La semana pasada (05/11/2014) Axel Kicillof concedió un reportaje al canal C5N. Durante el mismo, y ante las preguntas sobre la posibilidad del pago de un bono de fin de año a los trabajadores, hizo comentarios sobre el espinoso tema de la inflación (él utiliza la expresión “variación de precios”), en particular en referencia al hecho de que la misma está alrededor del 40%, lo que es bastante por encima de los aumentos salariales surgidos de las paritarias.
La semana pasada (05/11/2014) Axel Kicillof concedió un reportaje al canal C5N. Durante el mismo, y ante las preguntas sobre la posibilidad del pago de un bono de fin de año a los trabajadores, hizo comentarios sobre el espinoso tema de la inflación (él utiliza la expresión “variación de precios”), en particular en referencia al hecho de que la misma está alrededor del 40%, lo que es bastante por encima de los aumentos salariales surgidos de las paritarias.
Ante periodistas no del todo incisivos, el ministro aceptó que “hay quienes no le creen a los precios del Indec”, pero que (1) las consultoras privadas son “truchas”, y “tienen total impunidad para instalarle a la gente que los precios se han movido de una manera que por lo menos desde nuestras observaciones no las vemos”; y (2) que “la variación de los precios no es 40%”, ya que las consultoras “más mentirosas de todas” dicen que es del 30%, así que considerar una cifra mayor “es una aberración” que no tendría justificación.
Aquí no son necesarios grandes estudios en economía para señalarle al ministro que, en primer lugar, no son solamente las consultoras privadas las que miden la inflación por encima del 40%, sino que aún existen mediciones oficiales hechas en provincias que no se han plegado a los desvaríos del Indec kirchnerista y que coinciden en esto: comparando septiembre de 2014 contra septiembre de 2013, la Dirección Provincial de Estadística de San Luis registra una inflación del 46,3%, y la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires aumentos del 40,3%.
En segundo lugar, se le podría (si de veras hace falta) explicar al ministro que está confundiendo las cosas, que el 30% del que habla vendría a ser la inflación acumulada hasta ahora en el año 2014, esto es, en los primeros 9 meses; mientras que la del 40% o más es la interanual, la que considera los últimos 12 meses (septiembre a septiembre).
Obviamente esta última es la que importa a la hora de evaluar si los sueldos están mejor o peor que el año pasado, ya que incorporan la gran carestía de fines de 2013. Y esa comparación tiene, como se da cuenta cualquiera, un resultado malo: la inflación está arriba de 40 puntos mirada por aquellos organismos oficiales, y los sueldos (de los empleados “en blanco” de empresas privadas) aumentaron en promedio un 32,5%, con lo que su poder adquisitivo cayó de forma importante (máxime considerando que el rubro “alimentos y bebidas” subió más que el promedio). Los estatales tuvieron aumentos aún menores, los trabajadores en negro se entiende que deben haber tenido un año peor, y lo de las jubilaciones es directamente infame.
Pero todas estas cosas están suprimidas en el discurso del ministro, quien encara los reclamos por un bono de fin de año que recomponga el salario con la gallardía del avestruz:
Periodista: ¿Para usted no hubo pérdida de poder adquisitivo del salario?
Kicillof: Yo no la veo.
