empresa por dejar afuera sin ningún argumento a los delegados de la comisión interna. El Smata armó una asamblea trucha prácticamente secuestrando a los trabajadores para “destituir” a la Interna, lo que fracasó porque la justicia considera la actitud del sindicato como trucha y antidemocrática.
La empresa, para no cumplir con el mandato judicial de reincorporar a los delegados, y con el ridículo argumento de “resguardar la integridad física de sus trabajadores por las manifestaciones que se viene llevando en la puerta de la fábrica suspende a su 525 trabajadores, primero por 15 días y ahora por tiempo indeterminado. Del total de despedidos, en este tiempo fueron reincorporados 61, arreglaron su retiro 123, y la patronal sostiene el despido de otros 66 trabajadores por bajo rendimiento. Los despedidos mantienen un acampe frente a la planta.
El panorama de la zona es preocupante, si a esto le sumamos los 67 despidos en Gestamp, los 160 de la planta de Dana en Ruta 8, otros 160 en Kromberg, y ahora Donnelley, entre otras. Además, la planta de Volkswagen de Pacheco viene con suspensiones desde comienzos del año. Los trabajadores cobran el 75% de su salario, y la empresa ha anunciado que profundizará las suspensiones de acá a fin de año. Ahora siguen suspendiendo dos días por semana (lunes y viernes), y vienen de una semana entera de suspensiones. Además están apretando con “arreglos”.
Por todo esto urge el paro de 36 horas, para no seguir pagando las crisis. El gobierno de CFK reprime al pueblo para garantizar que paguemos los trabajadores, y no los que en la década ganada se llenaron los bolsillos a costa del sacrificio de lo que menos tenemos. 
El gobierno nos sacó el salario familiar, la ayuda escolar, metió el impuesto al salario, y hoy tenemos que sufrir despidos y suspensiones. Y nos quieren hacer creer que estamos bien, en una Argentina que tiene más del 40% de trabajadores en negro, y más del 50% de los que tienen suerte de tener un trabajo están con un salario mínimo que no llega a cubrir ni la mitad de la canasta familiar, que hoy está en 14 mil pesos. Ni hablar de la situación de los desocupados y jubilados. Desde la Agrupación 1º de Mayo y la CCC de la zona repudiamos la represión del gobierno, y llamamos a la más amplia unidad para enfrentar los despidos y suspensiones en todas las empresas de la zona.