Esta pandemia, luego de extenderse a Benin ya abarca cinco países del continente africano. Los países limítrofes, Mali y Costa de Marfil, decretan la emergencia pública. En el pasado, ese estatuto especial se utilizó sólo para la pandemia de gripe H1N1, la llamada “gripe aviar” y, hace pocas semanas, para la polio.
Esta pandemia, luego de extenderse a Benin ya abarca cinco países del continente africano. Los países limítrofes, Mali y Costa de Marfil, decretan la emergencia pública. En el pasado, ese estatuto especial se utilizó sólo para la pandemia de gripe H1N1, la llamada “gripe aviar” y, hace pocas semanas, para la polio.
¿Qué es el ébola, y cuáles son sus síntomas?
El virus del ébola causa fiebre y hemorragias, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), afecta a múltiples órganos y sistemas en el cuerpo y con frecuencia se acompañan de sangrado. El virus debe su nombre al río Ébola en la República Democrática del Congo (ex Zaire), donde se produjo uno de los primeros brotes en 1976.
Los primeros síntomas incluyen la aparición de fiebre repentina, debilidad, dolor muscular, dolores de cabeza y dolor de garganta. Estos síntomas pueden aparecer de dos a 21 días después del contagio. La OMS dice que estos primeros síntomas no específicos pueden confundirse con signos de enfermedades como la malaria, la fiebre tifoidea, la meningitis o la peste. El ministerio de Salud de Argentina instó a las autoridades sanitarias provinciales a fortalecer la vigilancia epidemiológica para detectar el ingreso de posibles casos de ébola al país, en el marco de la declaración de “emergencia pública sanitaria internacional” dispuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La extensión de la enfermedad
Cabe destacar que esta es la primera vez que hay una epidemia de ébola en África Occidental, pues siempre se habían producido en África Central. Si bien se destaca como una de las claves de su rápida extensión, la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que el ébola se extiende más rápido que los esfuerzos por contenerlo.
Como destaca Bart Janssens, director de operaciones de Médicos Sin Fronteras, “Esta epidemia no tiene precedentes”. “Está descontrolada y la situación sigue empeorando… Hay muchos lugares donde las personas están infectadas pero ni siquiera lo sabemos”.
“Las consecuencias pueden ser catastróficas”, en palabras de su directora general, Margaret Chan. “Es la cepa más letal y más grande jamás registrada de esta enfermedad”dice la directora de la OMS, que apuesta por medidas extraordinarias para frenar la expansión de la plaga: imponer restricciones de movimiento, prohibir concentraciones públicas e incluso desplegar fuerzas de seguridad para garantizar el trabajo de los equipos de atención vírica, que en algunos casos han sido apedreados por vecinos con miedo a ser contagiados.
Pero en realidad, como denuncia Médicos Sin Fronteras (MSF), el que la pandemia de ébola se encuentre “fuera de control” se debe a la respuesta tardía de la ayuda internacional. “Los equipos médicos desplegados sobre el terreno están al límite de sus fuerzas”. “La rotación es cada vez más intensa, casi sin descanso”. “Los doctores y enfermeros ven a diario morir a compañeros suyos –ya han fallecido más de 100 trabajadores sanitarios en este brote– y aún así acuden a los hospitales a tratar a los enfermos, a los que se suministra suero para que no se deshidraten”.
¿Por qué recién se preocupan?
El doctor Henry Rodríguez, jefe de la misión de MSF en México, cuestiona el por qué dos estadounidenses infectados con ébola han recibido fármacos experimentales mientras cientos de africanos han muerto sin acceso a ellos. “El ébola no es nuevo, lleva 40 años, ¿y por qué antes nadie se preocupó por él? pues porque eran poblaciones pobres, aisladas y rurales de África”, dijo Rodríguez.
Para Rodríguez, la experiencia del ébola debe ser un llamado de atención para la comunidad científica y el resto del mundo pues, advierte, no se descartan virus hemorrágicos similares en el futuro. “Hacemos un reclamo a la comunidad científica y a la comunidad que investiga para que se desarrollen nuevos y mejores medicamentos no sólo para estas enfermedades que son un poco exóticas como el ébola, sino para otras enfermedades que llevan muchos años instauradas en África, incluso en Latinoamérica”, subrayó.
De acuerdo con el médico, casos como el ébola no han sido hasta ahora prioridad para las compañías farmacéuticas, pues probablemente no lo ven como una fuente de ganancia o potenciales clientes.
El brote de ébola en África occidental ha causado la muerte de 961 personas en lo que va del año y, si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró una emergencia internacional de salud pública por el virus, Rodríguez considera que las posibilidades de que la infección se expanda y se constituya como una amenaza global son muy bajas.
No es la militarización ni el cierre de las fronteras, sino la rápida y solidaria ayuda internacional la política que debe demandar la población en todo el mundo. Al respecto, Margaret Chan de la Organización Mundial de la Salud insistió en que la contención del ébola dependerá en gran medida de la “solidaridad internacional”, en que los países con recursos y capacidad aporten la ayuda necesaria a aquellos que están afectados.