Con evidente retraso, la semana anterior se conocieron los datos sobre ocupación del Indec, correspondientes al 1 de abril de este año, que muestran que la caída del empleo se ve ya en el primer trimestre como consecuencia de la política recesiva, de devaluación y suba de las tasas de interés, aplicada desde enero por el gobierno kirchnerista.
Con evidente retraso, la semana anterior se conocieron los datos sobre ocupación del Indec, correspondientes al 1 de abril de este año, que muestran que la caída del empleo se ve ya en el primer trimestre como consecuencia de la política recesiva, de devaluación y suba de las tasas de interés, aplicada desde enero por el gobierno kirchnerista.
Eso sí, por el milagro de las estadísticas, esta caída del empleo no quiere decir que aumente en la misma proporción la tasa de desocupación, ya que se considera desocupados sólo a quienes han buscado trabajo activamente en la última semana de la encuesta y se consideran ocupados a los que tienen algún plan. Es decir que si una persona no ha buscado activamente trabajo la última semana, lo que se llama factor desaliento, no figuran en el índice de desocupados. Esto le permite afirmar al gobierno que el aumento en la tasa de desocupación es todavía leve.
También se conoció la semana pasada que entre diciembre de 2013 y marzo de este año, se cerraron 311.746 cuentas sueldo. En marzo se registraban 7.717.422 cuentas, contra 8.029.168 del 31 de diciembre de 2013. Las cifras son oficiales y están registradas en la página web del Banco Central.
La caída de cuentas sueldo puede estar registrando la destrucción de un puesto de trabajo o la informalización, es decir, un puesto registrado y en blanco que pasó a negro. La mayor parte se debería a la pérdida de empleo, dada la caída de la actividad y del empleo que se registra en los índices de ocupación.
