Escondida en la página económica de La Nación del 28-01-2015, se anuncia una inversión de 50 millones dólares de la empresa de capitales chinos Runh Power para construir una central generadora de energía a partir de “materia forestal” en la localidad santafesina de Villa Guillermina (provincia de Santa Fe), una de las cabeceras del otrora imperio de La Forestal.
Escondida en la página económica de La Nación del 28-01-2015, se anuncia una inversión de 50 millones dólares de la empresa de capitales chinos Runh Power para construir una central generadora de energía a partir de “materia forestal” en la localidad santafesina de Villa Guillermina (provincia de Santa Fe), una de las cabeceras del otrora imperio de La Forestal.
“En 2015 estaremos comenzando la obra”, explicó el presidente Sean Gou y La Nación incluye la foto para confirmar que es chino. El propio diario explica: “La Forestal tuvo su origen en 1884 y llegó a fundar cerca de 40 pueblos desde Va. Ana hasta Florencia, con puertos y vías de ferrocarril propios y alrededor de 30 fábricas de tanino. En 1948 comenzó el cierre de las primeras fábricas y la clausura definitiva se produjo en 1963”.
Dos cosas no dice el diario: Primero que la Forestal produjo inmensas ganancias para el imperialismo inglés y el francés con la sangre de miles de obreros santafesinos, con gendarmería propia, leyes propias, moneda propia y extraterritorialidad, salvo para las tropas argentinas llamadas a contribuir al aniquilamiento a sangre y fuego de los muchos levantamientos que escribieron páginas heroicas de lucha obrera y popular.
En segundo lugar, que cuando se fue dejó semidesierta la otrora cuña boscosa santafesina, con ejemplares de quebracho colorado, blanco, lapacho y otras especies que hoy casi no existen en la provincia y que por eso, de los 40 pueblos que “fundó”, la mayoría son un cordón de pueblos fantasmas, como Toba, Guaycuru, Garabato, Colmena, Golondrina, etc., etc., etc.
No podría ser más simbólico. Lo poco y malo de monte que dejó La Forestal inglesa va a ser desmontado con inmensas cadenas, tiradas por inmensos tractores (chinos) y será quemado para producir energía eléctrica para las grandes ciudades y las ganancias del imperialismo chino. ¿Y las leyes de bosques, de protección ambiental, las necesidades de los criollos y pueblos originarios que se aferran como pueden a esas tierras que supieron tener sorgo, girasol, caña de azúcar y una incipiente industria nacional?
Es tan grande el servilismo y la entrega de los gobiernos provincial y nacional que nos tenemos que enterar cuando ya se ha acordado la inversión.
Como si ya no fuera de inmensa magnitud la penetración del imperialismo chino en la provincia, disputando ferozmente con otros imperialismos ya instalados: ya tiene uno de los puertos más modernos (Noble), ingresó al inmenso negocio de las semillas transgénicas, se está duplicando la producción de leche en polvo de Sancor –no para los desnutridos de Argentina sino para China–, y con el Belgrano Cargas han renovado a nuevo el ex ramal del Belgrano de San Cristóbal a Roque Sáenz Peña (Chaco), para llevar a la hidrovía y al mar el mineral de hierro de El Mutún, la soja de Bolivia, Paraguay, etc.
Cuando el PCR denunció la pelea por la hegemonía del imperialismo ruso que llevó al golpe de estado genocida de Videla habló de una “penetración capilar”.
Ahora los chinos llegan a pretender quemar hasta el último resto de monte del norte santafesino, desertizando para siempre esas zonas. Y esto es sólo lo que nos enteramos.
¿Cómo no entender así que la agudización feroz de la disputa de las superpotencias por nuestro país con la abierta participación del gobierno de Cristina Kirchner y de la oposición de derecha, se evidencie en los últimos acontecimientos? Ya en la disputa se tiraron denuncias, pero ahora se tiran cadáveres….
Los chinos con esta penetración económica y con la primera base extraterritorial reconocida en la Argentina, los rusos con sus empresas y el control de la vinculación del continente con la Antártida, los ingleses en Malvinas y los yanquis en todas partes, garantizan un triste futuro para la nación y grandes sufrimientos para el pueblo. Cualquier alineamiento de guerra en el mundo va a implicar a nuestro territorio.
Es una necesidad de todos los santafesinos, de todos los patriotas, de la clase obrera y el pueblo en primer lugar, avanzar en constituir una gran fuerza capaz de enfrentar la entrega, la humillación provincial y nacional y el hambre. En la denuncia, en la lucha y en las elecciones.
