Desde el año 2011, cuando su pareja hace abandono de hogar, Claudia Alba -enfermera del Hospital de El Hoyo- empezó a sufrir violencia física y psicológica, hurtos, amenazas, cortes de luz, gas, rotura de su vivienda, hechos denunciados ante la comisaría local y la fiscalía pública. Pero nunca tuvo respuesta. Su ex-suegro, dueño del título de propiedad, logra este año un fallo que la expulsa junto a sus hijos a la calle.
Desde el año 2011, cuando su pareja hace abandono de hogar, Claudia Alba -enfermera del Hospital de El Hoyo- empezó a sufrir violencia física y psicológica, hurtos, amenazas, cortes de luz, gas, rotura de su vivienda, hechos denunciados ante la comisaría local y la fiscalía pública. Pero nunca tuvo respuesta. Su ex-suegro, dueño del título de propiedad, logra este año un fallo que la expulsa junto a sus hijos a la calle.
Desde la Secretaría de Igualdad de Género y Oportunidades CTA Chubut exigimos que se respeten todos los derechos y garantías que se establecen en la Ley 26485, Ley Nacional de Violencia contra la Mujer.
Claudia Alba, no solo ha sufrido violencia por parte de su ex-pareja, sino también desde la Justicia pues no se ha cumplido con el texto de la Ley 26485 y su decreto reglamentario Artículo 5 Inc c: “En los casos en que las mujeres víctimas de violencia tengan hijos/as y éstos/as vivan con ellas, las necesidades de los/as menores de edad se considerarán comprendidas dentro de los medios indispensables para que las mujeres tengan una vida digna.” La asistencia a las mujeres en situación de violencia deberá ser articulada con todos los organismos intervinientes y evitando su revictimización. Prestando especial atención a las particularidades o características diferenciales que agraven el estado de vulnerabilidad de las mujeres víctimas, tales como la edad, la condición socioeconómica, el origen étnico, racial o religioso.
