En 1918 se desarrollaba en la Argentina y en el mundo una gigantesca oleada revolucionaria y de luchas. Había triunfado la Revolución Rusa y en nuestro país arreciaban las luchas que desembocarían en la “Semana de enero” de 1919, el primer boceto insurreccional del siglo 20. En ese contexto, en el incipiente desarrollo del cine nacional, aparecieron algunas pocas películas que mostraron aspectos de la superexplotación y la lucha de obreros urbanos y rurales, y de nuestros pueblos originarios.
“Juan sin ropa” es una película muda realizada en 1918, dirigida por Georges Benoît y producida e interpretada por Camila Passera de Quiroga –que se presentaba como Camila Quiroga- y su esposo Héctor Quiroga. Camila Quiroga tuvo una vasta carrera y fue una de las fundadoras de la Asociación Argentina de Actores en 1919. El guionista fue José González Castillo, periodista, dramaturgo, compositor, guionista de reconocida militancia anarquista, y padre del conocido poeta y compositor de tangos Cátulo Castillo.
El título de la película hace referencia a “Juan sin ropa el forastero” que vence en la payada final al gaucho Santos Vega en la obra de Rafael Obligado, y que es una alegoría de los inmigrantes y del “progreso”. La película, de la que se conserva una copia incompleta, y a la que se puede acceder en Internet, narra en forma de melodrama los avatares de un obrero rural que emigra a la ciudad y entra a trabajar a un frigorífico. Por primera vez en la historia, una cámara se mete en un frigorífico real (La Negra, de Avellaneda), y se retrata de manera documental la feroz explotación de mujeres y hombres. Pero la película no se queda allí, y muestra asambleas de obreros decidiendo medidas de lucha junto a sus delegados, así como la salvaje represión de las fuerzas policiales, coaligadas con la patronal.
Domingo Di Núbila la definió como la “primera cinta que se puso de parte del proletariado con total combatividad”. En palabras de Octavio Getino “…este film constituye el primer antecedente de una cinematografía ocupada de la problemática social del proletariado urbano”. A la trama social se le superpone el folletín, ya que el personaje que encarna al obrero se enamora de la hija del patrón y termina volviendo al campo para desarrollarse como productor. Si bien esto atenúa la denuncia de la película, todos los investigadores coinciden en señalar la importancia de “Juan sin ropa” como antecedente del cine social, no sólo en nuestro país, sino en el mundo. La conocida obra del realizador ruso Serguei Eisestein La huelga (también sobre los obreros de la carne), es de 1924. De 1919 es “La semana trágica”, documental del director Pío Quadro, que se ha perdido.