“No juguéis con la insurrección si no estáis decididos a afrontar todas las consecuencias del juego. La insurrección es un cálculo con magnitudes desconocidas, cuyo valor puede variar todos los días; las fuerzas que combatís tienen sobre vosotros la ventaja de la organización, de la disciplina y de la autoridad tradicional. Si no podéis oponerles fuerzas superiores, seréis derrotados, estáis perdidos. En segundo lugar, una vez que se ha penetrado en la vía revolucionaria, obrad con la mayor determinación, y tomad la ofensiva, la defensiva es la muerte de toda sublevación armada; está aniquilada antes de haberse medido con el enemigo. Atacad a vuestros adversarios de improviso, mientras que sus tropas estén diseminadas. Forzad a vuestros enemigos a batirse en retirada antes que hayan podido concentrar sus fuerzas contra vosotros. Según la frase de Dantón, el más grande maestro en táctica revolucionaria conocido hasta el día, audacia, más audacia, siempre audacia…” Federico Engels: La Revolución y la Contrarrevolución en Alemania.
05 de noviembre de 2014