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10 de diciembre de 2014

La confirmación del hallazgo de los restos de Alexander Mora Venancio no detiene la oleada de luchas.

México “la semilla está sembrada”

Aparecen los restos de uno de los normalistas

 El sábado 6, los estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos  anunciaron que parte de los restos hallados en un basural fueron identificados como pertenecientes a Alexander Mora Venancio de 21 años, uno de los 43 normalistas secuestrados la noche del 26 de septiembre en Iguala, y supuestamente entregados por la policía a un grupo narco.

 El sábado 6, los estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos  anunciaron que parte de los restos hallados en un basural fueron identificados como pertenecientes a Alexander Mora Venancio de 21 años, uno de los 43 normalistas secuestrados la noche del 26 de septiembre en Iguala, y supuestamente entregados por la policía a un grupo narco.
La terrible noticia no detuvo la oleada de luchas, y miles salieron a las calles nuevamente en todo México exigiendo justicia, en un conflicto que claramente está apuntando contra el gobierno de Enrique Peña Nieto y todo el “narcoestado”, como se ha popularizado la creciente infiltración de los grupos narcos en todos los niveles de gobierno y en las distintas ramas del aparato del Estado.
Que la confrontación es política queda cada vez más claro por las declaraciones de los protagonistas. El vocero de los padres de los normalistas, Felipe de la Cruz, manifestó “Desconocemos a Peña Nieto por inepto, corrupto”, y remató “Sentenciamos a este gobierno para que vaya preparando las maletas, porque se van a ir, no caben en este país”. Los estudiantes y distintos sectores populares han convocado a nuevas manifestaciones, repudiando en particular recientes declaraciones de Peña Nieto llamando a “superar esta etapa”, y “dar un paso adelante”.
El gobierno mexicano, con la ayuda de los principales partidos burgueses, ha aprobado nuevas leyes represivas, en un intento de detener la gigantesca ola de protestas que día a día suma nuevos sectores, y que va identificando que los secuestros, asesinatos y el terror que imponen los narcos en varias regiones del país es absolutamente funcional a la política de entrega de este gobierno, que está rematando el petróleo y los recursos naturales, y privatizando la educación y la salud.
En el recorrido de las luchas, aparecen crecientes sectores que reclaman cambios profundos. 
El sábado 6 manifestaban miles de docentes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg), también marcharon más de 500 campesinos del movimiento El Barzón, que estaban encolumnados detrás de 43 tractores. Los docentes detuvieron a 12 jóvenes “infiltrados”, a quienes mostraron amarrados para darlos a conocer, denunciando sus vinculaciones con el ejército y la policía. 
La movilización del 6 recordó los 100 años de la convención de Aguascalientes y de la toma de la Ciudad de México por los ejércitos de Villa y Zapata. Así convocaban los normalistas de Ayotzinapa a esta jornada: “Un día como hoy hace cien años, Zapata y Villa tomaron la ciudad de México ante tanta injusticia, corrupción, pobreza y miseria, con 50 mil hombres armados recorrieron las principales calles. A cien años la historia se vuelve a repetir, millones de mexicanos en pobreza, represión de movimientos sociales, lideres presos, gasolinazos, canasta básica carísima, narco gobierno federal, 26 mil desaparecidos, miles de muertos por violencia, estado fallido y pudriéndose, avión presidencial multimillonario, casas, saqueos a estados generacionales Coahuila, Veracruz, Oaxaca, Estado de México, etc… Venta de patrimonios de la nación como Pemex, luz, minas. Sobran pretextos para que hoy miles y miles de mexicanos tomen la ciudad de México y paralicemos el país. Ya basta chingada madre. Queremos a nuestros 43 normalistas vivos”.
La lucha por la aparición con vida de los normalistas ha dado fuerzas también a otros sectores que enfrentan distintos aspectos de la política entreguista de Peña Nieto, como los trabajadores de las aerolíneas, que el viernes 5 se manifestaron en el Aeropuerto de la Ciudad de México contra la iniciativa de Enrique Peña Nieto de abrir el espacio aéreo mexicano a las compañías norteamericanas.
La lucha por justicia para los normalistas secuestrados no se detiene. En nuestro país también se multiplican las expresiones solidarias. Como afirma una de las consignas de los normalistas “Quisieron enterrarnos, pero no sabían que éramos semilla”. 

 
“Que mi muerte no sea en vano”
 
Este es el mensaje que se publicó en el muro de Facebook de la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos”: 
Compañeros a todos los que nos han apoyado soy Alexander Mora Venancio. A través de esta voz les hablo soy uno de los 43 caídos del día 26 de septiembre en manos del narcogobierno.
Hoy 6 de diciembre le confirmaron los peritos argentinos a mi padre que uno de los fragmentos de mis huesos encontrados me corresponden. Me siento orgulloso de ustedes que han levantado mi voz, el coraje y mi espíritu libertario. No dejen a mi padre sólo con mi pesar, para él significo prácticamente todo, la esperanza, el orgullo, su esfuerzo, su trabajo y su dignidad. Te invito que redobles tu lucha. Que mi muerte no sea en vano. Toma la mejor decisión pero no me olvides. Rectifica si es posible pero no perdones. Este es mi mensaje. Hermanos hasta la victoria. Soy Alexander Mora Venancio de El Pericón, Municipio de Tecoanapa Guerrero.