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17 de septiembre de 2014

El siguiente es un texto de Mao Tsetung tomado de “Algunas cuestiones sobre los métodos de dirección”, de junio de 1943 (Obras Escogidas de Mao Tsetung,  tomo III).

La dirección y las masas

De la experiencia histórica del proletariado

La experiencia de la campaña de rectificación en 1942 demuestra también que en cada entidad es indispensable para el éxito de la campaña que se forme en el curso de ésta un grupo dirigente compuesto de un pequeño número de activistas reunidos en torno al responsable principal de la entidad en cuestión, y que este grupo forje una estrecha ligazón con las amplias masas participantes en la campaña.

La experiencia de la campaña de rectificación en 1942 demuestra también que en cada entidad es indispensable para el éxito de la campaña que se forme en el curso de ésta un grupo dirigente compuesto de un pequeño número de activistas reunidos en torno al responsable principal de la entidad en cuestión, y que este grupo forje una estrecha ligazón con las amplias masas participantes en la campaña.
Por activo que se muestre el grupo dirigente, su actividad no pasará de ser el infructuoso esfuerzo de un puñado de personas, si no se la liga con la actividad de las amplias masas. No obstante, la actividad de las amplias masas, sin un fuerte grupo dirigente que la organice en forma apropiada, no puede mantenerse por mucho tiempo, ni desarrollarse en una dirección correcta, ni elevarse a un alto nivel.
En cualquier lugar, las masas están integradas, en general, por tres categorías de personas: las relativamente activas, las intermedias y las relativamente atrasadas. Por eso, los dirigentes deben saber unir en torno suyo al pequeño número de elementos activos y, apoyándose en ellos, elevar la conciencia política de los elementos intermedios y ganarse a los atrasados.
Un grupo dirigente, verdaderamente unido y vinculado con las masas, sólo puede formarse gradualmente en medio de la lucha de las masas, y no al margen de ella. En el curso de una gran lucha, la composición del grupo dirigente no debe ni puede, en la mayoría de los casos, permanecer invariable a través de las etapas inicial, media y final; es necesario promover constantemente a los activistas surgidos en la lucha, para sustituir a aquellos miembros del grupo dirigente que resulten inferiores en comparación con ellos o que hayan degenerado.
Una de las causas fundamentales de por qué no ha podido avanzar el trabajo en muchos lugares y entidades oficiales, está en la falta de un grupo dirigente así, que se mantenga bien unido, vinculado con las masas y siempre sano. Si en una escuela de un centenar de personas no hay un grupo dirigente formado de acuerdo con las circunstancias reales (y no reunido artificialmente) y compuesto de varios o algo más de una decena de los elementos más activos, rectos y sagaces entre los profesores, empleados y estudiantes, esa escuela ha de marchar mal. Debemos aplicar en todas las entidades oficiales, escuelas, unidades militares, fábricas y aldeas, sean grandes o pequeñas, lo que indica Stalin acerca de la creación de un grupo dirigente en la novena de las doce condiciones para la bolchevización de los Partidos Comunistas1. La elección de los miembros de tal grupo dirigente debe tener por criterio las cuatro condiciones formuladas por Dimitrov al tratar de la política de cuadros: devoción total, ligazón con las masas, capacidad para orientarse independientemente en toda situación y espíritu de disciplina2. Tanto al cumplir cualquiera de las tareas centrales –guerra, producción, educación (incluida la campaña de rectificación)–, como al inspeccionar el trabajo, examinar la historia de los cuadros o realizar cualquier otra labor, hay que adoptar el método de ligar el grupo dirigente con las amplias masas, además del método de combinar el llamamiento general con la orientación particular.
 
“De las masas a las masas”
En todo el trabajo práctico de nuestro Partido, toda dirección correcta está basada necesariamente en el principio: “de las masas, a las masas”. Esto significa recoger las ideas (dispersas y no sistemáticas) de las masas y sintetizarlas (transformarlas, mediante el estudio, en ideas sintetizadas y sistematizadas) para luego llevarlas a las masas, difundirlas y explicarlas, de modo que las masas las hagan suyas, perseveren en ellas y las traduzcan en acción, y comprobar en la acción de las masas la justeza de esas ideas. Luego, hay que volver a recoger y sintetizar las ideas de las masas y a llevarlas a las masas para que perseveren en ellas, y así indefinidamente, de modo que las ideas se tornan cada vez más justas, más vivas y más ricas de contenido. Tal es la teoría marxista del conocimiento.
 
Relaciones correctas
La concepción de que, trátese de una organización o de una lucha, entre el grupo dirigente y las amplias masas debe haber relaciones correctas, la concepción de que las ideas correctas de dirección sólo pueden elaborarse recogiendo y sintetizando las ideas de las masas y llevándolas luego a las masas para que perseveren en ellas, y la concepción de que, al poner en práctica las ideas de dirección, se debe combinar el llamamiento general con la orientación particular, deben ser ampliamente difundidas en el curso de la actual campaña de rectificación, con el fin de corregir los puntos de vista erróneos que al respecto existen entre nuestros cuadros.
Muchos camaradas no conceden importancia a unir en torno suyo a los activistas para formar un núcleo dirigente, o no saben hacerlo, y no conceden importancia a ligar estrechamente este núcleo dirigente con las amplias masas, o no saben hacerlo; por eso la suya se convierte en una dirección burocrática, divorciada de las masas. Muchos camaradas no conceden importancia a sintetizar las experiencias de la lucha de las masas, o no saben hacerlo, y, pasándose de listos, gustan de plantear de manera subjetivista cantidad de opiniones, por lo cual sus ideas resultan hueras y ajenas a la realidad. Muchos camaradas se contentan con lanzar un llamamiento general para una tarea y no conceden importancia a dar inmediatamente después orientación particular y concreta, o no saben hacerlo; en consecuencia, su llamamiento se queda en la boca, en el papel o en la sala de reuniones, y su dirección se hace burocrática.
Hay que corregir estos defectos en la presente campaña de rectificación; hay que aprender a aplicar los métodos de ligar la dirección con las masas y de combinar lo general con lo particular en la campaña de rectificación, en la inspección del trabajo y en el examen de la historia de los cuadros, y también hay que emplearlos en todo nuestro trabajo futuro. 
 
 
1) Véase J. V. Stalin, “Sobre las perspectivas del PC de Alemania
y sobre la bolchevización”.
2) Véase J. Dimitrov, Por la unidad 
de la clase obrera contra el fascismo, conclusiones del VII Congreso de la Internacional Comunista, parte VII: “Sobre los cuadros”.
(En Cuadernos…Nº 10, Mao: 
Sobre el partido).