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04 de diciembre de 2014

Tratando de “aliviar” la presión sindical, la Presidenta anunció la exclusión del medio aguinaldo de diciembre para el cálculo de los ingresos anuales de los trabajadores sobre los que tributan impuesto a las Ganancias.

El anuncio de Cristina Fernández

Un “alivio” para pocos y muy escaso

Ante la magnitud del paro nacional anunciado, el martes 2 la presidenta Cristina Fernández reculó de sus dichos anteriores anunciando que, en este caso, se eximirá el medio aguinaldo de diciembre del cálculo que se realiza sobre la totalidad de los ingresos de los trabajadores para el descuento del tributo anual, si sus ingresos mensuales no superan los 35.000 pesos.

Ante la magnitud del paro nacional anunciado, el martes 2 la presidenta Cristina Fernández reculó de sus dichos anteriores anunciando que, en este caso, se eximirá el medio aguinaldo de diciembre del cálculo que se realiza sobre la totalidad de los ingresos de los trabajadores para el descuento del tributo anual, si sus ingresos mensuales no superan los 35.000 pesos.
Más allá de “los sapos” que tuvieron que tragarse los ministros kirchneristas, en particular Capitanich y Kicillof, y que esto sea presentando como “un gran triunfo” por los alcahuetes sindicales del gobierno, lo cierto es que esta excepción cambiará muy poco el total de lo que tributan anualmente esos trabajadores, pues representa apenas un 4% de ese total. Esto, para los sueldos más bajos es un “alivio” de poco más de mil pesos. Por ejemplo, los 1.054 pesos que le dejan de descontar en el medio aguinaldo a un trabajador soltero, sin hijos, que gana 17.300 pesos al mes, son una “lágrima” frente a los 27.500 pesos que terminará pagando en el año (más de un sueldo y medio), según un estudio del Iaraf (Instituto Argentina de Responsabilidad Fiscal). Lo mismo, en otro ejemplo, los 1.620 pesos que le dejarán de descontar a uno con un sueldo neto de 20.600 pesos mensuales, frente a los 42.150 pesos que le llevará Ganancias en el año: dos sueldos. En los sueldos más altos el “alivio” son unos pesos más, pero también es proporcionalmente más lo que se le descuenta a los trabajadores a lo largo del año. Y los que superan los 35.000 pesos mensuales, como la mayoría de los petroleros del sur, directamente son excluidos de este “gesto muy importante” de la Presidenta, como lo calificó Roberto Fernández, el dirigente de la UTA.
Todo esto es así porque se mantiene el mismo mínimo no imponible de 15.000 pesos, pese a la inflación que ha habido, y las escalas sobre las que se paga el impuesto siguen siendo ¡las del año 2000! De esta manera, la tabla de escalas vigente obliga a pagar la tasa mayor [que es de 35%] a los que tienen ingresos netos anuales de 120.000 pesos. Es decir, que el que gana esa cifra anual paga la misma tasa de impuesto que el que gana 10 millones al año, con lo que el impuesto ha perdido toda progresividad.
Además, con este “anuncio”, pretenden que se dejen de lado todos los otros reclamos de todos los trabajadores, no solo de los que pagan el impuesto a las Ganancias. En particular buscan dividir al movimiento obrero en relación al reclamo del bono mínimo de 4.000 pesos de fin de año, entre los que pueden negociar con los empresarios, y los trabajadores estatales y municipales, los jubilados y pensionados, y los desocupados, que quedarían solos frente a un gobierno que se muestra insensible ante la situación de esta gran mayoría cuyos ingresos, que no alcanzan para vivir, se siguen deteriorando por la política de ajuste (robo) inflacionario que continúa aplicando el gobierno kirchnerista.