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04 de febrero de 2015

A fines de diciembre del año pasado comenzaron los preparativos para la construcción de un canal que conectará los océanos Atlántico y Pacífico, por territorio de Nicaragua.

Canal chino en Nicaragua

“Si estuviera Sandino ya los hubiera corrido”

Esta faraónica obra tiene un largo previsto de 278 kilómetros (el canal de Panamá mide 77 km), y fue acordada por el gobierno de Daniel Ortega con un “misterioso” multimillonario chino, Wang Jing, quien está al frente de la HK Nicaragua Canal Development Investment Co Ltd (HKND Group), con sede en Hong Kong. 

Esta faraónica obra tiene un largo previsto de 278 kilómetros (el canal de Panamá mide 77 km), y fue acordada por el gobierno de Daniel Ortega con un “misterioso” multimillonario chino, Wang Jing, quien está al frente de la HK Nicaragua Canal Development Investment Co Ltd (HKND Group), con sede en Hong Kong. 
El costo de la obra está valuado en 50.000 millones de dólares, y HKND recibió una concesión de 50 años por los derechos de construir el canal y otros 50 años para manejarlo. En el anuncio de la obra se fijó en 5 años el tiempo de ejecución, y el gobierno nicaragüense dijo que la construcción del canal generará 50 mil puestos de trabajo.
Entre los defensores de la obra está el gobierno cubano. Juventud rebelde, diario oficial del gobierno cubano, en su edición del 25 de octubre del 2014, afirmó “Como piensan la mayoría de los analistas de izquierda de Latinoamérica con un discurso y una metodología sosegada, responsable y plural, ajenos a alarmismos y extremismos, el Gran Canal no generará ninguna dependencia de Nicaragua hacia ninguna potencia. Todo lo contrario: fortalecerá su economía y su rol internacional, y, junto a esa nación, a Centroamérica, el Caribe y América Latina completa”. También encontramos esta curiosa, por decir algo, exaltación del canal realizada por Javier del Valle Monagas Maita en el periódico Resumen Latinoamericano: “El simple hecho de anunciar la firma del contrato para la construcción del canal interoceánico que se iniciará en diciembre del 2014, activó los resortes de la envidiosa y maligna mafia que controla los poderes en el sub imperio yanqui (perros serviles del sionismo judío)”.
 
Campesinos defienden su tierra
Construir este canal implica el desalojo de miles de campesinos, que vienen protagonizando furiosas protestas desde hace varios meses. Funcionarios del gobierno se han encargado de “censar” a los campesinos, y ofrecen las míseras sumas por la expropiación de sus tierras dispuestas por HKND. A comienzos de diciembre, los agricultores del poblado de Río Grande, una pequeña comunidad de 2000 personas que cultivan maíz, frijoles, plátanos y sorgo y por donde pasaría el canal, dijeron que defenderán sus tierras “hasta el último suspiro”.
El 10 de diciembre, unas 5.000 personas marcharon por la capital, Managua. Aunque los manifestantes se quejaron de que la policía bloqueó a los opositores al canal que trataban de llegar desde el interior, muchos dijeron que fue la mayor manifestación contra el gobierno en varios años.
 En varias regiones los campesinos se han organizado contra el canal, en algunos lugares aliados a sectores ambientalistas, y se ha conformado el “Comité Pro Defensa de la Tierra”. “Nos están quitando nuestras tierras que nos han costado sudor. ¿Dónde está esa gente que le ayuda al pueblo? Aquí están los campesinos dispuestos a morir hasta el último día. Lo que quieren es dejarnos en la calle. Queremos que nos dejen en paz, que nos dejen trabajar, ni canales, ni chinos”, afirmó José Torrez, habitante de Punta Gorda, durante una manifestación, la octava organizada por el Comité… “¿Qué quieren los campesinos? Que se vayan los chinos… ¿Si aquí estuviera Sandino? Ya los hubiera corrido…”, eran parte de las consignas que gritaban los participantes de la marcha. 
 
China extiende sus garras
Son varios los sectores –incluso de la burguesía nicaragüense- que denuncian que detrás de este proyecto está el gobierno chino, que usa de mascarón de proa al multimillonario Wang Jing. Es obvio el poderío e influencia que obtendría China en esta zona estratégica de América Central, y con un canal interoceánico propio. Eso sin mencionar el multimillonario negociado inmobiliario proyectado con las tierras a expropiar. 
En el proyecto, el canal tendrá 27,6 metros de profundidad máxima, y un ancho que variará entre los 230 y los 520 metros. De esta manera podrían atravesarlo los super contenedores que hoy ya no entran por el canal de Panamá, lo que ahorraría miles de millones de dólares en fletes, tema nada menor para China, que ha pasado a ser la primera economía del mundo.
Todo el financiamiento de la inmensa obra está envuelto en una gran nebulosa, ya que HKND sólo ha detallado fondos por US$ 200 millones, y nadie dice de dónde saldrán los miles de millones necesarios. Este es uno de los puntos para sospechar la presencia del gobierno de China detrás de la obra.
La expansión del imperialismo chino en nuestro continente –como comprobamos todos los días con las relaciones carnales que ha establecido el gobierno kirchnerista con los jerarcas de la República China– sólo traen penurias a nuestros pueblos. Por eso el propio presidente de Nicaragua Daniel Ortega tuvo que decir en un reciente discurso “No han llegado los chinos a Nicaragua con tropas de ocupación”.